[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]El doctor Asim Shahmalak ha desembolsado 50.000 libras -más de un millón setecientos mil pesos uruguayos- de su patrimonio para reconstruir el rostro -y la vida- a seis mujeres pakistaníes que fueron salvajemente desfiguradas, como "castigo" a "crímenes" que por lo general consistían en rechazar a un hombre con el que no querían relacionarse.
El profesional dice que la mayoría de esas mujeres fueron atacadas con ácido sulfúrico, sustancia que puede comprarse por monedas en las calles de Karachi, ciudad donde residen las seis mujeres.
Una de sus pacientes es Kanwal Ashar , de 24 años de edad, que fue rociada con ácido por un hombre despechado por su rechazo. La joven trabajaba en un salón de belleza y el hombre que a la postre fuera su agresor se obsesionó con ella.
El doctor Shahmalak trabajó en su rostro, injertándole nuevas cejas y colocando nuevas pestañas en el ojo derecho, con pelo extraído de la parte trasera de su cabeza. Esto se logró al cabo de tres días de complicados procedimientos quirúrgicos.
Durante tres años Ashar no ha podido trabajar, y espera que su rostro reconstruido signifique también la reconstrucción de su vida.
Kanwal Qayum , de 26 años, es otra de las mujeres socorridas por el médico. Ella fue atacada por un ex novio celoso, que no soporto el hecho de que consiguiera un nuevo empleo como azafata de una línea aérea.
El agresor la atacó mientras dormía, causándole enormes heridas que requirieron extensas cirugías de cara y cuello. Antes de pasar por el consultorio de Shahmalak, había apelado a tatuajes temporales para disimular su falta de cejas.
No todos los casos atendidos por Shahmalak son víctimas de agresiones. Dos de sus pacientes gratuitas resultaron heridas en accidentes domésticos mientras cocinaban.
Todas las operaciones se llevaron a cabo en el Instituto Sindh de Urología y Trasplante en Karachi.
Shahmalak, padre de dos niños y vecino de las afueras de Manchester, dijo que se conmovió hasta las lágrimas por las historias de las mujeres.
"Lloré cuando me enteré de lo que había sucedido a estas mujeres", dice en declaraciones citadas por Daily Mail.
"Fueron atacadas sólo por rechazar a un hombre o tomar un nuevo empleo que mejorar sus condiciones de vida. Estas personas fueron tratadas peor que en la Edad Media" lamenta el galeno.
"Fue increíblemente emocionante ver las sonrisas en sus rostros después de la cirugía. Habían perdido la esperanza de volver a conseguir ayuda porque el Gobierno de Pakistán no puede permitirse el ‘lujo' de hacer algo por ellas. Éramos su última esperanza", relata.
"Debido a su desfiguración, la sociedad las rechazaba, no pueden conseguir trabajo y en ocasiones son rechazadas por sus familias, y termina mendigando en las calles", narra.
"Ellas tienen un miedo enorme a las represalias en caso de denunciar los ataques, Y aun cuando lo hacen, no se fían de que los culpables sean realmente llevados ante la Justicia", agrega.
Durante una de sus estadías en Karachi, el cirujano investigó la disponibilidad del ácido sulfúrico en el mercado, y descubrió que un frasco del peligroso líquido podía comprarse por una suma equivalente a veinte pesos uruguayos, a escasos metros de su consultorio.
"Es fácil de comprar, nadie hace preguntas, y además la policía hace la vista gorda ante estos casos terribles, por lo que los ataques bien pueden continuar", denuncia.
Pese a su buena voluntad, el cirujano no siempre puede ayudar a las víctimas. Así ocurrió en el caso de una niña pequeña, rociada con ácido por su propio padre por negarse a ir a la escuela. Siendo menor de edad y no contando con la anuencia de su familia, no fue posible operarla.