© RIA Novosti Alexandr Kryazhev
Una resonancia magnética, realizada por científicos rusos, permitió revelar que la antigua 'princesa' siberiana Ukok padecía cáncer de mama. Especialistas creen que para aliviar el dolor la aristócrata podría haber consumido cannabis.
Al estudiar a la única momia altaica, de aproximadamente de 2.500 años de antigüedad, los científicos de Novosibirsk Andréi Letiagin y Andréi Saviólov descubrieron que la 'princesa', que murió a los 25 años de edad, sufría de osteomielitis, una infección del hueso o la médula ósea.
"Cuando tenía poco más de 20 años de edad empezó a padecer otra enfermedad grave: cáncer de mama, que la destruyó dolorosamente" en unos cinco años, escribió la arqueóloga Natalia Polosmak, que fue la primera en realizar el importante hallazgo de los restos de Ukok en 1993.
"Durante la proyección de imagen de las glándulas mamarias, nos fijamos en su estructura asimétrica y la asimetría variable de la señal de la resonancia magnética. Se trata de un tumor primario en la mama derecha y los ganglios linfáticos axiales con metástasis", afirmó Andréi Letiagin, del Instituto de Fisiología y Medicina Fundamental, citado por el periódico 'The Siberian Times'.
El científico concluyó que está "bastante seguro del diagnóstico", ya que solo "el cáncer podría haber tenido un impacto tan grande". No obstante, aseguró que "es difícil de decir" si la enfermedad se convirtió en la causa directa de la muerte de la 'princesa', dado que también se encontraron indicios de graves traumas que tuvo poco antes de su muerte, incluidas luxaciones de las articulaciones y fracturas del cráneo.
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Polosmak añadió, a su vez, que hay que prestar "especial atención" al hecho de que Ukok probablemente usó algunos analgésicos. "En las culturas antiguas, en calidad de analgésicos se utilizaron el vino, el hachís, el opio, el beleño, el extracto de la mandrágora, el acónito y el cáñamo indio", explicó.
En la tumba, entre sus lujosas pertenecientes fue hallado también un recipiente con cannabis. El uso de estos 'medicamentos' para hacer frente a los síntomas de sus enfermedades, evidentemente le permitía alcanzar "un estado alterado de la mente".
La momia fue bautizada como 'princesa Ukok', según el lugar donde fue hallada en 1993: la meseta de Ukok en el sur de Altái. También se la conoce como 'princesa Kydym', ya que los autóctonos la consideraron guerrera y bruja Kydym, antepasada de la actual población de Altái, y como 'princesa Pazyryk', en asociación con la cultura arqueológica de los pueblos escitas.
La 'princesa Ukok' fue hallada en una tumba antigua, cuya parte interna fue rellenada con hielo. El agua que penetró en su sarcófago y se heló después, garantizó excelentes condiciones de conservación del cuerpo, en el que 'sobrevivió' incluso un tatuaje sobre el brazo izquierdo.