Un centenar de personas se ha concentrado esta mañana en la puerta del Juzgado de Balaguer (Noguera) para apoyar al activista y horticultor ecológico Josep Pàmies, citado a declarar por un presunto delito de tráfico de drogas. Los Mossos d’Esquadra lo denunciaron el pasado mes de setiembre por tener 70 plantas de marihuana en su explotación agrícola.
Pàmies es impulsor de iniciativas como Dulce Revolución y Somos lo que sembramos, que propugnan el cultivo de plantas medicinales para usos terapéuticos. Ante la juez ha manifestado que nunca ha probado la marihuana y que las plantas decomisadas no estaban destinada al tráfico, sino que eran de algunos miembros de la Asociación Dulce Revolución que la necesitan para tratarse las enfermedades crónicas que padecen, como artrosis, esclerosis múltiple o tumores cerebrales.
Pàmies, que ha sido aclamado por los simpatizantes que se solidarizan con su causa, ha hecho un llamamiento a las autoridades para que legalicen la marihuana como alternativa a algunos medicamentos que se suministran a determinados enfermos y ha anunciado una campaña de desobediencia civil que tendrá como finalidad cultivar dicha planta para ofrecerla a las unidades de dolor de los hospitales. “Cada vez nos llegan más enfermos para que los tratemos con nuestras plantas porque las medicinas no les hacen efecto”, ha señalado el horticultor.
El agricultor de Balaguer se ha mostrado confiado en que la juez acabará archivando la denuncia y no tendrá que someterse a un juicio por un delito de tráfico de drogas que conlleva una pena mínima de tres años de prisión.
La Asociación Dulce Revolución ha elaborado un manifiesto en defensa de Pàmies y del cultivo de marihuana que ya ha recibido cerca de 5.000 adhesiones.