Maxi, Maximito, gurrumín de mi corazón, le escribo al hijo y al jefe de La Cámpora. Como te dije hoy (dudo que me hayas escuchado), tenés que aprender a asimilar los palos. No los palos verdes: no seas monotemático. La política es muy dura. Te van a atacar por ser un Kirchner. ¡Respondé como un Kirchner! Es decir, usá la cadena nacional, rodeate de un coro de aplaudidores, pegales a los medios y denunciá un golpe de Estado. Yo sé que no te gusta hablar (no parecés hijo mío: para mí, hablar es gobernar y gobernar es hablar), pero tampoco es tan difícil. Regite por esta norma: que la verdad no te impida decir un buen discurso. Perdé el miedo. Siempre tiene más público la cifra que yo invento en una cadena que la desmentida a esa cifra que al día siguiente publican LA NACION y Clarín en un recuadrito. Además, hay otros recursos. Tené a mano escuderos como Capitanich o como Aníbal, tipos para los que la verdad no es una opción. Todo lo que digas, decilo con convicción. "¡Nisman se suicidó!" "¡A Nisman lo mataron!" "¡Nunca dije que Nisman se suicidó!" Lo que vale es lo que hayas dicho último, ¿me seguís? ¿Me seguís o ya te quedaste dormido? Sabés cuánto te quiero, ¡pero qué perezoso me saliste, Maximito!
Otra cosa. Hoy dije que tu gran mérito es haber convertido a chicos de la calle, a drogadictos, en funcionarios. Vivían a la deriva y hoy viven en Puerto Madero. La Cámpora es el mayor fenómeno de movilidad social de la historia del país. Sólo unos pocos sabemos lo que has hecho con tantos pibes por los que nadie daba un mango. Miralo a Marianito Recalde. Increíble. Presidente de Aerolíneas y, ahora, ¡candidato a jefe del gobierno porteño! Ya tiene eslogan de campaña: "Si en Aerolíneas pierdo dos millones de dólares por día, imagínense lo que puedo hacer en la ciudad". Miralo a Kicillof. De vulgar profesor de la UBA a subcampeón mundial de inflación (los venezolanos son imbatibles). Incluso, Maxi, mirá tu propia vida. Sin estudios ni trabajos, llegaste a ser inversor inmobiliario, dueño de cadenas hoteleras, constructor, experto en movimiento de fondos y el mayor empleador de la Argentina a través de La Cámpora. No quiero ni pensar en la ola de desempleo juvenil que habrá después del 10 de diciembre.
Todavía no me contaste cómo te fue con Tinelli. Sé que lo llamaste y que se encontraron acá, en Olivos. Se pasó todo el año matándonos, destruyéndonos, y ahora vos hocicás con tal de tenerlo de nuestro lado en un año electoral. ¡Hijo'e tigre! Aprendiste bien que donde hay votos no hay orgullo ni vergüenza.
Mi querido Maxi, atento y vigilante. Vendrán a buscarte por lo de los números poco claros de Hotesur. Vendrán a buscarte por lavado de dinero. Por contabilidad creativa. Por cuentas en el exterior. Por no poder justificar tu riqueza. En fin, por ser un Kirchner. No soportan una fortuna construida sobre la base del ahorro.