Este buen hombre, pues pinta de buen hombre tiene, entre sus defectos, que como todo hijo de vecina alguno debe tener, yo destacaría su entrega y sumisión al de arriba, un "sí señor"; un obediente en suma. Lo es tanto que, según rumores esparcidos hace tiempo, que suelen ser la antesala de la noticia, se casó obligado por Fraga Iribarne, para que no se dijera... Y otra prueba más de su entrega y sumisión, la comprobamos ante la señora Merkel, la teutona, a la que obedece a pies juntillas y a la que suplica consejos hasta en temas caseros. Y como buen obediente, lee todo lo que le ponen delante, aunque sea unos versos de Zorrilla y su don Juan Tenorio. Tanta es su obediencia, que a veces nos da la sensación de no saber lo que dice, pues el guión que le presentan no se lo lee antes de decirlo en público. Pero, por lo demás, es, o tiene, pinta de no haber roto un plato. Y si le dicen que debe enviar los tanques a Catalunya, el hombre lo hará sin preguntar... Así los quieren los banqueros... manejables; y otros tantos también.
El Postiguet