EL ESPAÑOL Y EL TRABAJO

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Ahora que la señora Merkel no me lee, pues no deseo que se entere de nuestras debilidades, me permitiré la licencia de decir cuatro cosas del español medio. No se asusten ustedes, que por ustedes no va. Ni siquiera por el señor del ático, que pasada la quinta línea ya no sigue leyendo.

El español suele sentirse esclavo de un trabajo que no apetece, de ahí que busque la solución que lo lleve al punto de no estar obligado al trabajo. Pero lo que busca es algo que le lleve desde la nada al todo, que debe ser decisivo y absoluto. Y nada mejor que ir en busca de la Diosa de la Fortuna, tan inclinada a favorecer a un tal Fabra, el siciliano camorrista de Castellón.

El empleado, el obrero español, nunca se consuela con su sueldo menguado, de ahí que busque afanosamente la situación más favorable, dadas las circunstancias económicas, tan poco halagüeñas del país, ni ahora, ni antes, ni posiblemente nunca.

Ésta y no otra es la razón del incomparable éxito en nuestro país de la Lotería, de las Apuestas Mutuas, de toda clase de juegos: la ONCE, la Primitiva, el Euromillón, los Bingos… Esas organizaciones tan perfectamente escalonadas que en ellas pueden participar todos los españoles, desde el que solo tiene unos pocos euros para la compra del cupón de los invidentes, hasta el más potentado que compra varios billetes de la Lotería de Navidad, jugándose varios centenares de euros para obtener millones.

Si la Merkel lo supiera, pondría en raya a su domesticado Mariano, y le explicaría que el trabajo, bien realizado, y bien remunerado (ojo al dato), es lo que hace a una sociedad progresar; pero creo que a Marianico también le da por visitar a doña Manolita.

El P©stiguet

Con los sueldos que están pagando los empresarios es difícil tener trabajadores cualificados.

Dicho lo anterior es verdad que se puede trabajar de camarero con dos masters, pero sin conocimientos de hostelería.

Tinajas escribió:

Con los sueldos que están pagando los empresarios es difícil tener trabajadores cualificados.

 Por el contrario yo pienso que trabajadores cualificados entre los jóvenes los hay muchísimos y todos ellos disponibles a precios de "saldo" para el mercado laboral..

Nolocreo escribió:

Tinajas escribió:

Con los sueldos que están pagando los empresarios es difícil tener trabajadores cualificados.

 Por el contrario yo pienso que trabajadores cualificados entre los jóvenes los hay muchísimos y todos ellos disponibles a precios de "saldo" para el mercado laboral..

Cualificados para un trabajo no lo creo (oye rima con tu nombre ) otra cosa es preparados culturalmente, pero un educador social o un licenciado en derecho sirviendo cañas o en un taller no es el empleo por el que se ha formado y conozco mucha gente asi, antes existia una cosa que se llamaba aprendices y se les preparaba en un empleo pagandoles poco sueldo, hoy los empresarios quieren ingenieros para poner enchufes y les pagan como aprendices. Marca Spain.

Quizás por la suerte de haber estado mucho tiempo trabajando en un país, como Alemania, donde la gente pone mucho empeño en hacer las cosas bien, y en las Empresas desde el gerente hasta el último trabajador buscar la perfección en sus trabajos, es mi pesadumbre de que en España no ocurra lo mismo. No sé si el empresario ha de pagar más para que el operario se esfuerce en hacerlo todo a la perfección, o ha de ser éste quien ponga todo su empeño en que todo le salga bien para ser mejor recompensado. Pero sea uno u otro el primero, el caso es que la chapuza en España es cosa muy habitual; no es preciso ser unos perfeccionistas, pero sí hacer las cosas que tenemos que hacer con gana, en primer lugar, y con orgullo y dignidad de presentarlas de la mejor manera.

A veces he pensado si el poco amor al trabajo en el español es como consecuencia del poder que ha ejercido la religión en todo en este país, y es posible que con tanto predicar que el trabajo (ganarás el pan con el sudor de tu frente) es un castigo de los dioses como consecuencia del pecado original, ha hecho tanta mella en la mente del español, que ser castigado no lo quiera.

Y no crean que es broma cuanto digo, pues para muchos el trabajo es una penitencia, un castigo, algo que "no nos merecemos", y tanto es así que hay españoles "que trabajan" lo indecible para dejar de trabajar. En Alemania eso nunca lo noté; el alemán gusta del trabajo, y pone todo su empeño y esfuerzo en hacerlo lo mejor posible, y también gusta de la fiesta, no vayan a creer que no, pero una frase tan española de que "más vale una fiesta que cien domingos" no la entenderían nunca.

La cultura del trabajo no existe entre los españoles. Se trabaja en España (quien puede en estos momentos) por necesidad, hay un rechazo enorme a la frase "trabajar por amor al arte", ya que sentir amor por el trabajo, y aún más, por el trabajo bien hecho, pues como que no... No nos importe reconocer nuestras debilidades, pues reconocerlas puede ser comenzar a crear el camino para mejorarlas.

Sin que ningún andaluz —si lo hay en este Foro— se sienta ofendido, el "señorito andaluz" tan admirado, envidiado y a veces odiado por las gentes, en Alemania no podría existir, porque aquí lo que se admira, se envidia y hasta se le odia, es que viva como un rey sin trabajar.

El P©stiguet

Nos guste o no, no hay progreso pare el ser humano lejos del trabajo. Una sociedad que no trabaja no crea riqueza, y aunque la distribución de la misma en España no sea lo justa que debiera (esto es otro tema del que en otro hilo expodré), sin trabajo, sin producir, la riqueza no existe.

Para muchos españoles el trabajo lo verían bien si estuviera a la altura de su categoría social. Por causas históricas que merecerían un comentario extenso y aparte, el español la considera muy alta para aceptar algo tan humillante como trabajar con las manos, los oficios manufactureros siempre fueron considerado oficio "muy bajo" durante mucho tiempo, y aún lo sigue siendo para muchos.

En el siglo XVIII un decreto del rey Carlos III advertía que el trabajo manual no era deshonroso, y que el ejercerlo no representaba dificultad para llegar un día a ser marqués, por ejemplo. Pero tal decreto no sirvió de mucho. Es más fácil tener una excusa social para reforzar la pereza hispana. ¿"Yo" hacer de carpintero? "Yo" hacer de picapedrero?.

El origen del trabajo para el español es una maldición bíblica. Esta "verdad" nunca ha sido tan diáfana como en España, donde el individuo, por muy humilde que sea su nacimiento, por pobre que sea el ambiente en que ha nacido y crecido, no considera el trabajo como lógica consecuencia de su existencia, sino como una pesada losa, una condena que tiene que cumplir sin culpa alguna. Cada vez que el español se levanta para ir al tajo, o a la oficina, lo hace con una profunda violencia. La ocho horas que en él pasa son como horas de purgatorio esperando la liberación de la salida. No es de extrañar, por tanto, que intente acortarlas encendiendo un cigarrillo lentamente, acudiendo al servicio más veces de las necesarias, charlando del partido de fútbol último o del que se disputará el domingo siguiente, o escapándose para tomar un café.

El P©stiguet

Alguno, quizá por no sentirse muy español, busca un trabajo que le guste tanto que pagaría por hacerlo. Se refiere el llobu a que mientras trabajas, disfrutas y acabas pensando... ¡y me pagan por esto!

Suena raro, pero hay casos. Todo empieza por preguntarse uno: ¿hay algún trabajo por el que yo pagaría por realizar?

Salud y República.