Posiblemente la pintita de niño pijo de este asesino de toros, no coincida con la pinta, según el, de los antitaurinos, pero yo le puedo asegurar a este matarife que no me gusta el asesinato de toros bravos, que no me gusta lo ridículo de sus trajes de torero, obsoletos y afeminados en un hombre con tanta lentejuela y bordados, y que me ducho diariamente, y a veces en verano más de una ducha diaria.
Sus cobardes asesinatos que no los quiera tapar con puyadas de este estilo, que se le ve el plumero desde muy lejos.
El P©stiguet