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En alguna ocasión he dicho que tenemos neo franquismo popular, para rato. He acusado, y lo sigo haciendo, que Podemos tiene su parte de culpa, pero al PSOE no lo dejaré atrás, y no por lo pasado, sino por lo futuro.
La reina mora del sur, Susana Díaz, no olvidará su derrota ante Sánchez, y bien asentada en su taifa, y poyada por la vieja guardia, cal viva incluida, arremeterá contra Sánchez las veces que se le presente, de tal manera que el PSOE “sanchista” no tenga visos de gobernar para ir cavando su tumba. Susana esperará, impávida, hasta ver pasar por su puerta el cadáver de su enemigo, por muchos abrazos que le dé cuando se encuentran. Es, al parecer, su placer.
Cuando Sánchez propone cambiar la Constitución española para reconocer la realidad de su multinacionalidad, la faraona se opone, en una contradicción insultante, pues mientras niega la multinacionalidad o que España sea nación de naciones, defiende a Andalucía como nación. Un ejercicio bien claro de continuar ser la oponente de Sánchez hasta su desaparición política en el PSOE que tanto ambiciona ella pilotar.
A la faraona Díaz, mientras esté bien subvencionada por el Gobierno central, y aplaudida y bendecida por el mariachi de las puertas giratorias, le importa bien poco los problemas del resto de los españoles. Ella al parecer sólo tiene un punto de mira, Pedro Sánchez, aunque derrotado éste pueda ser la derrota del PSOE en el resto de España.
Por eso, entre tanta división, tantos intereses bastardos por encima de los verdaderamente necesarios, el de los españoles, tenemos Rajoy hasta el día del Juicio Final.
El P©stiguet