Imagínese un iceberg del tamaño de Berlín. Pues eso mismo es lo que se está creando en la Antártica. Un “monstruoso” iceberg, cuya superficie se estima llegará a alcanzar unos 880 kilómetros cuadrados, casi el tamaño de la capital alemana.
Una grieta se formó en la plataforma glaciar de la isla Pine, al oeste de la Antártica.
La fisura que por ahora mide casi 30 kilómetros de longitud y 60 metros de profundidad crece diariamente.
Los investigadores de la agencia espacial NASA creen que el eventual iceberg se va a separar definitivamente a finales de este año o principios de 2012.
El glaciar de la isla Pine es una de las lengüetas más grandes de la Antártica y drena alrededor del 10 por ciento de todo el hielo que se mueve en la zona.
En los últimos años, las imágenes captadas por los satélites muestran una reducción marcada del glaciar, lo cual podría estar relacionado con los cambios del clima.
Sin embargo, según el equipo de científicos, el nacimiento de este iceberg gigante es parte de un ciclo natural que se repite cada diez años.
“El último acontecimiento de este tipo ocurrió en 2001, así que estábamos esperando que sucediera en breve y para nosotros es muy emocionante verlo”, afirmó el doctor Michael Studinger, del Proyecto Icebridge, que mide el grueso del hielo en las regiones polares.
Un iceberg que pueda alcanzar un tamaño semejante necesita ser vigilado cuidadosamente y no solo porque eventualmente podría convertirse en un peligro para la navegación marítima.
Los icebergs gigantes pueden tener un gran impacto sobre sus alrededores.
Fenómeno vigilado
Al tiempo que se desmoronan y derriten, arrojan millones de toneladas de agua dulce al medio ambiente marino local.
El polvo y los fragmentos de roca que se levantan de suelo actúan como nutrientes cuando caen en el océano, impulsando vida marítima como las algas y las diatomeas.
Pero estos enormes bloques de hielo pueden ser un obstáculo para los animales a la hora de trasladarse a lugares familiares en busca de alimento.
“Eventualmente, el iceberg se moverá más al norte donde será alzado por vientos y corrientes oceánicas. La primera corriente que hay es la Corriente Circumpolar Antártica y nosotros la estaremos siguiendo”, dijo Studinger a BBC Mundo.
El Proyecto Icebridge está realizando una serie de misiones aéreas con instrumentos para medir el espesor del hielo en las regiones polares del planeta.