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EL BUEN CATOLICO NO PUEDE SER SEPARATISTA
Esta frase pertenece al Obispo-Espectáculo Cañizares, y digo espectáculo ya que gusta este personaje de llevar largas capas color magenta, collares y anillos de diamantes y perlas, muy al estilo de la reina del cuento de Blancanieves. Y no le falta razón al purpurado, por supuesto bajo su punto de vista, ya que su secta cristiana nunca fue partidaria de libertades, sino más bien de imposiciones, atropellos y raterías. Recordemos que junto a los invasores y colonizadores del Nuevo Mundo, sus antepasados afines ya se hacían con los bienes terrenales de los invadidos, y nunca fueron partidarios de su libertad.
Con la expulsión morisca del territorio peninsular, se aprovecharon de sus bienes, pues hasta de sus templos religiosos se adueñaron, convirtiéndolos en lugares de culto para su secta; los demás bienes embargados y, hasta jóvenes árabes, niños y niñas, les fueron arrebatados a los expulsados padres para hacerlos sus criados.
Con los judíos hicieron lo mismo. Expulsión sí, pero todos sus bienes aquí se quedaron, y la iglesia católica se benefició tanto de mezquitas como de sinagogas y otros bienes materiales.
Con el franquismo otro tanto, se apropiaron de bienes de los pérfidos rojos y alcanzaron prebendas de todo tipo, y, de las que ellos llaman espirituales también, pues recordemos a un tal Padre Vendrell que se encargaba de dar el tiro de gracia a los comunistas que el fascismo franquista fusilaba.
Con la llegada de los conservadores PP y PSOE, la posición de privilegio fue en aumento, ya que no pagan el impuesto llamado IBI, ni para sus prácticas sectarias el IVA, que aquí paga hasta el indigente que va a Mercadona a comprar un kilo de arroz o una botella de leche para sus hijos.
¿Cómo este purpurado-espectáculo puede decir lo que dice? Acostumbrados a apropiarse hasta de las fiestas paganas, de todo bien material que les quede cerca, ahora pretende decir que el buen católico no puede ser separatista, pues bien, si ser separatista es ser contrario a las enseñanzas que predica, bendito sea el separatismo, y yo ya di buena cuenta de ellos, cuando, gozosamente, me separé de su secta.
Sólo recordarle a tal representante de dios en la tierra, que en Alacant en 1854 se desató una gran epidemia de cólera. Muchos ciudadanos morían diariamente por la virulencia de la misma. Médicos, enfermeros, gente sencilla y hasta militares y políticos, atendían como podían a los enfermos hasta que la cólera remitió. Pero en la ciudad y provincia se desató una huida masiva ante el temor de enfermar sin importarles atender a los enfermos, ¿Sabe el tal Cañizares quienes fueron los huidos?, se lo recordaré: curas, frailes, monjas y obispo, que se pasaron las enseñanzas cristianas por la entrepierna. Que deje este cantamañanas la política y se dedique a lo que en teoría debe: hacer el bien al ser humano sin importarle color, edad, sexo, religión, ideas políticas.
En definitiva que este individuo es la representación, algo folclórica de castañuela y faralae, del anticristianismo. Basta saber algo de las enseñanzas del hijo del carpintero judío, para entender que, si un día volviese a la tierra, a los primeros que arrojaría del templo serían a este iluminado y sus mariachis...