Si tuviera vergüenza, y me refiero en el sentido político que como persona le respeto y no sería capaz de decir nada sobre él, dimitiría tras el rotundo fracaso de su 155 en Catalunya. Razones hay muchas, en especial el descalabro de su partido en las elecciones que él mismo las convirtió en plebiscitarias creyendo que ganaría, pero es que hay algo más y para mí muy importante, y son las palabras de la Virreina catalana Soraya de Santamaría, declarando que el PP ha sido el único partido capaz de descabezar el separatismo catalanista.
Con ese descabezamiento se refería, aunque igual ahora lo niega, a tener al Presidente Puigdemont fuera de Catalunya con varios de sus consellers, y al Vicepresidente encarcelado, junto con otros políticos pro republicanismo.
Al no tener conocimiento de que ningún Juez le haya llamado la atención para indicar que la detención y encarcelamiento de Oriol Junqueras fue por iniciativa de los jueces, es fácil de entender que la orden nace en la Moncloa y no en los despachos de la Justicia. Con esas palabras la Virreina (posiblemente mañana ya ex) ha venido a indicar que la Justicia la tienen a su merced, y eso, como sabemos, no entra en la idea de la Democracia, más bien es en las dictaduras donde se cuece.
Pues bien, siendo así que la intentona de descabezar al separatismo, por mucha “orden” que llegue desde la Justicia, ha nacido desde la política, absurda y dictatorial, de los conservadores, no le queda otra, ante el gran fiasco que ha recibido de la sociedad catalana, que dimitir. Intentará suavizar las órdenes ya dadas, pero ha quedado muy retratado para que siga gobernando. Me imagino que Podemos seguirá en sus trece pidiendo su dimisión, que ahora Ciudadanos ante la posibilidad del gobernar a España no la haga ascos a la iniciativa podemita, y que el PSOE tan unido al partido más corrupto de la seudo democracia, intente separarse de él pues más fotografías juntos no le interese.
Y sí, posiblemente dentro de poco alabemos la decisión catalana de proclamar la República, aunque frustrada, ya que puede ser el dedo que indique a los demás españoles el camino a seguir. No creo que desde la Zarzuela estén muy alegres con la actitud de Rajoy, otra vez más don Tancredo ha demostrado que, salvo su sumisión humillante ante los poderes de Europa, no sepa hacer algo bueno.
Él, que tanto se vanagloria de que desde las cancillerías europeas lo apoyen, sabe perfectamente que la intención es que el deudor no muera, porque todo prestamista sabe que muerto quien le debe no podrá cobrar. Ese es el verdadero apoyo que recibe, no otro, que España sin Catalunya es imposible que pague la enorme deuda.
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