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HASTA ARNALDO ORTEGI
El ex presidente de la Generalitat valenciana
Eduardo Zaplana parecía estar, hace unos pocos meses, al borde de la muerte, lo que provocó, en especial por parte del PP, campañas políticas y mediáticas para exigir su liberación de la cárcel por “razones humanitarias” mientras su médico apuntaba que había riesgo de muerte inminente y que cualquier retraso en su tratamiento “comprometería seriamente su vida”.
Hasta
Arnaldo Otegi se sumó a la petición, por muy extraño que parezca. La solidaridad ante un enfermo de gravedad, funcionó, y éste, Otegi, un canalla y asesino según el PP, tuvo la gallardía y hombría de bien, de pedir la liberación de su enemigo político. Tengo la completa seguridad (soy tan mal pensado...) que de ser al contrario, el PP, incluso Zaplana, verían con agrado la muerte de este hombre en la trena.
Pues bien, parece ser que la libertad ha obrado milagros y Zaplana ya ha obtenido el alta definitiva de su patología vinculada a la leucemia por la que era atendido por una Unidad hospitalaria a domicilio.
Tras recibir el alta hospitalaria a mediados de febrero y ya pasea, con buen estado de ánimo, por la playa de Benidorm. Eso sí, calla ante la jueza que juzga su caso, del lugar en donde tiene escondidos los 12 millones de euros cobrados por comisiones que se le ha detectado pero que al parecer está en bancos suizos o andorranos.
Ante todo debo manifestar mi alegría de que un hombre, a las puertas de la muerte, haya recobrado la salud. Y me alegraré que no pise la cárcel, eso sí, que devuelva el dinero de sus fechorías delictivas, no vaya a ser que se esté burlando de todos los contribuyentes españoles que obran en justicia no traficando con dinero negro y pagando sus impuestos.
El diario Información de Alicante ha captado imágenes del ex presidente en su paseo diario por la arena de la playa, y mientras, un hombre honesto, el señor Oriol Junqueras, está entre rejas, lo han colocado entre violadores, asesinos, traficantes de drogas, proxenetas, para humillarlo más. Otro elemento del PP, por supuesto como todos un ladrón, llamado Rato, sale de la trena sin devolver lo robado. Otro elemento del mismo corte, está en un módulo carcelario solo para él, y sale de la misma cada día. Pero la situación de Oriol Junqueras parece tener tinte de venganza, un ajuste de cuentas por colocar urnas para que la sociedad pudiera expresarse.
Bueno, la historia transcurre en España, por lo tanto ya queda todo aclarado ¿Verdad?
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