Viajar era un placer…con el 850
Me acuerdo mucho de aquellos viajes que varias veces al año hacía de Barcelona a León y viceversa con el seat 850.Son muchas las aventuras que te pasaban en cada uno de aquellos atrevidos viajes.Estoy hablando de un trayecto de unos 850 kms.que hoy haces tranquilamente en unas 7-8 horas pero que por los años setenta era todo una aventura, sobretodo en invierno.
Para empezar decir que casi todos los coches,seat 850,el gordini,el renault 8,simca 900,seat 600 etc. íbamos a la misma velocidad,ahora me pasas ahora te paso.No existían las autopistas ni las autovías;al menos en mi trayecto.Tenías que atravesar todos los pueblos por donde pasaba la carretera.Siempre ibas con el alma en vilo por si se averiaba algo del coche (los ruidos comunes estaban todos controlados).La verdad es que tropezabas con pocos vehículos. Te alegraba ver matrículas de tu provincia,hasta nos pitábamos como saludo.
Alcanzar y mantener los 100kms por hora era todo un record.El gran problema entre tantas posibles averías era el calentamiento del motor.Todos los coches se sobrecalentaban y aunque fuera verano iba bien poner la calefacción pues el motor se liberaba bastante y veías cómo la aguja de la temperatura iba bajando y te tranquilizaba.
Este viaje al que yo me refiero solía durar unas 18 horas,incluyendo paradas forzosas y algún bocatas!Qué merenderos aquellos!.Hacías amistad con toda la carretera.
Hoy quiero contar sólo una anécdota, entre tantas, a cual más rocambolesca.
Transcorrían las navidades del año 1971. Estando yo en mi pueblo de León resulta que bajó tanto la temperatura que se me congeló el anticongelante y se rebentaron las tuberías de la calefacción y tal..Vino el mecánico,desmontó medio coche,quitó los asientos y reparó todo.Y aquí viene lo bueno:el consejo que él medió.
Me dice que para que no se me volvieran a congelar las tuberías de la calefacción mucha gente metía vino en vez del anticongelante pues elcohol resistía más.Yo seguí su consejo,fui a la tienda y compré un garrafón de vino.El dueño naturalmente me pregunta si quiero tinto o clarete;yo le dije para lo que era.Compré tinto no sé por qué.
Y con el vino en el circuito emprendí el viaje de León a Barcelona.Conmigo venía la abuela y dos hermanitas.Oye, calentar calentaba. Le dimos al tinto todo el viaje. Eso sí la peste a vino era insoportable durante todo el viaje.
EL 850 iba divino (bueno de vino ) pero la cuestión es que el coche no se calentó mucho y frío no pasamos.
Yo pienso hoy que si nos para la policía, allí daba positivo hasta la abuela.Pero yo digo que hay que fiarse de los mecánicos.
Todo lo que cuento fue real y abrevio mucho para no extenderme