El centralismo en España es ya demasiado. La idea centralista españolista de que toda España es Madrid, cansa, agota, como si no hubiese más. Si llueve en Madrid llueve en toda España, si en Madrid hace frío, el frío es intenso en toda España, aunque en el Mediterráneo estemos tomado el sol en las playas y hasta bañándonos. No hay otra. Y no va por la ciudadanía madrileña, sino por los políticos, los poderes económicos y los medios de comunicación. Si no ocurre en Madrid, no ocurre.
Este domingo pasado, un club de Balonmano español (por ahora aún lo es), mi deporte preferido, ha conquistado su décima Copa de Champions Europea, con un contundente triunfo, 36-23, ante el Algorg de Dinamarca, y las televisiones españolas ni mencionarlo. Que ni la Sexta, la 4 o la % no lo mencionaran, al ser emisoras privadas ellos sabrán su porqué, pero que la 1, la televisión que paganos todos, no tuviera el detalle de exhibir al equipo ganador, por cierto ¿he dicho que era el FC Barcelona? Resulta de un centralismo apabullante. Y ¿por qué lo omitieron? Sencillo, porque en la Liga Española de balonmano no figura un equipo del Real Madrid, el equipo de España, porque no tiene ninguno en esta especialidad. Si no existe el Real Madrid, la competición no existe. Sin embargo la Liga Asobal, la primera División del balonmano Español, la compone equipos de Logroño, Cangas, León, Benidorm, Irún, Cuenca, Cantabria, Huesca, Valladolid, Aranda, Sagunto, pero de Madrid ninguno y del Real cero.
¡Ay, si el Real Madrid tuviese un equipo de balonmano y ganase 10 Champions! Hasta el la sopa veríamos su triunfo, porque eso sí sería un triunfo de España, y lo demás son tierras de conquista.