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Tema: Re: La derecha española. Vie Oct 25, 2024 9:52 am
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marapez V.I.P.
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Tema: Re: La derecha española. Vie Nov 01, 2024 2:01 pm
DANA, porco governo
Ante una catástrofe como la de estos días, hay muchas respuestas posibles. Hay quien se remanga y coge una pala y se mete en el barro. Hay quien ofrece su tractor para ayudar en el desescombro. Hay quien abre su casa para los que han perdido todo, para que puedan darse una ducha, descansar, cargar el móvil. Hay quien prepara bocadillos para los voluntarios. Hay quien tiene un negocio y ofrece lo que le queda en el almacén, lo mismo alimentos que herramientas o mantas. Hay trabajadores esenciales que viven lejos pero se acercan y se ofrecen voluntarios, lo mismo bomberos que psicólogos. Hay quien monta un programa especial de radio y abre los micrófonos para que la gente pida ayuda o localice a sus desaparecidos. Hay quien organiza una recogida de comida y de productos básicos. Todos ellos están hoy en Valencia, multiplicados. También hay quien aprovecha la confusión para enredar, manipular, sacar provecho político o causar más daño. Hay quien desde el primer minuto difunde bulos que provocan más miedo y rabia: los bulos de las presas, los de los inmigrantes, los del desabastecimiento; mentiras que colapsan teléfonos vitales, generan caos, distraen de lo urgente, o entorpecen el trabajo de los servicios de emergencia. Hay quien aprovecha el dolor y el desconcierto para colar su agenda, con insinuaciones y acusaciones falsas. Hay quien en un momento así no tiene nada mejor que hacer que recibir al presidente del gobierno con abucheos. Hay quien usa la desgracia para sacar ventaja política culpando al gobierno central, que todo suma para derribarlo: “DANA, porco governo”. De todo esto también vemos estos días, ninguna sorpresa. Los desastres sacan lo mejor de la mayoría y lo peor de algunos. Y luego está quien en plena tragedia, con el número de muertos ascendiendo de diez en diez a cada hora, decide que lo mejor que puede hacer es presentarse allí, viajar hasta la zona justo cuando las autoridades piden que nadie viaje si no es imprescindible. Decide presentarse allí sin que se le requiera ni se le espere, sin que tenga nada que aportar, sin coger una pala (salvo que pueda hacerse una foto). Decide presentarse allí y ocupar un rato al presidente autonómico, al que no creo que le sobre tiempo para comparecencias de prensa innecesarias. Decide presentarse en el mismísimo centro de coordinación de emergencias, donde está todo el mundo trabajando a contrarreloj. Decide presentarse allí a estorbar, enredar, distraer.
Decide presentarse allí para quejarse de que a él nadie le ha informado de nada. No le basta oír la radio como hacemos los demás, él tiene que ser informado de primera mano ya en las primeras horas. Decide presentarse allí para culpar al gobierno central por el manejo de la información, sin esperar a que se investigue lo sucedido, cuando todavía hay decenas de desaparecidos. “DANA, porco governo”. Decide presentarse allí para atribuirse funciones que nadie le ha dado: coordinador de los presidentes autonómicos. Nada menos. Otra vez jugando a presidente encargado, presidente interino. “Yo gané las elecciones”, le faltó decir. El niño en el bautizo, la novia en la boda, el muerto en el entierro y el presidente autoproclamado en la catástrofe. Aunque estos enreas hagan mucho ruido, por suerte son mayoría los del primer párrafo. Gracias a todos ellos.
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Tatsumaru V.I.P.
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Tema: Re: La derecha española. Vie Nov 01, 2024 2:16 pm
Explicación; Cuca Gamarra o quien le lleve la cuenta colocó en su foto de perfil en Twitter esto, le añadió un lazo negro . Ha sido retirado viendo la estupidez que se gastaba o ella o el que lleve la cuenta.
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Tatsumaru V.I.P.
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Tema: Re: La derecha española. Vie Nov 01, 2024 2:23 pm
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El llobu V.I.P.
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Tema: Re: La derecha española. Sáb Nov 02, 2024 12:00 pm
Salú y República.
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marapez V.I.P.
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Tema: Re: La derecha española. Lun Nov 11, 2024 10:44 pm
La única opción es la dimisión
La gente del Partido Popular que ejerce la política pública se pasa la vida pidiendo la dimisión de los cargos políticos de la oposición. Viven de eso. Constantemente piden la dimisión de presidentes autonómicos, ministros, secretarias, subsecretarios, delegadas, consejeras y, por supuesto, a diario, del presidente del Gobierno. Ni siquiera esperan a que se produzca un desastre con consecuencias políticas: la gente del PP pide dimisiones a diestro y siniestro desde el mismo momento en que se hacen oficiales los resultados de las urnas que no les dan el poder. Para pedir dimisiones, la gente del PP no necesita una catástrofe climática, ni un atentado terrorista, ni un escándalo de corrupción. Piden dimisiones de oficio, como un mantra que les rellena la vacuidad del discurso, como la consigna para esconder la inexistencia de un proyecto que no sea el del poder mismo: su apoltronamiento y sus chanchullos. Repiten tanto la palabra dimisión, que se dirían expertos en la honrosa acción de dimitir. Cuando llega, sin embargo, el momento de la verdad, es decir, el de su propia dimisión, la gente del PP se aferra al poder aunque esté enfangada hasta las cejas de descrédito y esa crisis de confianza en su gestión resulte clamorosa, como quedó patente el sábado pasado en las calles de Valencia, donde más de 130.000 personas exigieron la dimisión del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, y de su equipo de gobierno, tras su impresentable gestión del paso de la DANA por su territorio. “No es una opción ninguna dimisión”, ha proclamado Susana Camarero, vicepresidenta de la Generalitat, como quien corea un eslogan de rima malsonante. Con un cinismo que repugna sobre tantos cadáveres y frente a tantas personas que lo han perdido todo, la número dos del Consell ha añadido que “este gobierno no va a abandonar a las víctimas”. Sabiendo lo que sabemos sobre dónde estuvieron y lo que hicieron Mazón y su gobierno cuando la DANA ya arrasaba a esas víctimas, el cinismo de Camarero -que es el cinismo de Mazón y es el cinismo de Feijóo- solo puede provocar asco político. Llegado el momento, ese asco debería ser vomitado en las urnas, pero hoy cabe hacer una reflexión moral que apela no sólo a la poltrona de fulano o la desvergüenza de mengana, sino a la naturaleza de la vida política y a la ética en el ejercicio del poder. Lo mejor que podrían hacer Carlos Mazón y su equipo es dimitir. Ni siquiera porque así se lo exigen decenas de miles de personas en las calles y se lo reclaman desde todos los estamentos de la sociedad y la política, sino como ese acto honorable que en sí mismo es una dimisión. Renunciar voluntariamente a un cargo político denota un sentido de la responsabilidad, unos principios relativos al bien común, una integridad personal, que antepone los intereses de la ciudadanía y de las instituciones a los intereses propios. Carlos Mazón, Susana Camarero o Salomé Paradas (la consellera responsable de Emergencias de la Generalitat, que dijo que se enteró el día de la DANA a las 8 de la tarde de que existe un sistema de alerta masivo para avisar a la ciudadanía) deben dimitir porque su ineptitud ha tenido gravísimas consecuencias; deben dimitir porque todas las circunstancias que han concurrido en esa ineptitud y las explicaciones que han dado al respecto resultan escandalosas; deben dimitir porque han cometido errores fatales; deben dimitir porque han perdido la confianza de la ciudadanía; deben dimitir porque no han respetado los principios de responsabilidad, competencia y transparencia que han de regir las instituciones democráticas; deben dimitir por su intolerable incompetencia en el servicio público; deben dimitir por consideración con las víctimas. Por todo lo que sabemos sobre su gestión de la DANA en Valencia, Mazón y su equipo deben dimitir.
Pero deben dimitir por otra razón extremadamente importante, tanto a título individual como colectivo, la razón que ennoblece ese paso que los de la Generalitat no quieren dar: dimitir supondría reconocer los propios fallos; hacer autocrítica; demostrar integridad, nobleza, rectitud y lealtad a su pueblo, a pesar de los enormes pesares y precisamente por ellos; comprometerse con un sentido ético de la política; acreditar una dignidad y una valentía que los haría mejores y, acaso, en parte, limpiaría el lodo que los mancha para siempre y el lodo que, acaso, en parte, ahogará sus conciencias. Saldrían beneficiados como personas y harían lo único encomiable de su labor política en este desastre: devolver un poco de la fe perdida en las instituciones y, por tanto, en el propio sistema democrático. Lejos de ello, los responsables de tanto mal en la Generalitat alientan las consignas del Estado fallido que esparcen a río revuelto sus socios ultraderechistas. Viven de eso. De pedir dimisiones en el ojo ajeno y no ver las cañas y el barro en el propio. Los del PP se niegan a dar la única respuesta política que honraría la memoria de los muertos y el difícil futuro de las víctimas sobrevivientes. Su dimisión como la única respuesta que honraría a las instituciones democráticas y ayudaría a rehabilitar la confianza perdida. La única opción es la dimisión. Como es mucho pedir a la gente del PP, nos queda confiar en que tendrán que dar respuesta ante el tribunal que los juzgue por la vía penal.
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marapez V.I.P.
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Tema: Re: La derecha española. Jue Nov 14, 2024 1:36 pm
Cómo salvar a Mazón atacando a Ribera y prendiendo fuego a la Comisión Europea
En un artículo sobre la comparecencia de Teresa Ribera el martes en Bruselas, la web Politico se preguntaba si había sido “un festival de mierda” o un “festival de trols”. El PP fue al examen de la vicepresidenta con un volquete de barro y convenció a eurodiputados conservadores de otros países para que se unieran a la lapidación. “Ningún otro candidato (a formar parte de la Comisión Europea) ha sido tratado con tanta falta de respeto”, dijo una eurodiputada verde. Contra lo que suele ser habitual en estas sesiones de preguntas y respuestas, hubo abucheos y aplausos. Una jarana más propia del Congreso español. El PP ha exportado a Bruselas las patadas por debajo de la cintura como producto inequívocamente nacional. El miércoles fue el día de la primera comparecencia de un miembro del Gobierno en el Congreso dedicada a la DANA de Valencia. Fue el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, el encargado de dar la cara, mientras Pedro Sánchez seguía en el extranjero con la cumbre del clima y la vicepresidenta María Jesús Montero presenciaba la sesión desde su escaño. Formaba parte de la estrategia del Gobierno en la que insiste en que la gestión de la catástrofe corresponde al Gobierno valenciano y que el Gobierno central está para ayudar en lo que se necesite. Es una respuesta que ni siquiera entienden todos los socios del PSOE. Alberto Núñez Feijóo decidió boicotear la comparecencia y dejar su escaño vacío. Su partido dijo que siguió el pleno desde el despacho. Al comenzar la sesión, casi uno de cada cuatro escaños del PP estaba sin ocupar. Sus inquilinos fueronllegando después. Como el jefe no iba a asistir, parece que tenían permiso para dormir un poco más. Santiago Abascal llegó una hora tarde y no se quedó mucho tiempo, aunque esto tampoco es una novedad. Lo que llamó la atención es que toda esa tensión de Bruselas no se trasladó al Congreso. A diferencia de muchos otros plenos, el PP decidió sustituir la furia por un cierto cinismo. Con el fin de menospreciar a Torres, no fue ninguno de los pesos pesados del grupo el que le respondió, sino un diputado valenciano que nunca interviene en las sesiones de control. “Hemos intentado mantener todo esto alejado de la lucha política, pero no ha sido posible”, dijo César Sánchez. Hay que tener valor para decir eso cuando su líder viajó a Valencia el día siguiente de la tragedia para afirmar que la mayor responsabilidad de la tragedia residía en organismos de la Administración central (por la AEMET y la Confederación Hidrográfica del Júcar) teniendo a Carlos Mazón un metro detrás de él. La violencia verbal brilló por su ausencia en el PP. Había órdenes de mantener la calma. “Los ciudadanos no esperan ni bronca ni cálculo electoral”, dijo después Cuca Gamarra. Lo que no había era estómago para defender a Mazón y su Gobierno disfuncional. Y eso que se escucharon palabras muy duras. “El Gobierno de Mazón está de mierda hasta el cuello”, dijo Àgueda Micó, de Compromís. “Las vidas perdidas son responsabilidad del Gobierno valenciano del Partido Popular”. Además, enseñó la portada de La Razón del domingo, esa que destacaba el titular: “Feijóo sostendrá a Mazón para no darle un triunfo a Sánchez”. Pero no hay cálculo electoral, como decía Gamarra. Para nada. Los diputados del PP aguantaron estas frases sin pestañear. En otra ocasión, habrían saltado como fieras. En este pleno, se dedicaron a mirar con mucha atención sus móviles, como si estuvieran leyendo algo verdaderamente interesante. La postura del ministro Torres fue también la de intentar no aumentar la temperatura de la crispación: “No van a encontrar en esta intervención ningún señalamiento”. Dio muchas cifras para desmentir la idea de que no se ha hecho nada por los valencianos. 36.907 personas rescatadas de situaciones en que peligraba su vida. 200.000 litros de agua y 20.000 kilos de comida repartidos por las Fuerzas Armadas. 15.000 toneladas de enseres retirados en las primeras 24 horas. 2.600 coches y camiones sacados de calles y carreteras. El 30 de octubre, había 600.000 valencianos sin agua. El martes eran sólo 1.263 en cuatro municipios. En la sesión de control posterior, el PP apretó las tuercas sobre Teresa Ribera, que está en Bruselas. María Jesús Montero pasó de decir que “no era el momento de reproches” a ponerse en punto de ebullición en cuestión de segundos y recordar los casos del Yak-42, el accidente del Metro de Valencia, el Prestige y el 11M, el póker de grandes éxitos de la derecha. En otra ocasión, tendrían que haber llamado a los antidisturbios para controlar la ira de los escaños del PP. Esta vez, fue una reacción muy poco sonora y de unos escasos segundos. El partido reservaba los golpes bajos para que los propinara su líder. El ausente Feijóo se hizo cuerpo en la sesión de control y al poco salió para dar una breve rueda de prensa. Se trataba de centrar todos los focos en Ribera, por las obras no realizadas en la cuenca de Júcar, una vez más como si Mazón estuviera limpio de polvo y paja. El PP exige que el Gobierno retire la candidatura de la ministra de Transición Ecológica a la Comisión Europea. Feijóo dio la vuelta por completo a lo que está ocurriendo estos días en Bruselas. “El Gobierno debe reflexionar sobre la presión a la que está sometiendo a las instituciones europeas, chantajeándolas”, dijo. Si hablamos de chantajes, es difícil no incluir en esa definición el aviso que Feijóo lanzó a Ursula Von der Leyen, la conservadora alemana que aspira a la reelección al frente de la Comisión. Advirtió de que la Comisión debe iniciar su mandato “sin mancha”, es decir, sin Ribera. La negociación del Gobierno de Von der Leyen fue la tarea complicada que supone equilibrar los intereses de conservadores, socialdemócratas y liberales junto a las aspiraciones de cada Gobierno europeo y los perfiles de los comisarios. No es posible ahora votar en contra de Ribera por separado. Todos los nombres van en el mismo paquete. Si la derecha vota contra Ribera, los socialdemócratas votarán contra los demás. Sería un gran fracaso para Von der Leyen y le obligaría a empezar de cero en la formación de su Gabinete.
Hasta ese nivel llega el intento de prender fuego a la Comisión para salvar a Mazón o conseguir que, en el caso de que sea imposible que sobreviva, el PP pueda demostrar que ha hundido a cambio la carrera europea de Ribera. Unos días después de la victoria de Donald Trump en EEUU y cuando todos coinciden en que Europa debe mostrarse fuerte y no rendirse ante lo que venga de Washington, el PP cree que sus intereses son más importantes. La tragedia de Valencia ha sido un duro golpe para la imagen de gestión de los gobiernos del PP, que eran los baluartes sobre los que Feijóo quería construir una futura victoria electoral. No es sólo lo que le pase a Mazón. Doscientos cadáveres y el Gobierno de la UE no le van a impedir que obtenga sus objetivos.
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Laberinto V.I.P.
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Tema: Re: La derecha española. Jue Nov 14, 2024 3:34 pm
marapez escribió:
Cómo salvar a Mazón atacando a Ribera y prendiendo fuego a la Comisión Europea
En un artículo sobre la comparecencia de Teresa Ribera el martes en Bruselas, la web Politico se preguntaba si había sido “un festival de mierda” o un “festival de trols”. El PP fue al examen de la vicepresidenta con un volquete de barro y convenció a eurodiputados conservadores de otros países para que se unieran a la lapidación. “Ningún otro candidato (a formar parte de la Comisión Europea) ha sido tratado con tanta falta de respeto”, dijo una eurodiputada verde. Contra lo que suele ser habitual en estas sesiones de preguntas y respuestas, hubo abucheos y aplausos. Una jarana más propia del Congreso español. El PP ha exportado a Bruselas las patadas por debajo de la cintura como producto inequívocamente nacional. El miércoles fue el día de la primera comparecencia de un miembro del Gobierno en el Congreso dedicada a la DANA de Valencia. Fue el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, el encargado de dar la cara, mientras Pedro Sánchez seguía en el extranjero con la cumbre del clima y la vicepresidenta María Jesús Montero presenciaba la sesión desde su escaño. Formaba parte de la estrategia del Gobierno en la que insiste en que la gestión de la catástrofe corresponde al Gobierno valenciano y que el Gobierno central está para ayudar en lo que se necesite. Es una respuesta que ni siquiera entienden todos los socios del PSOE. Alberto Núñez Feijóo decidió boicotear la comparecencia y dejar su escaño vacío. Su partido dijo que siguió el pleno desde el despacho. Al comenzar la sesión, casi uno de cada cuatro escaños del PP estaba sin ocupar. Sus inquilinos fueronllegando después. Como el jefe no iba a asistir, parece que tenían permiso para dormir un poco más. Santiago Abascal llegó una hora tarde y no se quedó mucho tiempo, aunque esto tampoco es una novedad. Lo que llamó la atención es que toda esa tensión de Bruselas no se trasladó al Congreso. A diferencia de muchos otros plenos, el PP decidió sustituir la furia por un cierto cinismo. Con el fin de menospreciar a Torres, no fue ninguno de los pesos pesados del grupo el que le respondió, sino un diputado valenciano que nunca interviene en las sesiones de control. “Hemos intentado mantener todo esto alejado de la lucha política, pero no ha sido posible”, dijo César Sánchez. Hay que tener valor para decir eso cuando su líder viajó a Valencia el día siguiente de la tragedia para afirmar que la mayor responsabilidad de la tragedia residía en organismos de la Administración central (por la AEMET y la Confederación Hidrográfica del Júcar) teniendo a Carlos Mazón un metro detrás de él. La violencia verbal brilló por su ausencia en el PP. Había órdenes de mantener la calma. “Los ciudadanos no esperan ni bronca ni cálculo electoral”, dijo después Cuca Gamarra. Lo que no había era estómago para defender a Mazón y su Gobierno disfuncional. Y eso que se escucharon palabras muy duras. “El Gobierno de Mazón está de mierda hasta el cuello”, dijo Àgueda Micó, de Compromís. “Las vidas perdidas son responsabilidad del Gobierno valenciano del Partido Popular”. Además, enseñó la portada de La Razón del domingo, esa que destacaba el titular: “Feijóo sostendrá a Mazón para no darle un triunfo a Sánchez”. Pero no hay cálculo electoral, como decía Gamarra. Para nada. Los diputados del PP aguantaron estas frases sin pestañear. En otra ocasión, habrían saltado como fieras. En este pleno, se dedicaron a mirar con mucha atención sus móviles, como si estuvieran leyendo algo verdaderamente interesante. La postura del ministro Torres fue también la de intentar no aumentar la temperatura de la crispación: “No van a encontrar en esta intervención ningún señalamiento”. Dio muchas cifras para desmentir la idea de que no se ha hecho nada por los valencianos. 36.907 personas rescatadas de situaciones en que peligraba su vida. 200.000 litros de agua y 20.000 kilos de comida repartidos por las Fuerzas Armadas. 15.000 toneladas de enseres retirados en las primeras 24 horas. 2.600 coches y camiones sacados de calles y carreteras. El 30 de octubre, había 600.000 valencianos sin agua. El martes eran sólo 1.263 en cuatro municipios. En la sesión de control posterior, el PP apretó las tuercas sobre Teresa Ribera, que está en Bruselas. María Jesús Montero pasó de decir que “no era el momento de reproches” a ponerse en punto de ebullición en cuestión de segundos y recordar los casos del Yak-42, el accidente del Metro de Valencia, el Prestige y el 11M, el póker de grandes éxitos de la derecha. En otra ocasión, tendrían que haber llamado a los antidisturbios para controlar la ira de los escaños del PP. Esta vez, fue una reacción muy poco sonora y de unos escasos segundos. El partido reservaba los golpes bajos para que los propinara su líder. El ausente Feijóo se hizo cuerpo en la sesión de control y al poco salió para dar una breve rueda de prensa. Se trataba de centrar todos los focos en Ribera, por las obras no realizadas en la cuenca de Júcar, una vez más como si Mazón estuviera limpio de polvo y paja. El PP exige que el Gobierno retire la candidatura de la ministra de Transición Ecológica a la Comisión Europea. Feijóo dio la vuelta por completo a lo que está ocurriendo estos días en Bruselas. “El Gobierno debe reflexionar sobre la presión a la que está sometiendo a las instituciones europeas, chantajeándolas”, dijo. Si hablamos de chantajes, es difícil no incluir en esa definición el aviso que Feijóo lanzó a Ursula Von der Leyen, la conservadora alemana que aspira a la reelección al frente de la Comisión. Advirtió de que la Comisión debe iniciar su mandato “sin mancha”, es decir, sin Ribera. La negociación del Gobierno de Von der Leyen fue la tarea complicada que supone equilibrar los intereses de conservadores, socialdemócratas y liberales junto a las aspiraciones de cada Gobierno europeo y los perfiles de los comisarios. No es posible ahora votar en contra de Ribera por separado. Todos los nombres van en el mismo paquete. Si la derecha vota contra Ribera, los socialdemócratas votarán contra los demás. Sería un gran fracaso para Von der Leyen y le obligaría a empezar de cero en la formación de su Gabinete.
Hasta ese nivel llega el intento de prender fuego a la Comisión para salvar a Mazón o conseguir que, en el caso de que sea imposible que sobreviva, el PP pueda demostrar que ha hundido a cambio la carrera europea de Ribera. Unos días después de la victoria de Donald Trump en EEUU y cuando todos coinciden en que Europa debe mostrarse fuerte y no rendirse ante lo que venga de Washington, el PP cree que sus intereses son más importantes. La tragedia de Valencia ha sido un duro golpe para la imagen de gestión de los gobiernos del PP, que eran los baluartes sobre los que Feijóo quería construir una futura victoria electoral. No es sólo lo que le pase a Mazón. Doscientos cadáveres y el Gobierno de la UE no le van a impedir que obtenga sus objetivos.