Flatulencias, acidez y pesadez son sólo algunos de los síntomas habituales de la mala digestión, mal que impide digerir bien los alimentos y aprovechar sus cualidades nutritivas.
Cuando la digestión es lenta, los alimentos se fermentan en el tracto digestivo, lo que produce el malestar.
Entre los síntomas de una mala digestión están los gases, la acidez, la dificultad al digerir, los vómitos, la pesadez y el dolor en la boca del estómago.
Estas molestias pueden ser provocadas por enfermedades del aparato digestivo - en la vesícula o el páncreas-, alimentación rica en grasas o alimentos muy pesados, comer rápido o muy tarde, una mala combinación de alimentos, movimientos bruscos después de las comidas o el estrés.
Sin embargo, también hay formas de mejorar la digestión.
1. Déjate guiar por el sentido del gusto y por tu apetito. Si comes sin hambre o la comida no te sabe bien los jugos digestivos no fluyen apropiadamente y el alimento será insuficientemente digerido.
2. Huye del estrés y las discusiones a la hora de la comida. El sistema digestivo está regulado por el sistema nervioso autónomo, que a su vez está poderosamente influido por la mente y las emociones.
3. Come sin prisa y mastica bien la comida. Una comida bien masticada es más fácil de ser atacada por las enzimas digestivas.
4. Evita la combinación de alimentos ácidos con carbohidratos. Los alimentos ácidos dificultan la acción de las enzimas salivales.
5. Incluye algo de proteína en cada comida. Las comidas bajas en proteína no estimulan la secreción de la gastrina, que a su vez estimula la secreción de ácido clorídrico.
6. Descansa un rato después de comer.
7. No abuses del agua durante las comidas, ya que puede hacer la digestión más lenta y pesada.
8. Toma medicamentos con el estómago lleno.
9. No te excedas en el consumo de antiácidos.