Violencia intrafamiliar: de vuelta al derecho romano
El partido de extrema derecha Vox y muchos integrantes de nuestro tradicionalismo agrupado en torno al PP, a la vista de las abrumadoras estadísticas de mujeres asesinadas por maridos, parejas o exparejas (1.204 desde 2003), niegan que las causas desencadenantes de estos alarmantes acontecimientos provengan de la persistencia en nuestra sociedad, y también en otras, de una concepción patriarcal y machista de las relaciones entre el varón y la mujer. Para edulcorar y difuminar la evidencia, han acuñado, con notoria ignorancia histórica, el concepto de violencia intrafamiliar, que nos retrotrae al Derecho Romano. Los conceptos de familia y ciudadanía fueron una aportación que el Imperio Romano nos legó y que ha llegado hasta nuestros días. La figura del páter familia encarnaba en su persona una potestad omnímoda sobre el hogar y cada uno de los miembros que la componían. La rebelión de cualquiera de los componentes del núcleo familiar contra la autoridad suprema del páter familia llevaba aparejada la pena de muerte, la pérdida de su condición ciudadana y, en el mejor de los casos, el destierro. Encarnaba la autoridad suprema y podía ejercerla de la manera que estimase más adecuada para sus intereses. Los vínculos eran sagrados y se veían reforzados por las castas dominantes, que ejercían su supremacía. Esta concepción de la familia se ha perpetuado a lo largo del tiempo y ha llegado hasta nuestros días avalada por textos políticos y por su regulación en nuestro Código Civil. No hace falta remontarse en los siglos para constatar que la Ley de Principios del Movimiento Nacional de 17 de mayo de 1958 establecía que la comunidad nacional se funda en el hombre como portador de valores eternos y en la familia como base de la vida social y como estructura básica de la comunidad nacional. Curiosamente, frente a los que con razón combaten la sustracción de los menores a recibir una educación en centros privados o públicos, admitía la posibilidad de recibir educación e instrucción en el seno de la familia. La negación de derechos por razón exclusivamente de sexo y por su integración en el seno de la familia patriarcal ha estado presente en nuestro Código Civil hasta tiempos muy recientes. Algunas de estas limitaciones nos pueden parecer incluso pintorescas: obedecer al marido; obligación de seguirle a donde quiera fijar su residencia, siempre que fuere en el territorio nacional; autorización o licencia para administrar sus bienes; prohibición a las mujeres mayores de edad, pero menores de 25 años, de abandonar el domicilio familiar sin la autorización del padre, salvo que fuese para contraer matrimonio o ingresar en una institución religiosa. Si nos situamos en el campo del derecho penal, la violencia intrafamiliar se denominaba parricidio. Se castigaba con la pena de reclusión mayor a muerte al que matare a su padre, madre o hijo, a cualquier otro de sus ascendientes o descendientes legítimos o ilegítimos, o a su cónyuge. Respecto de la muerte o asesinato de la cónyuge, permaneció durante mucho tiempo el artículo del Código Penal que permitía castigar con una simple pena de destierro al marido que, sorprendiendo en adulterio a su mujer, matare en el acto o causare lesiones graves a los adúlteros o a alguno de ellos. En el caso de lesiones leves, quedaba exento de pena. Tal aberración fue suprimida por el Código Penal de la Segunda República. Tras la Guerra Civil y la instauración de la dictadura franquista, el Código Penal de 1944 restauró la justificación del homicidio de la mujer para lavar el honor. En 1963, la actualización del Código modificó algunos de sus artículos, quedando el referido al privilegio del ‘uxoricidio por honor’ suprimido. Diez años después (1973),una nueva actualización incluía en el artículo 405 el crimen cometido hacia cualquiera de los cónyuges (sin distinción de sexo) como ‘parricidio’: resulta significativo que la violencia homicida en el ámbito intrafamiliar contra cualquiera de sus componentes se denominase genéricamente parricidio y no matricidio o filicidio. La semántica no es inocente. El Código Penal vigente de 1995 contempla dos modalidades de delitos contra la vida; homicidio y asesinato, sin distinción de género. Mantiene la circunstancia mixta de parentesco, que puede agravar o atenuar el delito según las circunstancias. El primer brote del feminismo, en su acepción política, surge con la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana, redactada el 5 de septiembre de 1791 por Olympe de Gouges. En su primer apartado proclama: “La mujer nace, permanece y muere libre al igual que el hombre en derechos”. Según opinión compartida, es uno de los primeros documentos históricos que propone la emancipación femenina en el sentido de la igualdad de derechos o la equiparación jurídica y legal de las mujeres en relación con los varones. De Gouges fue arrestada y guillotinada el 3 de noviembre de 1793, acusada de traición a la Revolución, por oponerse a la pena de muerte contra el rey Luis XVI. Si avanzamos en el tiempo, otro paso gigantesco nace con la lucha de las sufragistas para conseguir el voto en Inglaterra, lo que no alcanzan hasta 1918. En España, Clara Campoamor consigue incorporar a la Constitución de la II República el derecho al voto de la mujer, aunque en realidad lo ejercieron por primera vez en el año 1933. Para los que sostienen que se trata de una “Ideología de género”, les dejo para su argumentario unas palabras de la Reina Victoria de Inglaterra: “Dejad que las mujeres sean lo que Dios quiso: una buena compañera para el hombre, pero con deberes y vocaciones totalmente diferentes”. Rechazaba así el voto femenino: “Si las mujeres se despojaran de sí mismas al reclamar igualdad con los hombres –decía–, se convertirían en los seres más odiosos, paganos y repugnantes, y seguramente perecerían sin protección masculina”. Como sostiene la inmensa mayoría de los politólogos, la ideología de género no existe como categoría dentro de las ciencias sociales; es una construcción del pensamiento reaccionario que busca denostar las reivindicaciones de los derechos de las mujeres y de la diversidad sexual. En esta tarea participan con igual ímpetu la Iglesia católica, los partidos políticos de la derecha extrema y la extrema derecha y aquellas personas que comulgan con esas creencias desvariadas.
Estamos viviendo momentos políticos en los que los partidos políticos que están llegando a acuerdos de gobierno (PP y Vox) tratan de difuminar el concepto de violencia de género sustituyéndole por el de violencia intrafamiliar. La violencia dentro del ámbito familiar -homicidio del padre contra los hijos, los hermanos entre sí o incluso de los hijos contra los padres- obedecen a múltiples causas que nada tienen que ver con el género, más bien a sentimientos de odio engendrados por la tensa convivencia, sin desdeñar los intereses económicos o hereditarios. La violencia contra la mujer nace de un sentimiento de dominación sobre la condición femenina. Los “argumentos” para justificarla se pueden sintetizar una frase muy simple: “La maté porque era mía”. Los que consideran que la ideología de género destruye el matrimonio tienen que acudir a argumentos tan aberrantes como el que transcribo a continuación. Proceden de una persona que firma como Vicerrector de una Universidad: “De este modo, todos los tipos de relación tendrían el mismo valor, como el matrimonio varón y mujer, el concubinato, el intercambio de parejas, la poligamia, la poliandria, la prostitución, las uniones homosexuales, la promiscuidad, la pedofilia, la pornografía, la zoofilia, la necrofilia, entre otras”. Por favor, respiren de nuevo, no están soñando, todavía no estamos en el Circo romano.
Tema: Re: Tribuna feminista Sáb Jul 01, 2023 11:06 am
Ultraderecha, feminismo y lesbianas
En las elecciones del 28M, la ultraderecha consiguió entrar en 17 comunidades autónomas. De la mano del PP, gobernará durante los próximos cuatros años en 140 ayuntamientos en nuestro país. Estos números, que a priori pudieran parecer meras cifras, se traducen en una de las mayores amenazas a nuestros derechos humanos fundamentales desde la muerte de Franco y la posterior transición hacia una democracia que aún sufre las secuelas de los 40 años de dictadura franquista. Legitimar un discurso negacionista –que niega la mayor– supone camuflar violencias y recuperar privilegios de aquel sistema fascista que, desgraciadamente, aún habita nuestra sociedad. Por eso el feminismo debe entender que necesitamos unidad, porque nuestros derechos, incluso nuestras vidas, están en riesgo. Por supuesto, la vida de las mujeres LBT, también. Una parte del feminismo más rancio se atreve aún hoy a decir que la diversidad sexual y de género no forma parte de la agenda feminista. Las mujeres estamos en todas partes y el feminismo se reduciría a tres –y, por tanto, perdería su esencia– si obviamos la perspectiva interseccional que como seres humanos nos atraviesa. Las mujeres somos rurales, urbanas, mayores o jóvenes, negras, gitanas, judías, lesbianas, bisexuales, trans, con o sin discapacidad… Por tanto, somos sujetos políticos del feminismo, porque, como mujeres, el patriarcado nos amenaza. Siempre me gusta recordar un ejemplo muy ilustrativo: cuando una mujer camina por las calles de la mano de su pareja hombre, está infinitamente más a salvo que cuando dos mujeres caminan por la calle mostrando abiertamente que son pareja. El motivo no es que unas suframos más que otras (esto no va de “y yo más”), el motivo es, simplemente, que la sociedad lee a la mujer que va con un hombre como una mujer que ya tiene dueño, y se respeta el pacto entre hombres; mientras que en el caso de las lesbianas somos leídas como “dos mujeres solas y disponibles”, acusado por la erotización simbólica del lesbianismo en la pornografía. Pero la base de la violencia es la misma en uno y otro caso. Las lesbianas transgredimos el sistema heteropatriarcal, ese que le dice a los hombres que las mujeres somos de su propiedad y estamos al servicio de sus deseos. Las bolleras venimos a decirles a los hombres hijos del patriarcado que jamás los desearemos y jamás los amaremos como compañeros de vida. Esto enfada al 'macho alfa', a todos aquellos que tantas veces vienen a demostrarnos que sí pueden poseernos: es lo que sucede cuando nos agreden sexualmente al vernos de la mano con nuestras parejas o cuando se enteran de nuestra homosexualidad en los espacios de trabajo o en las escuelas. Se llama acoso, agresión, bullying. Y todas las lesbianas del mundo saben de lo que estoy hablando. ¿Por lesbianas? Sí, por el mero hecho de ser mujeres lesbianas y osar desviarnos de las normas de su deseo. El amor, la sexualidad y la identidad son aspectos políticos. En ella se basan los pilares de nuestra sociedad, sobre los que se construye todo un sistema familiar, económico y social. Por tanto, sí, las mujeres LBT somos sujetos políticos del feminismo y nuestras vidas están en peligro. ¿De muerte? Sí. La ultraderecha ya ha demostrado a lo largo y ancho del mundo que nuestras vidas no valen nada. La lesbofobia aumenta conforme avanza la ultraderecha y la derecha que pacta con ella. El odio hacia las personas LGBTI se ha convertido en un arma arrojadiza constante (diaria) en las redes sociales y en las calles, en las familias y en el trabajo. Pero la diferencia hoy es muy grande, porque ya conocemos la libertad y no tenemos miedo. Calladas, nunca. Esto no va tanto de amor (que, por supuesto, también), esto va de derechos humanos, constitucionales, y no vamos a permitir que nos los arrebaten.
La ultraderecha está avanzando a nivel internacional. En Italia, un país tan cercano, europeo y vecino, ya han atacado a nuestras familias por no asumir que pueda haber dos mamás y han dejado a criaturas indefensas al arrebatarles legalmente la figura de una de sus madres. En nuestro país ya lo han dicho alto y claro: derogarán las leyes que nos protegen y nos otorgan dignidad como seres humanos, derogarán aquellas que, como mujeres, nos protegen de las violencias machistas, condenándolas como delitos que son. Quieren acabar con las comunidades autónomas, sacarnos de Europa y reducirnos a una España negra cuyas cenizas aún arden, removiendo heridas. Lo que nos saben quizá es que esas heridas nos han hecho más fuertes. Tan fuertes que seguimos en la lucha: de frente, con orgullo, reivindicando nuestros derechos, celebrando los conquistados, brindando por la vida, bailando y besándonos a cara descubierta: hasta que nuestros besos dejen de ser motivo de insulto, hasta que nuestros derechos dejen de molestar. Como decía Alba Flores en la Plaza Zerolo de Madrid durante el pregón de este Orgullo 2023: no hay cunetas donde puedan meternos a todas. Así que aquí estamos, abrazando la diversidad que nos enriquece como sociedad. Y desde el feminismo, que no lo duden.
Vivimos en una sociedad tetacentrista; todo o casi todo (al menos en lo que a nosotras se refiere) tiene que ver con esa parte de nuestra fisonomía, que desde muy pequeñas aprendemos a identificar como algo especial. Lo descubres cuando te visten de manera distinta a tus amigos o hermanos, a quienes considerabas hasta ese momento iguales. Cuando ellos se desnudan y tú no, cuando te tienes que bañar con ropa extraña que se te mueve y pica. Se te mueve y pica, porque con un año, o dos, no tiene nada que tapar, más allá de la piel sensible que a cualquier bebé corresponde. ¡¡Pero ah, no!! Tú albergas una extraña amenaza dentro de ti que has de esconder y cultivar.
Esto es solo una broma con lo que nos espera según van pasando los años: empiezan las miradas, cuando no los roces descuidados o expresos, los comentarios, las críticas, la pérdida de autoestima porque nada es perfecto: o muy grandes o muy pequeñas, o caídas, o separadas o muy juntas. Todo lo que tiene que ver con nuestras tetas es objeto de análisis, modas, valoración y reflexión. Encima, las malditas de ellas suben el telón en la adolescencia y se acumulan a los miedos y las inseguridades que lleva consigo. Las mujeres africanas a menudo planchan el pecho de sus hijas porque saben del peligro que ese desarrollo personal les va a suponer: a partir de ese momento serán carnaza para violaciones, prostitución, abusos y hasta asesinatos. Las tetas para esas niñas son la peor amenaza. Sin tan criminales resultados, las mujeres europeas no escapamos a los efectos de las tetas. Es famoso y fértil el refranero popular describiendo con claridad la importancia que tenemos como sus portadoras, como tetas andantes, orondas y plenas, ¿recuerdan?: "Valen más dos tetas que dos carretas", "Teta grande ande o no ande", "La buena teta que en la mano quepa", y mi favorita… "En caso de duda la más tetuda". Si hubiera que reflejar en un solo símbolo la cosificación a que nos tienen acostumbradas, sería esa, una enorme teta que se supone nos representa a todas, describiendo a su vez la falta de alma, de criterio, de respeto y de identidad con el otro (el hombre) a la que aspiramos y que merecemos. Hay que reconocer no obstante que el tetacentrismo no discrimina: Ninguna de nosotras escapamos a la tiranía de la teta. Da igual que seas taxista, artista, escritora, científica o dependienta, y hasta ministra. En cualquier momento se te juzgará, o te juzgarás tú misma por tus tetas. Si has llegado a un espacio de relevancia, no dudes que el tetacentrismo se atribuirá tu éxito. Todo sacrificado a sus altares, a veces la salud, casi siempre la autoestima y siempre los recursos económicos en una industria plegada a la satisfacción y el entusiasmo de sus adoradores. Ya saben, repitan conmigo: todo casos aislados, esta sociedad no es racista, ni clasista, ni machista y desde luego tampoco tetacentrista.
"Como decía Alba Flores en la Plaza Zerolo de Madrid durante el pregón de este Orgullo 2023: no hay cunetas donde puedan meternos a todas."
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marapez V.I.P.
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Tema: Re: Tribuna feminista Vie Jul 07, 2023 12:16 am
el.loco.lucas escribió:
marapez escribió:
"Como decía Alba Flores en la Plaza Zerolo de Madrid durante el pregón de este Orgullo 2023: no hay cunetas donde puedan meternos a todas."
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el.loco.lucas Administrador
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Tema: Re: Tribuna feminista Vie Jul 07, 2023 12:29 am
marapez escribió:
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marapez escribió:
"Como decía Alba Flores en la Plaza Zerolo de Madrid durante el pregón de este Orgullo 2023: no hay cunetas donde puedan meternos a todas."
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Sí, le di clases de dibujo y pintura un par de años.
Laberinto V.I.P.
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Tema: Re: Tribuna feminista Vie Jul 07, 2023 1:03 am
el.loco.lucas escribió:
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Sí, le di clases de dibujo y pintura un par de años.
Anda...un profe!!! Genial!
Con razón tienes un "piquito" de oro...
Laberinto
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Tema: Re: Tribuna feminista Vie Jul 07, 2023 2:31 am
Laberinto escribió:
el.loco.lucas escribió:
marapez escribió:
Alumna tuya?
Sí, le di clases de dibujo y pintura un par de años.
Anda...un profe!!! Genial!
Con razón tienes un "piquito" de oro...
Laberinto
En realidad no soy profesor. Soy arquitecto. Pero tuve varios trabajos mientras hacía la carrera.
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marapez V.I.P.
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Tema: Re: Tribuna feminista Vie Jul 07, 2023 10:17 am
el.loco.lucas escribió:
marapez escribió:
Alumna tuya?
Sí, le di clases de dibujo y pintura un par de años.
Pensé que era de canto...
Laberinto V.I.P.
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Tema: Re: Tribuna feminista Vie Jul 07, 2023 11:17 am
marapez escribió:
el.loco.lucas escribió:
Sí, le di clases de dibujo y pintura un par de años.
Pensé que era de canto...
También canta?!
Laberinto
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Tema: Re: Tribuna feminista Vie Jul 07, 2023 11:25 am
marapez escribió:
el.loco.lucas escribió:
marapez escribió:
Alumna tuya?
Sí, le di clases de dibujo y pintura un par de años.
Pensé que era de canto...
De canto ya le daban clase sus tías
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NEROCAESAR Moderador
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Tema: Re: Tribuna feminista Vie Jul 07, 2023 1:08 pm
el.loco.lucas escribió:
marapez escribió:
Alumna tuya?
Sí, le di clases de dibujo y pintura un par de años.
No sabía que los patos pintaran...
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Tema: Re: Tribuna feminista Vie Jul 07, 2023 2:57 pm
NEROCAESAR escribió:
el.loco.lucas escribió:
marapez escribió:
Alumna tuya?
Sí, le di clases de dibujo y pintura un par de años.
No sabía que los patos pintaran...
NEROCAESAR Moderador
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Tema: Re: Tribuna feminista Vie Jul 07, 2023 6:39 pm
el.loco.lucas escribió:
NEROCAESAR escribió:
No sabía que los patos pintaran...
Debo rectificar: este autorretrato, te ha quedado genial...
Laberinto V.I.P.
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Tema: Re: Tribuna feminista Vie Jul 07, 2023 6:41 pm
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Tema: Re: Tribuna feminista Vie Jul 07, 2023 7:00 pm
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Tema: Re: Tribuna feminista Sáb Jul 08, 2023 5:46 am
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Tema: Re: Tribuna feminista Jue Jul 20, 2023 11:37 am
El lío penal de la ley del 'sí es sí' y la bronca política nublan cuatro años de avances en igualdad
Fue una de las primeras grandes apuestas del Gobierno de coalición al comienzo de la legislatura: sacar adelante una ley de libertad sexual que llevara el 'solo sí es sí' al Código Penal. Lo que comenzó siendo un logro político ha terminado por ser una norma que la izquierda parece querer esconder bajo la manta en campaña electoral, a pesar de que consagra un modelo de atención integral pionero. La reducción de condenas y la excarcelación de más de cien presos parece haber oscurecido los intensos avances en igualdad de la última legislatura. O, dicho de otra manera: todo lo hecho en igualdad durante los últimos cuatro años parece haberse esfumado frente al embrollo penal que supuso la ley del 'solo sí es sí' y a la gestión que hizo el Ministerio de Igualdad de la crisis. La disputa en la izquierda no ha ayudado. Más que reivindicar lo hecho en Igualdad frente a la amenaza, el debate parece haberse centrado en diferenciar el feminismo de Irene Montero del de Yolanda Díaz o Pedro Sánchez. Las palabras 'trincheras', 'diálogo', 'hombres' o '(feminismo) integrador' han aparecido más en estas semanas de campaña que el aborto, las bajas por interrupción voluntaria del embarazo o por reglas dolorosas o las medidas para prevenir y combatir la violencia machista. Las derechas han utilizado el feminismo para confrontar, la izquierda ha buscado diferenciarse y apartarse de un legado que nadie parece reclamar ahora. En solo una legislatura, el Gobierno de coalición ha sacado adelante una ley de salud sexual y reproductiva que ampliaba y reforzaba el derecho al aborto, la ley de libertad sexual y la ley LGBTI, ha blindado el Pacto de Estado contra la Violencia de Género y ha multiplicado por cuatro su presupuesto, ha aprobado normativas sobre transparencia salarial y el paro para las empleadas de hogar, ha puesto en marcha el Plan Corresponsables para crear infraestructuras de cuidados y ha subido el salario mínimo en porcentajes desconocidos hasta ahora, una medida que ha logrado reducir la brecha salarial en nuestro país. En plena campaña y con las derechas llamando a la puerta del Gobierno, los avances en igualdad parecen, sin embargo, relegados a un segundo plano. No todos por igual. En actos, debates y entrevistas la izquierda sí ha destacado algunos de ellos, especialmente los que tienen que ver con la gestión de Yolanda Díaz al frente del Ministerio de Trabajo, como la subida del salario mínimo y el paro de las empleadas domésticas. Han sido, en general, políticas menos controvertidas que las impulsadas por el Ministerio de Igualdad. Son también el fuerte de la candidata de Sumar, que está llevando su laborismo también al terreno feminista. “La mejor política feminista es la subida del salario mínimo”, ha repetido con frecuencia durante la campaña.
Políticas ambiciosas
Lo cierto es que en los últimos cuatro años, las políticas de igualdad han sido ambiciosas. La ley de libertad sexual ha replicado el modelo de atención a la violencia de género: todas las provincias tienen que contar con, al menos, un centro de atención integral 24 horas a víctimas de violencia sexual, la asistencia jurídica es gratuita, los delitos sexuales deberán ser vistos por juzgados especializados, prevé ayudas económicas y refuerza la cadena de custodia de pruebas biológicas para que puedan ser utilizadas en el futuro. La otra gran apuesta del Ministerio de Igualdad fue la ley de salud sexual y reproductiva. La norma ha recuperado el derecho de las menores de 16 y 17 años a abortar sin consentimiento paterno, un punto que ya incluyó la ley de 2010 pero que el Gobierno del PP derogó durante su mandato. Feijóo ya ha explicitado su intención de volver al modelo de Rajoy si gobierna. Además, la nueva ley regulaba por primera vez la objeción de conciencia del personal médico y establecía que las interrupciones del embarazo deben hacerse en centros públicos y próximos a la residencia de las mujeres. Incluye también las bajas por reglas dolorosas y por interrupción voluntaria del embarazo, y contempla por primera vez el concepto de salud menstrual. Las rebajas de condenas con la aplicación de la ley del 'sí es sí' y la gestión política y comunicativa de la crisis que hizo el departamento de Irene Montero marcaron un punto de inflexión. Lejos de admitir errores, el Ministerio responsabilizó siempre a la judicatura y a quienes intentaban descalificarlas. Así comenzó una huida hacia adelante que terminó con la reforma de la parte penal de la norma.
Un pulso perdido
Igualdad había echado otros pulsos a lo largo de la legislatura a su socio de Gobierno, pero este lo perdió. Pese a que hubo otros momentos de tensión, como la tramitación y aprobación de la ley trans, fue entonces cuando el presidente Pedro Sánchez marcó una distancia definitiva con su ministra de Igualdad. Ya en precampaña, Sánchez reivindicaba el feminismo de Nadia Calviño y admitía el error de la ley del 'sí es sí', mientras guardaba silencio sobre otros logros. Casi paralelamente, la disputa entre Unidas Podemos y Yolanda Díaz se avivaba. Si el entorno de Irene Montero se ha sentido poco respaldado por Díaz durante su gestión en el Gobierno, el de la vicepresidenta lamentaba lo mismo. La batalla por el poder y el encaje de Unidas Podemos en la plataforma que preparaba Díaz y, finalmente, la elaboración de las listas para el 23J y la exclusión de Irene Montero fueron las bombas finales.
En las razones de esa exclusión unos vieron una cuestión de reparto de poder y de lealtades –su propio partido aceptó dejarla fuera de las listas en su acuerdo para adherirse a Sumar–, mientras la ministra de Igualdad contraatacaba asegurando que era su feminismo lo que la dejaba fuera del ticket electoral. Ahora, Díaz hace suyo un “feminismo del 99%” que basa en sus políticas laborales y en la mejora de las condiciones materiales de vida y Montero y su equipo apenas asoman en campaña. Mientras, en el feminismo hay quien intenta tender puentes apresuradamente, más allá de las diferencias, para señalar lo conseguido en los últimos años, coser heridas y hacer piña frente a la amenaza de la derecha.
He puesto un me gusta porque no puedo poner un me gusta muchisisissimo, Escuchando a personas con más conocimientos en leyes que yo, he podido comprobar que la ley del si es si, es una ley que defiende legalmente de la agresión sexual mucho mejor que la anterior ley llamando a la agresión por su nombre. Como dice el articulo, durante esta legislatura son varias la leyes que se han aprobado sobre libertad y salud sexual. Parece ser que la sociedad española no está tan avanzada como la ley... no es el primer caso de leyes que se adelantan a su tiempo. Esperemos seguir avanzando y aprovecho que estamos de campaña para decir: ánimo Yolanda! ánimo Irene!
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He puesto un me gusta porque no puedo poner un me gusta muchisisissimo, Escuchando a personas con más conocimientos en leyes que yo, he podido comprobar que la ley del si es si, es una ley que defiende legalmente de la agresión sexual mucho mejor que la anterior ley llamando a la agresión por su nombre. Como dice el articulo, durante esta legislatura son varias la leyes que se han aprobado sobre libertad y salud sexual. Parece ser que la sociedad española no está tan avanzada como la ley... no es el primer caso de leyes que se adelantan a su tiempo. Esperemos seguir avanzando y aprovecho que estamos de campaña para decir: ánimo Yolanda! ánimo Irene!
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marapez V.I.P.
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Tema: Re: Tribuna feminista Miér Jul 26, 2023 10:34 am
Barbie no es la misma, nosotras y España tampoco
Tuve una Barbie y la llamé 'Mierda'. Yo tenía cinco años y fue mi bisabuela la que me tendió aquella caja rosa de juguete. La acepté, había que ser educada. Pero yo no quería una Barbie. O sí quería una Barbie pero decidí resistirme a mi deseo porque aquella muñeca era lo que el mundo esperaba de mí. Que me gustara el rosa. Que fuera esbelta y bella. Impecable en la ropa y el peinado. Madre, doctora, maestra, turista en una playa pero siempre modosa, discreta, contenida, dulce, amable. Y eso me jodía. Así que acepté esa Barbie, le puse de nombre 'Mierda' y a veces, en el coche con mis padres, abría un poco la ventanilla y la sacaba para ver si un golpe de viento o un coche se la llevaba por delante. Hace unos días, 33 años después, fui al cine a ver Barbie. En esa sala oscura me reí, me reconcilié con la muñeca y me pregunté cómo era posible que Warner y Mattel hubieran permitido que Greta Gerwig rodara una Barbie ácida, inteligente y feminista. Ahora tengo una teoría: que construir un relato así era probablemente la única manera de que legiones de mujeres y chicas se reconciliaran hoy en día con Barbie. Porque sí, como dice la película, la muñeca no era un bebé a quien cuidar, era una mujer que hacía cosas y en la que una podía proyectarse. Fue astronauta, pediatra o jueza. Pero Barbie también era ese ideal de belleza imposible, cintura de avispa, pies ridículos, tetas tiesas, piel tersa, una delgadez en la que no cabían pizzas o hamburguesas, pelos, estrías, puntos negros, flacidez. Barbie representaba complacencia y delicadeza, la mujer que siempre tiene que gustar, estar perfecta. Barbie nos dolió. Porque podía haber habido una muñeca astronauta, pediatra o jueza pero podía haber sido distinta. Ahora la vemos controlar su vida, rebelarse contra la injusticia, tener dudas existenciales, reírse de sí misma, ayudar a las demás. Renegar de Ken como la mirada que la valida y reivindicarse ella como la validadora, de ella misma y de él. Y claro, eso nos gusta porque conecta con un mundo que ha cambiado y en el que hemos identificado las razones de nuestros malestares, pero en el que tampoco queremos participar de la quema de nuestros símbolos femeninos, darles la razón a quienes siempre han criticado y ridiculizado 'las cosas de chicas'. Barbie se mueve en esa lógica y por eso revienta la taquilla, agota los pintauñas color chicle, y las mujeres se lanzan a comprar las camisetas y los vestidos rosas que las marcas de ropa lanzan para la ocasión.
Dos días después del estreno, elecciones generales. Y creo que el miedo que tantas mujeres han compartido en las dos últimas semanas se parece mucho a esa rabia de Barbie en la película cuando (perdón, un poco de spoiler) vuelve a Barbieland y descubre que los Ken han instalado el patriarcado. ¿De verdad vamos a retroceder ahora en derechos? No, de momento. En la película, la sororidad es clave para restablecer la justicia, y en la realidad, la movilización tiene mucho que ver con el mundo al que Barbie ha tenido que adaptarse, un mundo en el que la cosificación, el androcentrismo, el paternalismo, las violencias de distinta intensidad, en fin, el machismo, es mucho menos aceptable que hace diez años. Hay un nuevo sentido común que ha calado en la sociedad y que está profundamente enraizado con el feminismo y el movimiento LGTBI. Ese sentido común afecta a lo que nos preocupa, a lo que toleramos y lo que no, a lo que estamos dispuestas y dispuestos a aceptar o pelear, a cómo nos imaginamos el mundo en el que queremos vivir. Barbie no puede ser la misma que en los ochenta porque nosotras no somos las mismas. Ken no puede ser el mismo, y en esa búsqueda de una nueva identidad oscila entre el autoritarismo y la reacción, y un camino en el que haya espacio para la duda, la reconstrucción y la alianza con las otras. Nos suena.
Por el artículo que ha traído Marapez tiene buena pinta, yo me esperaré a que pase la euforia para verla.
No he podido dejar de recordar una manifestación del 8 de marzo allá por el 19.. cuando cantábamos la canción de "Mari Carmen, Mari Carmen, quién te ha visto y quien te ve, antes eras una esclava, ahora feminista es."
eran manifestaciones alegres, reivindicativas donde se mezclaban consignas con canciones. En un momento de silencio alguien gritó "no queremos barbies, queremos barriguitas" y entre risas por un momento las barriguitas fueron las reinas de la fiesta.
No la he visto, pero todas las críticas que he leido la ponen muy bien... me han entrado ganas de ir al cine.
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Tema: Re: Tribuna feminista Vie Ago 11, 2023 8:44 am
"Yo tenía cinco años. La maestra escribió en la pizarra: "Todos los hombres son mortales". Sentí un enorme alivio, un gran regocijo. Esa tarde, cuando salí del colegio, corrí a mi casa y abracé muy estrechamente a mi madre. "Qué suerte Mamita, tu no te vas a morir nunca!" le dije, arrebatadamente. "Qué?" preguntó mi madre, sorprendida. Me separé apenas de ella y le expliqué: -La maestra escribió en la pizarra que los hombres son mortales. Y tú eres mujer!. Por suerte, eres mujer, dije y volví a abrazarla. Mi madre me separó tiernamente de sus brazos. -Esa frase, querida mía, incluye a hombres y mujeres.Todos y todas moriremos algún día. Me sentí completamente consternada y desilusionada. -Entonces, por qué no escribió eso?: "Todos los hombres y mujeres son mortales"? pregunté. Bueno- dijo mi madre, en realidad, para simplificar, las mujeres estamos encerradas en la palabra "hombres". -Encerradas?- pregunté. Por qué? -Porque somos mujeres- me contestó mi madre. La respuesta me desconcertó. Y por qué nos encierran? le pregunté. Es muy largo de explicar, respondió mi madre. Pero acéptalo así. Hay cosas que no son fáciles de cambiar. -Pero si digo "todas las mujeres son mortales"?también encierra a los hombres? -No- contestó mi madre. Esa frase se refiere sólo a las mujeres. Me entró una crisis de llanto. Comprendí súbitamente muchas cosas y algunas muy desagradables, como que el lenguaje no era la realidad, sino una manera de encerrar a las cosas y a las personas, según su género, aunque apenas sabía qué era género: además de servir para hacer faldas, el género era una forma de prisión."
*Cristina Peri Rossi -Escritora uruguaya Ganadora 2021 del Premio Cervantes