Un investigador ha detectado surcos de lava espiralados, con aspecto de sogas enrolladas, cerca del ecuador de Marte, la primera vez que se descubren esos rasgos geológicos fuera de la Tierra.
En nuestro planeta, esos patrones volcánicos se encuentran en la Isla Grande de Hawai y en el lecho del Océano Pacífico. Si bien existen indicios de ríos de lava en muchos lugares en Marte, ninguno tenía la forma de los del hallazgo más reciente.
"La primera vez que vi las espirales me sentí sorprendido y desconcertado", dijo Andrew Ryan, estudiante de posgrado en la Universidad Estatal de Arizona, en un correo electrónico. Su informe sobre el hallazgo aparece el viernes en la revista Science.
La sorpresa más grande es que la espiral de lava más grande de Marte tiene un ancho de unos 30 metros (100 pies), más que cualquiera en la Tierra. Es un indicio de que en el planeta rojo hubo actividad volcánica en los últimos 20 millones de años, es decir recientemente en términos geológicos.
Desde hace más de un decenio los científicos discuten si este laberinto de valles cerca del ecuador marciano fue tallado por procesos glaciales o volcánicos.
El año pasado, Ryan analizó un centenar de fotos de alta resolución tomadas por la sonda Mars Reconnaissance Orbiter desde 2006. Una noche, cuando volvía a estudiar las imágenes, detectó las espirales de lava. Contó 269 espirales, con diámetros de cinco a 30 metros (16 a 100 pies).
Al investigador no le sorprendió que se las hubiese pasado por alto antes, ya que estaban disimuladas en el terreno. Su notable similitud con los ríos de lava hawaianos lo llevó a la conclusión de que la fuerza motriz era la lava, no el hielo.
El científico planetario David Paige de la Universidad de California en Los Angeles dijo que el trabajo tiene pruebas convincentes de que esos extraños patrones son producto de la actividad volcánica.
Esto "revela cuán complicada parece ser la historia geológica real de Marte", dijo Paige —quien no participó de la investigación— en un correo electrónico.
Se cree que ríos de lava fundida corrieron por los valles marcianos hacia una amplia olla en la que se asentaron y crearon las formas espiraladas, las que se conservaron al enfriarse la materia.
No hay señales claras de actividad volcánica en la actualidad. Ryan dijo que nuevas observaciones podrían descubrir esas espirales en otras regiones del planeta.