Este glaciar no deja de sorprenderme. Nace, al igual que los otros doce glaciares patagónicos, en el campo de hielo ubicado al oeste de la provincia de Santa Cruz. Con catorce mil kilómetros cuadrados, esta enorme superficie representa la tercera más grande del mundo, después de la Antártida y Groenlandia, y constituye la cuenca de alimentación de los glaciares de Chile y la Argentina.

Al comienzo del sector de pasarelas, el guía nos había dado una breve charla informativa y nos había marcado el camino.

Antes de llegar al primer balcón, se observa la placa de la declaración de Patrimonio Mundial de la Humanidad, otorgada por la UNESCO en 1981. Y más adelante, dos atriles informativos sobre los procesos glaciarios y la formación del Perito Moreno en particular.

Cada mirador ofrece una nueva perspectiva. Desde el ingreso al sector de pasarelas, se desciende cuatrocientos metros hasta el balcón inferior, el más cercano al frente del glaciar. El cansancio del trekking en el hielo comenzaba a sentirse, por eso acepté el consejo del guía de dirigirme siempre a la derecha, escaleras abajo, para descansar un poco. El balcón intermedio es el mejor lugar para apreciar el sector norte del glaciar con una muy buena vista del canal de los Témpanos y hacia la izquierda de este mirador, se encuentra el segundo balcón, bien enfrente del glaciar.

VISTO DESDE EL AIRE

Así es que decidimos realizar la excursión llamada Safari Náutico, que permite desde un catamarán vivir la sensación de estar casi al lado de la gran mole de hielo blanca. Se pueden apreciar sus colores, grietas e incluso alguna de sus estrepitosas rupturas.

A bordo de uno de los catamaranes de la empresa Hielo y Aventura, realizamos una navegación por el brazo Rico del Lago Argentino para acercarnos y admirar la verdadera dimensión de las paredes de hielo.
Para ello, ingresamos al parque nacional Los Glaciares y nos dirigimos al mirador donde se encuentra la bahía Bajo las Sombras, lugar de embarque para realizar el safari náutico y otras excursiones que salen desde allí.

A medida que avanza el catamarán, van apreciando los témpanos que al desprenderse del glaciar flotan a la deriva por el espejo de agua. A todos sorprenden los pequeños rompimientos del glaciar que se anticipan con un ruido como de un estallido que en forma inmediata nos lleva a buscar con la mirada el lugar donde se produjo.

Al acercarse al extremo sur del Canal de los Témpanos, el barco se ubica a una distancia prudencial del frente del glaciar y comienza a recorrerlo en toda su extensión. A esta altura, la mayoría de los visitantes se encuentran fuera del barco tratando de captar con sus cámaras filmadoras y fotográficas parte del espectáculo descripto. El silencio y la expectativa por presenciar un desprendimiento dominan a todos los presentes.

Gracias a esta excursión lacustre, apta para toda la familia, las fantásticas tonalidades azules y las formas caprichosas del Perito Moreno se descubren en toda su magnitud.

El Glaciar Perito Moreno está situado en una zona rodeada de bosques y montañas, dentro del Parque Nacional Los Glaciares, creado en 1937 en la Provincia de Santa Cruz, en el sur de la República Argentina.
A unos 80km se encuentra la villa de El Calafate que dispone de un aeropuerto internacional y que es la principal vía de acceso a la zona.
La última ruptura del glaciar, se produjo en marzo de 2006, es un espectáculo impresionante del que los turistas pueden gozar a tan sólo unos 400 m de distancia, en instalaciones especialmente creadas para la observación.

Casi al alcance de la mano, un juego extraño de dimensiones y percepción para los sentidos. Por momentos, apacible, inmóvil, congelando la atmósfera y el tiempo. De vez en cuando, algún murmullo, un rugido que crece desde lo profundo, y de repente… la sólida pared de setenta metros de hielo sucumbe a la presión, se desprende y derrumba, desgajándose con estrépito. Y una se queda ahí, apoyada en la baranda, atónita y sin aliento, a la espera de un nuevo desprendimiento.

Pasa el tiempo y no puedo dejar de mirarlo, tratando de intuir dónde será la próxima caída. Es inútil, su majestuosidad sobrecoge y atrapa sin predecirlo.

Como orgullosamente anuncian los calafateños, el glaciar Perito Moreno bien se ha ganado el octavo lugar en las maravillas del mundo.

Que envidia ver ese espectáculo en directo!!