CATALUNYA YA ESTÁ PERDIDA

CATALUNYA YA ESTÁ PERDIDA

Catalunya ya está perdida (es la idea que transmiten) para los nacionalistas españoles, esto es, el PP en primer lugar y el PSOE, otrora federalista y hoy vergonzosamente inclinado al centralismo por unos cuantos votos, en segundo.

Ante los próximos comicios a celebrar en Galicia, región muy importante para el PP como mayor granero de votos para su causa, el Ministro español de Educación, hombre de palabra fácil y sociólogo, se ha destapado con la frase de “españolizar a los niños catalanes” no pensando en Catalunya, y aunque sabedor que esta “metedura de pata” poco beneficiará a su partido en la nación catalana restándole votos (poco favor le ha hecho a la señora Chacón) la ha pronunciado sabedor que en el resto de España es bien acogida. Todo cuanto sea arremeter contra Catalunya da votos en la piel de toro y esa ha sido la intención del señor Wert Ortega.

Hace ya mucho tiempo que me di cuenta de que España —la España política, financiera e incluso militar—, está convencida que no hay marcha atrás en cuanto a la recuperación de la soberanía catalana. Ésta podrá ser como una independencia total y crearse un nuevo Estado; es la que menos gusta en general, pero otras menos traumáticas para España, como la configuración de un Estado plurinacional, no se quiere contemplar. Llegar a esto sería un convenio, un pacto amistoso y además necesario porque el tema se lleva prolongando mucho tiempo, pero se prefiere más la ruptura pensando que Catalunya podría un día arrepentirse. Viene a ser como un deseo de verla hundida: “si no estás conmigo que mal rayo te parta”. De ahí tanto agorero asegurando el hundimiento de Catalunya ante una secesión.

¡Qué manera más torpe de “hacer patria”!

¿Qué razones hay —no oigo ninguna— para que Catalunya y España no puedan caminar juntas sin necesidad de uniformidad? Si esta fórmula no ha sido nunca desdeñable desde Catalunya, porque recuperar soberanía no significa ruptura ¿a qué no meditarla por parte española y en vez de ello comportarse negativamente para proliferar el separatismo? ¿Es que en el fondo se sigue pensando que una declaración de independencia sería el motivo ideal para que la “neo Brunete” marchase camino hacia el Principado?…

Mucho puerilismo veo en esa idea belicista. No se dan cuenta de que España, hoy, y ya veremos mañana o pasado, está atada de pies y manos ante los prestamistas del mundo y ante las naciones europeas que no le permitirán aventuras guerreras. "No tenemos para pan, y compramos abanicos"... Pero si por entregar soberanía acaba de hacerlo (nuevamente) ante el Imperio USA; si a este paso no tendrá España soberanía ni en el Museo del Prado…

¿Qué le queda al Estado español por vender o entregar a los demás? ¿La dignidad?… Esperemos que hasta ahí no lleguen estos policastros de medio pelo, pero por el camino que han tomado, juzguen ustedes mismos.

El Postiguet

Creo que se habrá entendido mi lapsus cuando dije la señora Chacón; quise decir la señora Camacho. Disculpen.

El Postiguet

¡Hola amigo! Sí, posiblemente sea así como les gustaría a muchos ver a Cataluña: perdida o muerta, antes de verla independiente. Como esos maridos despechados que, ante la impotencia de no poder recuperar su matrimonio, prefieren ver muerta a su pareja. Así lo veo yo.
Pero también es el discurso del miedo, la forma de tratar meternos miedo. Como dice Paulo Coelho: Cuántas cosas se pierden por miedo a perder.. Aunque hay otra que dice: De perdidos al rio ¿no?


Un abrazo

Batty escribió:

¡Hola amigo! Sí, posiblemente sea así como les gustaría a muchos ver a Cataluña: perdida o muerta, antes de verla independiente. Como esos maridos despechados que, ante la impotencia de no poder recuperar su matrimonio, prefieren ver muerta a su pareja. Así lo veo yo.
Pero también es el discurso del miedo, la forma de tratar meternos miedo. Como dice Paulo Coelho: Cuántas cosas se pierden por miedo a perder.. Aunque hay otra que dice: De perdidos al rio ¿no?


Un abrazo

Queridísima Batty, nunca te he preguntado —ni ahora lo hago— sobre tu posición ante este tema; es más, te ruego que pases de ello y no me respondas. Pero yo sí quiero dejar constancia de lo que opino al respecto.

Opino que la idea separatista nunca ha estado tan fuertemente impregnada en la sociedad catalana como ahora lo está. Creo que más bien existía la idea de poder caminar juntos con España pero sin la uniformidad que desde el centralismo se exige, y siempre bajo un clima de igual a igual. Si desde España esta idea se hubiese comprendido y aceptado hace tiempo, que es idea que no rompe ni destruye, sino que consolida una unión al margen de la uniformidad exigente, no se hubiese llegado a esta situación. Situación mala para ambas partes, y digo mala porque no hay ruptura que sea buena; otra cosa es la situación en que quedará cada una de las partes, y ahí Catalunya tiene mucho que ganar o, al menos, perder menos que España.

Si la secesión llegara, y visos hay que auguran ese final, más tarde o más temprano, no será el hundimiento de nadie, España saldrá a flote, eso sí, más empequeñecida, y Catalunya saldrá a flote igual, eso sí, con todas las opciones en su mano para salir airosa sin el paternalismo nacionalista español, que, dicho con toda naturalidad, más que hacerle falta, le sobra.

Ambos Estados serán pequeños; uno, España, al perder parte de él; Catalunya más pequeño aún, pero con un porvenir por delante esperanzador. No es lo mismo tener un camino nuevo que recorrer, con lo que de ilusionante es esto para el ser humano, que un camino donde reconocer, en el caso de España, que vas perdiendo flete durante tu singladura.

¿Y por qué tener que llegar a esto? Por la cerrazón y testarudez de no querer reconocer la realidad, y —y aquí empleo algo muy español— no querer coger al toro por los cuernos. España, sus Gobiernos y el Estado en general, los veo miopes, mezquinos, incompetentes e irresolutos. El “antes alemana que catalana” o el “antes roja que rota” son ideas impropias de gentes cuya obligación primera es solventar los conflictos. Tenemos una casta política nefasta, son más dados a crear problemas que a resolverlos.

No obstante, y pese a ello, tengo la completa seguridad que alguien deberá poner orden en estas cosas, y se comenzará a una negociación lógica que nunca debió faltar. El miedo de los primeros años de la Democracia, con una fuerza muy grande nacionalista española, controlada desde el destacamento militar, no era el mejor momento para buscar la solución al eterno conflicto, pero ya han pasado muchos años, y esa derecha que emana del franquismo, o esa izquierda de pacotilla llamada PSOE, deben entender que ya ha llegado la hora de ponerse a trabajar en todos los frentes abiertos. La excusa de que ahora no toca ya no vale; precisamente es ahora cuando toca, no sea que por su cerrazón la hora haya terminado.

El Postiguet

No tengo ningún inconveniente en explicar cuál es mi posición al respecto, y encantada de aclararla.
Para mí, Lluís, los verbos: separar, dividir, alejar, divorciar... Son verbos muy tristes, pero entiendo que a veces son necesarios. Me considero catalana y española, aunque no soy nacionalista de ninguna nación. Y es cierto lo que dices de que nunca había estado tan presente la idea separatista, o independentista, en nuestra sociedad. Pero es que esta vez nos hemos subido al carro los no nacionalistas también. Porque no hace falta haber nacido aquí, ni sentir esa falera nacionalista, para darse cuenta de que no queremos leyes sino motivos.

Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices, aunque yo nunca lo hubiese explicado tan bonito Me encanta leerte, ya lo sabes, se aprende mucho al lado de personas como tú. Lástima no tener un nivel superior y poder aportar más, tampoco son temas que me hayan interesado demasiado hasta ahora.

¿Que está perdida Cataluña? Más lo va a estar si no rectifica.
Más perdida que el barco del arroz. Ha escogido mala senda Cataluña, a no ser que la senda correcta sea no estar en España ni en la UE. El Tratado de La Unión es lo suficientemente explícito.
Como son muy listas seguramente sabrán buscarse la vida, pero también tendremos el beneficio añadido de que la mosca cojonera se ha largado, aunque también podríamos decir: "Se va el caimán, se va el caimán".

Tanto hablar de Catalunya va muy bien para distarer de otras cuestiones más...españolas, ¿verdad?

La incompetencia del presidente del gobierno del estado español,por ejemplo. Ya se acabó lo de meterse con Zapa, ahora tienen a Mas. Ninguno de los dos es santo de mi devoción, pero los del actual gobierno clama al cielo, por seguir utilizando términos religiosos.

Por cierto, que en religión también se lucen los pperos españolísimos..¡mantillas y sotanas a tuttipleni!...muy libertario todo, muy respetuoso....¿O no se puede ser español sin ser católico, conservador y fan de la Legión?

Mientras nos expolian, nos degradan, nos dejan en la miseria como españoles...,¡sigamos hablando de la "malvada" Catalunya!...¡Ay, que razón tiene Chomsky!

Vaya por delante que no soy nacionalista catalán, como tampoco nacionalista español. Soy, simplemente, un ciudadano al que le gustaría que la sociedad en la que me encuentro y pertenezco, con las diferencias propias de toda sociedad, caminara, o navegara (ya que soy aficionado a la mar) en una misma dirección. Lo que suele decirse: remar todos buscando un mismo fin.

Seamos realistas y tengamos la capacidad para entender que ello no es así. Razones históricas, lingüísticas, culturales y otras muchas, nunca debiéramos considerarlas como elementos ajenos que no nos son propicios y que nos desestabilizan. Todo lo contrario, la diversidad de la sociedad española es un gran tesoro, un tesoro que es de todos. Y tesoro también es la fortaleza de cualquier ciudad, región o nación española en su capacidad para crear riqueza.

Sé de la ceguera y del odio que hay en este bendito país, por desgracia para todos, y que el odio es incapaz de ver las realidades, suele interpretarlas a su gusto y modificarlas a su conveniencia hasta hacerlas irreconocibles. Ya que hablamos de Catalunya, no podemos ser ciegos de saber la capacidad creadora de esta nación, que es parte nuestra, y que por ser avanzada en muchos aspectos no debiera ser encorsetada.

Entiendo también que el Estado tiene la obligación de llevar riqueza allá donde no exista, pero nunca en detrimento de donde esa creación de riqueza es natural y está arraigada en esa parte de la sociedad. Si la zona del mediterráneo español, desde Andalucía hasta Catalunya, es la mayor productora de bienes, es allí donde hay que fortalecer las comunicaciones para que esos bienes sean mayores. No estoy en contra de que Fomento realice infraestructuras en lugares necesitados, pero estamos viendo últimamente que se han hecho enormes inversiones que luego son una rémora, pues en vez de generar riqueza crean un gasto de mantenimiento enorme. ¿Por qué no ya, de una vez, el corredor Mediterráneo? Cada cual puede pensar como quiera, pero “ese corredor” podría favorecer en mucho a Catalunya, y ahí se tropieza con intereses políticos centralistas. Lo de “antes alemana que catalana”, está hondamente incrustada en gran parte de la clase política centralista.

No hay problema para el centralismo en que todas las infraestructuras, radiales, coincidan en Madrid, una ciudad que la están convirtiendo en Ciudad-Estado, una idea que ya está siendo descartada en otros lugares del mundo. Una Ciudad-Estado que crea infinidad de problemas a sus habitantes, que lo digan los propios madrileños… No tiene lógica a estas alturas. España camina, desde hace siglos, con el paso cambiado.

¿Ustedes creen que un fabricante de calzado no fabricaría zapatos azules si este producto fuera el demandado por los compradores? ¿Cree alguien que sabiendo esa petición fabricaría zapatos color marrón? Estaría loco, pensaríamos, quiere hundir su negocio. Pues bien, aquí, en vez de crear riqueza desde el propio Estado, se crean bolsas de déficit, de deudas, de ruina en general.

Ya he dicho que un Estado como debe ser procurará llevar a todos los rincones riqueza para sus ciudadanos, pero abandonar aquél otro que por tradición de siglos sea el motor que empuje a los demás, es demencial. Y eso está haciendo España desde la Democracia. ¿Cuál puede ser la razón de no invertir en donde cada euro se transforma en un beneficio mayor? El convencimiento de que ese lugar, digamos ahora Catalunya, es lugar que se le escapará de las manos y tiene plena conciencia de ello. De ahí que piense que se da por hecho que Catalunya está perdida.

¿Ustedes saben, en realidad, lo que está haciendo España? Lo resumiré en esta frase: “No tenemos para pan, y compramos abanicos”.

El Postiguet

sin ser independentista, veo en la independencia de una region, una oportunidad de hacer nacer un sistema con una democracia real.

Porque si no nos dejan cambiar el sistema Español, habra que hacerlo de otra forma, practicando democracia y ganando al gobierno el terreno que nos pertenece de forma democratica, para asi constiruir una Democracia digna de ese nombre...Es la Independencia de un pueblo frente a sus gobernantes corruptos.