En mi modesto foro tengo una sección llamada "Cartas a Batty" y en ella, como si de una correspondencia se tratase, escribo a esta mi muy querida y estimada amiga del Todos los Foros.
Hoy le he vuelto a escribir, pues hacía tiempo que por trabajo, y algo de pereza que todo hay que decirlo, no hacía. Y me he dicho ¿por qué no publicarla también en T.L.F. Y aquí está, aquí la tienen.
Mi muy querida Batty, si no supiera de ti que eres muy crédula, y posees buena fe al creer en el ser humano sin más, diría que eras una propagandista cuando hace tiempo —¿recuerdas?— me decías que don Mariano Rajoy, una vez llegado al poder, cumpliría con todos sus compromisos. Según tú, don Mariano, hombre serio y de derechas “como Dios manda” (palabras tuyas), no sería capaz de mentir al pueblo español.
Y bien, Batty, ¿qué me dices ahora? Si de todas sus promesas alguna no hubiese cumplido, digo alguna, entendería que hay veces que lo que se promete, por causas diversas, no se puede cumplir como uno quisiera; pero Batty querida, el señor Rajoy no ha cumplido ninguna, es más, ha hecho todo lo contrario de lo que prometía. Ha engañado a la sociedad española, eso sí, amparado con haber recibido una herencia de Zapatero que desconocía. Aquí, Batty, permíteme que el concepto que de don Mariano tengo, al ver tantos incumplimientos, haya bajado muchos enteros, porque tengo la completa seguridad de que él sabía dónde se metía, pues hasta el más simple ciudadano español, conocía la situación económica de España.
Lo que ocurre, Batty, es que don Mariano y su partido, el PP, lo que pretendía es arrebatar el poder al PSOE, ya que desde el poder es desde donde se hacen los grandes negocios personales y de partido, y, para que esos negocios los hicieran los socialistas, que de hecho muchos hicieron, el PP prefirió hacerlos él, y al ciudadano que le den viento fresco. En este país, para estos políticos de medio pelo, lo que importa es estar bien con el amo —el gran capital— y de paso llenar algunas (muchas) alforjas particulares. Ya verás como cuando salgan de esta, que saldrán y posiblemente antes de terminar su mandato legal, saldrán con sus billeteras muy apañadas, tendrán buenas colocaciones para el día después, y tú y yo, mi querida niña, juntamente con millones de ciudadanos, seremos los damnificados: menos dinero, menos estado del bienestar, un futuro incierto y con más deudas del Estado obligados a pagar.
Así será si no le ponemos remedio.
Tuyo,
El Postiguet