El sentido de la vida ¿Cual es?

El sentido se empieza a buscar en el momento que se tiene constancia de ti, la mente es la que busca el sentido, pero si abrimos un cerebro , solo veremos una materia, no veremos las ideas, emociones ni pensamientos.

¿Los animales buscan algun sentido a su existencia? ¿Un chip lo busca? ¿Un robot? ¿Un ordenador? En teoria solo lo busca el humano, ¿Por que?

Podés pensar el sentido de manera trascendental (el sentido de la vida por ej), o de manera funcional, es decir; el proceso cognoscitivo rechaza el sinsentido (ej: el por qué final que establecés es la búsqueda del sentido de una idea... si yo te digo que un chip busca el sentido de su existencia, es muy factible que rechaces esa idea, por carecer de sentido). Este proceso ciertamente sólo lo tenemos los humanos.

Pur escribió:

Podés pensar el sentido de manera trascendental (el sentido de la vida por ej), o de manera funcional, es decir; el proceso cognoscitivo rechaza el sinsentido (ej: el por qué final que establecés es la búsqueda del sentido de una idea... si yo te digo que un chip busca el sentido de su existencia, es muy factible que rechaces esa idea, por carecer de sentido). Este proceso ciertamente sólo lo tenemos los humanos.

Se puede dar sentido a muchas cosas, al agua, el fuego, las emociones, pero la vida las engloba a todas, el sinsentido esta en todo, hasta en el sentido. El sentido lo puede buscar el conociemiento, las emociones o la curiosidad , aunque a veces lo puede buscar la propia necesidad de sobrevivir

Hablo de cómo funciona el proceso cognoscitivo, rechaza el sinsentido... de hecho para formular esa oración que formulaste, ese proceso tuvo que funcionar, si no funciona bien, escribís cualquier preposición o establecemos postulados de lo más inconexos e incoherentes (y si todos fuéramos así, no existiría el sentido).

Pur escribió:

Hablo de cómo funciona el proceso cognoscitivo, rechaza el sinsentido... de hecho para formular esa oración que formulaste, ese proceso tuvo que funcionar, si no funciona bien, escribís cualquier preposición o establecemos postulados de lo más inconexos e incoherentes (y si todos fuéramos así, no existiría el sentido).

El sinsentido es antes que el sentido, pero una vez encontrado el sentido el sinsentido prevalece sobre el sentido, es de primero de filosofia

Y de manera trascendental, creo que este mismo proceso lo establece la fe (se busca que "las cosas" tengan sentido) aunque ya no tenga que ver con el conocimiento, porque se trate de cosas que desconocemos.

(lo último que escribiste lo dejo, no alcancé a estudiar la corriente de pensamiento malabarista en primer año de filosofía )

El sentido filososfico es siempre un sentido inconsecuente, eso ya es de segundo de filosofia

o incontinente... de 3º de medicina

Tomatelo a broma, pero es asi, la Filosofia se lo cuestiona todo, pero si estos momentos no hubiera ciencia, seguiriamos en el V antes de C.

Vais directos a 6º de psiquiatría...

Antisozzial escribió:

Tomatelo a broma, pero es asi, la Filosofia se lo cuestiona todo, pero si estos momentos no hubiera ciencia, seguiriamos en el V antes de C.

Exacto, gracias a la búsqueda de sentido (del proceso cognoscitivo). La religión (la fe) tomó otro camino de sentido, con respuestas estáticas y absolutas, que la razón no pudo (estructuralmente) sostener.... por eso todo continuó (los interrogantes continuaron).

La psiquiatria si que no estudia nada, es peor que la filosofia, la mente no estudiable ni comprensible

Esta el sentido de la ilusion, la ilusion de vivir esa vida y unica, saber que no se repetira ese momento y esa vida, hace que esto le de un sentido fugaz

Antisozzial escribió:

Esta el sentido de la ilusion, la ilusion de vivir esa vida y unica, saber que no se repetira ese momento y esa vida, hace que esto le de un sentido fugaz

Alguien le ha robado la contraseña del foro a Antisozzial...

el.loco.lucas escribió:

Antisozzial escribió:

Esta el sentido de la ilusion, la ilusion de vivir esa vida y unica, saber que no se repetira ese momento y esa vida, hace que esto le de un sentido fugaz

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¿Por que?

Antisozzial escribió:

el.loco.lucas escribió:

Antisozzial escribió:

Esta el sentido de la ilusion, la ilusion de vivir esa vida y unica, saber que no se repetira ese momento y esa vida, hace que esto le de un sentido fugaz

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¿Por que?

Esa sensación de "vivir el momento" y la "ilusión de vivir esa vida única" parece muy lejos de tu nihilista tono habitual.

el.loco.lucas escribió:

Antisozzial escribió:

el.loco.lucas escribió:

Antisozzial escribió:

Esta el sentido de la ilusion, la ilusion de vivir esa vida y unica, saber que no se repetira ese momento y esa vida, hace que esto le de un sentido fugaz

Alguien le ha robado la contraseña del foro a Antisozzial...

¿Por que?

Esa sensación de "vivir el momento" y la "ilusión de vivir esa vida única" parece muy lejos de tu nihilista tono habitual.

Pero yo no he dicho que lo tenga, simplemente tengo una teoria anodina

Antisozzial escribió:

el.loco.lucas escribió:

Antisozzial escribió:

el.loco.lucas escribió:

Antisozzial escribió:

Esta el sentido de la ilusion, la ilusion de vivir esa vida y unica, saber que no se repetira ese momento y esa vida, hace que esto le de un sentido fugaz

Alguien le ha robado la contraseña del foro a Antisozzial...

¿Por que?

Esa sensación de "vivir el momento" y la "ilusión de vivir esa vida única" parece muy lejos de tu nihilista tono habitual.

Pero yo no he dicho que lo tenga, simplemente tengo una teoria anodina

Ah, bueno, me habías preocupado...

Algo muy interesante sobre este tema:

"Será porque tres de mis más queridos amigos se han enfrentado inesperadamente estas Navidades a enfermedades gravísimas. O porque, por suerte para mí, mi compañero es un hombre que no posee nada material pero tiene el corazón y la cabeza más sanos que he conocido y cada día aprendo de él algo valioso. O tal vez porque, a estas alturas de mi existencia, he vivido ya las suficientes horas buenas y horas malas como para empezar a colocar las cosas en su sitio.. Será, quizá, porque algún bendito ángel de la sabiduría ha pasado por aquí cerca y ha dejado llegar una bocanada de su aliento hasta mí. El caso es que tengo la sensación -al menos la sensación- de que empiezo a entender un poco de qué va esto llamado vida.

Casi nada de lo que creemos que es importante me lo parece. Ni el éxito, ni el poder, ni el dinero, más allá de lo imprescindible para vivir con dignidad. Paso de las coronas de laureles y de los halagos sucios. Igual que paso del fango de la envidia, de la maledicencia y el juicio ajeno. Aparto a los quejumbrosos y malhumorados, a los egoístas y ambiciosos que aspiran a reposar en tumbas llenas de honores y cuentas bancarias, sobre las que nadie derramará una sola lágrima en la que quepa una partícula minúscula de pena verdadera. Detesto los coches de lujo que ensucian el mundo, los abrigos de pieles arrancadas de un cuerpo tibio y palpitante, las joyas fabricadas sobre las penalidades de hombres esclavos que padecen en las minas de esmeraldas y de oro a cambio de un pedazo de pan.

Rechazo el cinismo de una sociedad que sólo piensa en su propio bienestar y se desentiende del malestar de los otros, a base del cual construye su derroche. Y a los malditos indiferentes que nunca se meten en líos. Señalo con el dedo a los hipócritas que depositan una moneda en las huchas de las misiones pero no comparten la mesa con un inmigrante. A los que te aplauden cuando eres reina y te abandonan cuando te salen pústulas. A los que creen que sólo es importante tener y exhibir en lugar de sentir, pensar y ser.

Y ahora, ahora, en este momento de mi vida, no quiero casi nada. Tan sólo la ternura de mi amor y la gloriosa compañía de mis amigos. Unas cuantas carcajadas y unas palabras de cariño antes de irme a la cama. El recuerdo dulce de mis muertos. Un par de árboles al otro lado de los cristales y un pedazo de cielo al que se asomen la luz y la noche. El mejor verso del mundo y la más hermosa de las músicas. Por lo demás, podría comer patatas cocidas y dormir en el suelo mientras mi conciencia esté tranquila.

También quiero, eso sí, mantener la libertad y el espíritu crítico por los que pago con gusto todo el precio que haya que pagar. Quiero toda la serenidad para sobrellevar el dolor y toda la alegría para disfrutar de lo bueno. Un instante de belleza a diario. Echar desesperadamente de menos a los que tengan que irse porque tuve la suerte de haberlos tenido a mi lado. No estar jamás de vuelta de nada. Seguir llorando cada vez que algo lo merezca, pero no quejarme de ninguna tontería. No convertirme nunca, nunca, en una mujer amargada, pase lo que pase.

Y que el día en que me toque esfumarme, un puñadito de personas piensen que valió la pena que yo anduviera un rato por aquí.

Sólo quiero eso.

Casi nada.

O todo."

Ángeles Caso. Periodista.

Ya te preocupra la argentina cuando se despierte, ya se sabe que las argentinas son muy pesadas, tuve yo una novia de Mendoza, pero pesada, pesada

Antisozzial escribió:

Ya te preocupra la argentina cuando se despierte, ya se sabe que las argentinas son muy pesadas, tuve yo una novia de Mendoza, pero pesada, pesada

q bestia xDD

el.loco.lucas escribió:

Algo muy interesante sobre este tema:

"Será porque tres de mis más queridos amigos se han enfrentado inesperadamente estas Navidades a enfermedades gravísimas. O porque, por suerte para mí, mi compañero es un hombre que no posee nada material pero tiene el corazón y la cabeza más sanos que he conocido y cada día aprendo de él algo valioso. O tal vez porque, a estas alturas de mi existencia, he vivido ya las suficientes horas buenas y horas malas como para empezar a colocar las cosas en su sitio.. Será, quizá, porque algún bendito ángel de la sabiduría ha pasado por aquí cerca y ha dejado llegar una bocanada de su aliento hasta mí. El caso es que tengo la sensación -al menos la sensación- de que empiezo a entender un poco de qué va esto llamado vida.

Casi nada de lo que creemos que es importante me lo parece. Ni el éxito, ni el poder, ni el dinero, más allá de lo imprescindible para vivir con dignidad. Paso de las coronas de laureles y de los halagos sucios. Igual que paso del fango de la envidia, de la maledicencia y el juicio ajeno. Aparto a los quejumbrosos y malhumorados, a los egoístas y ambiciosos que aspiran a reposar en tumbas llenas de honores y cuentas bancarias, sobre las que nadie derramará una sola lágrima en la que quepa una partícula minúscula de pena verdadera. Detesto los coches de lujo que ensucian el mundo, los abrigos de pieles arrancadas de un cuerpo tibio y palpitante, las joyas fabricadas sobre las penalidades de hombres esclavos que padecen en las minas de esmeraldas y de oro a cambio de un pedazo de pan.

Rechazo el cinismo de una sociedad que sólo piensa en su propio bienestar y se desentiende del malestar de los otros, a base del cual construye su derroche. Y a los malditos indiferentes que nunca se meten en líos. Señalo con el dedo a los hipócritas que depositan una moneda en las huchas de las misiones pero no comparten la mesa con un inmigrante. A los que te aplauden cuando eres reina y te abandonan cuando te salen pústulas. A los que creen que sólo es importante tener y exhibir en lugar de sentir, pensar y ser.

Y ahora, ahora, en este momento de mi vida, no quiero casi nada. Tan sólo la ternura de mi amor y la gloriosa compañía de mis amigos. Unas cuantas carcajadas y unas palabras de cariño antes de irme a la cama. El recuerdo dulce de mis muertos. Un par de árboles al otro lado de los cristales y un pedazo de cielo al que se asomen la luz y la noche. El mejor verso del mundo y la más hermosa de las músicas. Por lo demás, podría comer patatas cocidas y dormir en el suelo mientras mi conciencia esté tranquila.

También quiero, eso sí, mantener la libertad y el espíritu crítico por los que pago con gusto todo el precio que haya que pagar. Quiero toda la serenidad para sobrellevar el dolor y toda la alegría para disfrutar de lo bueno. Un instante de belleza a diario. Echar desesperadamente de menos a los que tengan que irse porque tuve la suerte de haberlos tenido a mi lado. No estar jamás de vuelta de nada. Seguir llorando cada vez que algo lo merezca, pero no quejarme de ninguna tontería. No convertirme nunca, nunca, en una mujer amargada, pase lo que pase.

Y que el día en que me toque esfumarme, un puñadito de personas piensen que valió la pena que yo anduviera un rato por aquí.

Sólo quiero eso.

Casi nada.

O todo."

Ángeles Caso. Periodista.

Me ha gustad mucho. Pienso que estas conclusiones las trae la madurez.

el.loco.lucas escribió:

Antisozzial escribió:

Ya te preocupra la argentina cuando se despierte, ya se sabe que las argentinas son muy pesadas, tuve yo una novia de Mendoza, pero pesada, pesada

¿y yo qué tengo que ver? (todavía no leí bien el escrito, lo voy a leer detenidamente luego)

(Anti, tu novia era pesada no por ser argentina, sino por ser tu novia... ¿sería una roca grande, de varias toneladas?... en Mendoza está lleno, es zona montañosa )