No estoy de acuerdo en que insultemos o zarandeemos a los políticos gratuítamente. Es verdad que hemos tenido y tenemos artistas, científicos, eetc. que están más valorados fuera que aquí.
Pero con los políticos, lo que hemos sido es demasiado confiados en la justicia y ahora los hechos demuestran que esa justicia no es ciega sino castista. La casta de los "poderosos" la elude, la rodea o la alarga a su gusto y al final, casi todo queda en nada.
Tambien es cierto que hay muchos políticos honestos y honrrados pero según vemos, estos suelen estar solo en las bases de los partidos. Los de la cúspide de la pirámide........... pues eso, se está viendo que en esa franja la excepción no es el corrupto sino el honesto.