Conferencia magistral de Isabel Allende

Liptuan escribió:

Ya te lo he dicho antes, que no consigo pasar de los dos minutos... A mi me parece muy bien lo que se alcance por los derechos de las mujeres, y de las personas en general y cualquier colectivo desfavorecido o que presente una especial carencia por diferentes motivos culturales e históricos, pero hay cierto tipo de discursos que se me hacen muy difíciles de soportar. Estoy entrenando mi tolerancia, pero poco a poco, no vaya a ser que reviente.

La cuestión gastronómica: acepto  

No, en serio, ahora sí que voy a comer yo... [Inanición]

Que aproveche y se tolere bien la comida. 

el.loco.lucas escribió:

Pur escribió:

Voy a escuchar la conferencia cuando tenga un tiempito... por lo pronto ese párrafo tiene algo de cierto y algo de falso... no es genético ni mucho menos, es cultural, con lo cual nada garantiza que invirtiendo los papeles, de acá a diez años, la mujer ingrese en ese mismo juego de poder donde lo que priman son otros intereses.

Imagino que los niveles de testosterona afectan, y mucho, a la manera de pensar y, sobre todo, de reaccionar ante los problemas. Esto explicaría las diferencias de comportamiento entre hombres y mujeres. Lo más lógico es que se notara también en la política.

No estoy tan segura de que lo más lógico es que se notara también en la política, sí de lo primero que planteás. Pero pasa que justamente la política, es aquel terreno en el cual se exige (más que en cualquier otro) una conducta que impere por sobre los impulsos o instintos. La política, que vendría a estar reglada por la diplomacia, es algo que se estudia (en muchos casos), y que se ejerce (en la mayoría)... y en ese terreno se igualan las formas de proceder, tanto de hombres como de mujeres, e inclusive se igualan frente a mandatarios de distintas culturas (lo protocolar también ayuda a que así sea). Por ende cualquier exaltación masculina debería estar contenida.

En cuanto a la bondad o los cuidados especiales de ciertos temas por sobre los intereses ambiciosos personales, es ahí donde discrepo y creo que es un asunto cultural, que atañe a ambos sexos.

Pasa que carecemos de ejemplos para establecer una comparativa más certera (y es por motivos culturales que carecemos de dicho ejemplo), en el cual podamos encontrar igual numero de mujeres en la función política que hombres, para comparar y comprobar si existe alguna diferencia en este aspecto citado (de que las mujeres defienden más ciertas causas, como la medioambiental, frente a sus propios intereses).

También agregar la cuestión del contexto... la política es verticalista porque se rige por la lógica del poder... el poder mismo, hoy por hoy, lleva implícito formas de corrupción... quien llega más alto, entra en ese juego. Y entrar o no en el juego de la corrupción, depende de valores éticos, no de los niveles de testosterona.