En Madrid, a 24 de octubre de 2013.
Los miembros del Círculo de Víctimas de los Derechos Humanos (CVDH) queremos manifestar nuestra más absoluta repulsa a la justicia como concepto. Si bien estamos de acuerdo con la escrupulosa aplicación de la ley, sostenemos que ésta siempre debería darnos la razón.
La Unión Europea ha traído cosas buenas, como la homologación de los juguetes que contienen piezas pequeñas, pero también nos ha impuesto conceptos detestables como los derechos humanos. Nuestra organización, por supuesto, apoya el derecho a la vida y a la libertad, pero a nuestra manera. Al fin y al cabo, no somos franceses, no tenemos tertulias de libros en prime time. Somos españoles, somos diferentes, y por tanto, debemos aplicar los derechos humanos desde nuestra particular óptica histórica y sociológica.
En la CVDH proponemos que los derechos humanos se apliquen caso a caso, tras una evaluación individualizada de nuestros expertos.
Seamos serios, la mayor parte de los españoles ni siquiera sabe dónde está Estrasburgo, ¿por qué deberíamos escuchar lo que nos dice esa gente? En ese sentido, queremos manifestar que nos parece lamentable que el Gobierno vaya por ahí acatando sentencias. ¿Por qué cumple Rajoy las ordenes de un tribunal extranjero? ¿Acaso hemos perdido una guerra y nadie nos lo ha dicho?
Con esta lamentable sentencia, Europa legitima el terrorismo y lanza un mensaje inequívoco a los ciudadanos: "¡matad, matad, MATAD!" Desde la CVDH creemos que el hecho de poder entrar en Portugal sin pasaporte no compensa esta terrible humillación, por lo que proponemos salir de Europa a la mayor brevedad.
Asimismo, recomendamos encarecidamente que la Declaración Universal de los Derechos Humanos sea reescrita por nuestro prohombre y patrono Mayor Oreja.
Basta ya de humillaciones.
Justicia para quien se la merece.
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