[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]CARACAS, Venezuela (AP) — El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, hizo el lunes un llamado a la calma a miles de compradores que hacen fila a las puertas de cadenas de tiendas para tratar de aprovechar las gangas derivadas de la orden presidencial de que vendan a "precios justos".
Durante el fin de semana, el mandatario ordenó a los militares ocupar cadenas de tiendas en un esfuerzo por bajar los precios de electrodomésticos y otros productos, que han crecido a la par de la demanda de dólares en el mercado negro. El gobierno acusó a las tiendas del presunto delito de usura. Miles de personas, incluidos partidarios y adversarios del gobierno, se concentraron alrededor de las tiendas ocupadas.
"Yo aprovecho la oportunidad para hacer un llamado a nuestro pueblo, para que administremos bien el tiempo y los recursos ", dijo el mandatario en un mensaje a la nación transmitido por radio y televisión en alusión a las multitudes fuera de las tiendas ocupadas.
"No hace falta irse a dormir a las puertas de ese negocio. Que nadie se desespere, que nadie caiga en la ansiedad ", afirmó el mandatario, que agregó que no permitirá que la "burguesía parasitaria" especule.
Maduro habló después de que una multitud —de acuerdo con fotos y videos publicados en internet— saqueó recientemente al menos una tienda en la ciudad central de Valencia, la tercera más grande del país.
Las autoridades desplegaron agentes de la policía nacional y militares con fusiles de asalto para mantener a raya a los cazadores de gangas en varias ciudades.
Maduro destacó que hasta la tarde del lunes se han "supervisado más 2.500 (comercios) y sólo en uno o quizás en otro, ha habido una actitud violenta", pero "para resguardar, garantizar y proteger la tranquilidad de nuestra gente... sale la Milicia Nacional a la calle... a reforzar las autoridades civiles, militares policiales... que han estado allí con nuestro pueblo a cada paso de la ofensiva económica".
La Milicia Nacional está integrada por decenas de miles de voluntarios que participan en campamentos de formación militar dirigidos por oficiales del ejército. Fue una iniciativa del entonces presidente Hugo Chávez, ya fallecido.
Venezuela enfrenta una inflación galopante y dificultades graves de abastecimiento de algunos alimentos y productos básicos.
Maduro anunció la semana pasada la decisión de reordenar y ajustar todos los organismos y mecanismos del estado que administran los controles de divisas y precios vigentes desde hace más de 10 años.
Además se comprometió a poner límites porcentuales sobre los márgenes de ganancia si la Asamblea Nacional aprueba un proyecto de ley que le daría por un año poderes especiales para legislar por decreto.
Analistas y líderes empresariales sostienen que esa medida podría agravar la escasez. El Banco Central de Venezuela registró en octubre un índice de escasez de 22,4%, una de las tasas más altas que se ha alcanzado desde que se comenzó a difundir el indicador en 1990.
Aunque algunos advierten que para estabilizar la economía y frenar la espiral inflacionaria el gobierno tendría que levantar los controles de precios y cambio establecidos hace más de una década y devaluar el bolívar, Maduro rechaza esa salida.
"Si no fuera por la guerra económica, nosotros tuviéramos este año una inflación de 16 o 18% y quizás hasta más baja", sentenció Maduro.
Venezuela mantiene desde febrero de 2003 un control sobre los precios y sobre el tipo de cambio. La tasa oficial de cambio es de 6,30 bolívares por dólar, pero en el mercado paralelo el dólar se cotizaba la semana pasada cerca de nueve veces más.
Venezuela registró una inflación de 5,1% en octubre y en los últimos 12 meses lleva un acumulado de 54,3%, una de las tasas más altas en más de una década, según cifras oficiales.
En los primeros 10 meses del año se ha acumulado una tasa de 45,8%, 32,4 puntos porcentuales más que lo registrado entre enero y octubre del año pasado.
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