Cambiar algo para que nada cambie. Después de la derrota electoral sufrida por el kirchnerismo y luego de la fugaz aparición de la bipolar presidente tras su reposo postoperatorio, junto a su perro Simón y el pingüino Pecho Frío, el oficialismo ha asumido una actitud gatopardista haciendo cambios de nombres en el Gabinete de Ministros, intentando crear una imagen más abierta y dialoguista, que por supuesto, ha quedado en el intento.
Ninguna medida para frenar la estrepitosa caída de divisas, la inflación continúa subiendo, sigue vigente el cepo cambiario...más droga, más inseguridad, más corrupción...
La gran novedad es que ahora el grupo Clarín no es más la "Corpo" aliada al neoliberalismo. Por la santa intercesión de San Bergoglio el Amargo, el periódico de Magneto ha dejado de mentir.
Milagro!!! Milagro!!! Por esto solo Bergoglio merece la beatificación antes del año de su papado.