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 Palabras, existencia, realidades y algunas otras cosas

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MensajeTema: Palabras, existencia, realidades y algunas otras cosas    Palabras, existencia, realidades y algunas otras cosas  EmptyLun Sep 26, 2011 12:30 am

Hola a todos,

Inicio un nuevo hilo que, como su propio nombre indica, va sobre las palabras y lo que puede hacerse con ellas y a partir de ellas, retomo para empezar un post que no es nuevo, viene del otro foro, estova sobre la deconstrucción y Derrida (más o menos)

Deconstrucción, convención y abstracción


Si se permite el símil la deconstrucción es al lenguaje (y a la filosofía) lo que lo cuántico a la física. “Desmenuza” las cosas y las observa, al observar las modifica y, al modificar, crea ya que…cambia las estructuras y los parámetros de los significados –por acción del observador, con independencia del significado primigenio que pudiera tener la “cosa observada” en sí-.

Por eso la deconstrucción arremete contra lo ontológico, porque cuestiona el “ser” del contenido centrándose en la variación del mismo desde el momento que aplica nuevas o distintas interpretaciones al “continente”, lo que en términos lingüísticos significa tanto como entender que en realidad…no existe un significado “verdadero” ni siquiera en…su “verdadera” concepción original. En ese sentido todo significado es una convención, y como tal convención una abstracción que, por otro lado, puede variar.

Así se cuestiona el “ser”, pero no tanto “el ser” como el “cada ser” de cada significado –se va a la estructura de los mismos-. Asignando “polisignificados” no sólo a cada cosa sino a cada lectura y a cada interpretacón. Porque no hay “una” deconstrucción sino “deconstrucciones”.

En ocasiones se ha identificado “deconstrucción” con “destrucción”, no es exacto –por no decir directamente que no es así-, dado que al “deconstruir” cada cosa se crea otra.

En el lenguaje cada nueva interpretación, cada nuevo matiz, cada nuevo significado diferente al del origen de la palabra, cada nuevo sentido es…un acto creador, pues genera cosas. Volviendo con ello a aquel antiquísimo postulado que sostenía que “el nombrar es crear”. En cierta medida se cierra el círculo y nuevamente se produce la paradoja.

La deconstrucción es la negación de la ontología de las palabras en cuanto “ser”, manteniendo, eso sí, el “estar”, Significa que los términos “no son” dado que su significado cambia al margen del que tuviesen o les fuese dado inicial y originalmente. Cambia ante cada uso, ante cada lectura, ante cada interpretación.

La deconstrucción no solo consagra los “polisignificados” sino que genera, al “renovar” en cada caso los términos, “neosignificados”, que también son plurales porque como se ha dicho no hay desconstrucción sino deconstrucciones.

Las palabras, pues “están” pero “no son”, dado que cambian aquello que son constantemente…por acción del observador.

Se trata, también, de una respuesta, una respuesta a…la imposibilidad de alcanzar una respuesta a la pregunta ¿qué es? Eso pone en marcha todo el mecanismo sobre el que reflexiona Derrida. Se presta atención pormenorizada –de ahí lo del “desmenuzamiento”- a cómo el texto se escribe, a cómo cada término se fórmula o…se puede formular. Es un método variable, pues no hay una sola deconstrucción igual, cambia con cada término, con cada texto, con cada autor. No se busca la totalidad de un sentido –no tiene finalidad hermenéutica-, al contrario, al buscar la pormenorización busca la diseminación del sentido en sentidos, no la totalidad sino…las partes, y lo que cada una de ellas pueda significar. Si hay un sentido de “totalidad” no es porque el texto lo “tenga” sino porque se le “da” como…se le puede dar otros.variando el texto en sí –sea por traducciones, sea por exégesis, sea por notas de edición, sea por…lo que sea, en definitiva: por la acción de un observador-.

Los puntos de diseminación de un texto es justo lo que impide la posibilidad de otorgar un sentido total o unitario al mismo, un sentido “cerrado”. Y esa imposibilidad no es elemento sobrevenido a la escritura sino que forma parte de su esencia, está en su naturaleza, en su mismo origen, que no puede ser el de algo “cerrado” por cuanto es “convención”, por tanto “artificio” conceptual, que, en cuanto “abstracción” puede cambiar y modificarse incluso respecto a…la “abstracción” original.

Si la hermenéutica busca cerrar la totalidad mediante la reconstitución de un supuesto sentido original –por ello siempre alude al contexto original, como si ese contexto original fuese el único posible, aún más “el verdadero” del texto- cerrando las puertas a un ciclo de renovación vital del texto –pues éste “se congela”-. La deconstrucción busca e incide sobre la ausencia de sentido originaria, niega un sentido “único” –digamos que el “copyrigth” del origen en cuanto sentido cerrado, total y exclusivo posible-. Esa ausencia de “unicidad” de sentido, ese mostrar los cambios y entenderlos como consustanciales al texto, abre la lectura, abre el texto, haciendo posible así una “renovación vital del mismo”, permitiendo el inventar sobre él y que el texto se invente a sí mismo. En definitiva: un desarrollo y un devenir propio.

Deconstruir consiste, por una parte, en desmontar (que no destruir) algo que se ha realizado, que se ha erigido. Pero, por otra parte, eso no se hace así con la intención de destruir el “edificio” que se aborda. Sino para buscar y encontrar sus fundamentos, ver cómo se ha hecho el “edificio” –su estructura, en que se basa o asienta ésta-, ver cuales son sus partes y como estas se unen y encajan Por un lado se busca así la estructura subyacente y como ésta está formada, por otro lado, al hacer eso, se muestra también cuales son las tensiones –las “fallas”- no controladas que presionan esa estructura.

¿Podemos entonces enlazar todo esto con la convención y la idea de abstracción? ¿con la idea de “nombrar” como “generar”? Hagamos la prueba a título especulativo.

Agrupamos las cosas según las “categorizamos”, luego…según una convención. Son nuestras categorías, nosotros las establecemos y ¿en base a qué? en el fondo, en base a una abstracción.

Una convención no deja de ser una forma de abstracción, ¿para qué nos sirve? pues para lo mismo que nos sirven las abstracciones: para interpretar la realidad que nos rodea (ergo es una forma también de crear una realidad), a partir…de las categorías que otorgamos (que es lo que materializa la interpretación, y que se basan en “abstracciones de partida”, diría que funcionan en cierta manera como axiomas). Eso también es lenguaje, es más, es una de las funciones del lenguaje (por otra parte tampoco es algo nuevo, primero los sumerios y después los hebreos tenían a las palabras en alta estima, pienso que en gran medida acertaban).

Lo que estoy diciendo, es que la diferenciación la establecemos arbitrariamente -como podría establecerse también la semejanza, exactamente con los mismos argumentos, aunque, obviamente, con diferentes elementos a presentar- ¿y en base a que se establece?: en base a una cuestión cultural y…abstracta.

Entre otras cosas porque los datos “objetivos” están ahí, pero la elección, categorización e interpretación de los datos…la hacemos artificialmente (quiero decir que la hace quién la hace), es una subjetividad la que se aplica en ello, luego alguien hace una elección subjetiva, luego la distinción es cultural porque obedece a criterios culturales en su fondo.

¿En última instancia no es toda categorización arbitraria?, yo diría que al menos es abstracta. Por ejemplo, la diferencia entre hombre y mujer la marcan nuestras categorías. En última instancia (repito: última instancia) somos nosotros los que creamos esas diferencias al señalarlas como tales para definir (y diferenciar) el concepto. En cierto modo somos una abstracción autodefinida (o bien nuestras definiciones nos convierten en abstracciones).

Lo que no es objetivo es la interpretación de la diferencia (o de la similitud), y, otra vez, en última instancia, lo que es semejante o diferente (lo que es una cosa u otra) lo “categorizamos” nosotros.

¿Qué es la realidad? no ha mucho he leído en una parte algo que ya había leído en otra ocasión: que la existencia de algo depende de la existencia de su observador, a eso añadiría que también depende de la interpretación del observador –que le da forma mediante la interpretación-, y aquí es donde entran la interpretación y la categorización, porque van de la mano. En última instancia una mujer es una mujer y un hombre un hombre porque previamente hemos definido –ergo, categorizado, ergo interpretado- lo que es un hombre y lo que es una mujer, y eso viene dado por nosotros no por la biología –que a su vez observamos, interpretamos y categorizamos, de hecho nosotros hemos inventado también a la biología…como cualquier otra cosa-, luego en última instancia –o primera según se mire, ya se sabe que los últimos serán los primeros- creamos la diferencia –la categoría- al señalarla para definir el concepto, y eso es un proceso de abstracción no “la realidad”, porque nuestra realidad sin nosotros no existe, al menos no es nuestra realidad -¿existirá el mundo cuando yo muera? para mi…no, ni existiré yo ni existirá el mundo-. Sin mi, sin los contertulios, sin los vecinos…, no existen los animales –porque ¿lo animales saben que son animales? ¿de verás?-, no existen los planetas -¿saben los planetas que son planetas?- no existe el Universo -¿sabe el Universo que lo es?-, no existe…nada, nada de lo que conocemos, lo que exista, si existe, será otra cosa y dependerá de otra cosa.

La diferencia entre las cosas la creamos nosotros, la naturaleza crea algo que nosotros diferenciamos y llamamos y definimos al hacerlo, la naturaleza tiene sus funciones, nuestras diferencias las nuestras.

¿Alguna clasificación no depende del criterio del clasificador? ¿alguna clasificación se da por sí misma?. Pasemos a otra cosa, el capricho, ¿una convención no es arbitraria? ¿sí es arbitraria no es caprichosa? ¿y una clasificación no parte en última instancia –o en primera- de una convención? luego ¿no parte de un capricho?. No estoy diciendo que la idea de convención sea absurda, digo que es arbitraria, digo que no tiene más base que la que nosotros le damos, luego es una abstracción, nuestra abstracción. ¿Qué hacemos clasificaciones que nos resultan funcionales? ¡qué duda cabe!. Todos los elementos significativos son significativos porque se les carga de significado y ¿quién carga los significados? nosotros nuevamente. ¿Es eso molesto o incomodo? espero que no mucho.

Si un niño diferencia las diferencias es porque ya le han enseñado a diferenciarlas, ya está en ese proceso, se llama educación –no me refiero solo a la escolar-, el niño no nace conociendo diferencias-.

Las diferencias que nosotros definimos –luego creamos- también las interpretamos y, también, podemos valorarlas, pero todo el proceso, todo, es pura abstracción, no viene dado por sí mismo ni por nada externo a nosotros.

“No cabe esperar ninguna definición mínimamente razonable de la realidad que nos rodea”. La cuestión, es saber no solo si existe la realidad al margen del observador sino el papel del observador en esa realidad, es aquel viejo problema del gato de Schröndiger, o el de la rama seca que cae en un paisaje solitario, eso es lo que planteo –tampoco soy muy original, ese planteamiento ya se hizo y se hace, solo me sumo a él-.

Vayamos con el nominalismo, la categoría existe porque previamente existe aquello que se categoriza, pongámoslo a la inversa ¿sino existe la categoría se puede categorizar algo dentro de esa categoría? Lo dejo solo en pregunta, evitemos los bucles ya que los hemos rozado lo suficiente.

La abstracción en este caso se crea sobre algo, el género humano, que a su vez puede –y digo puede no es- ser una abstracción.

Se puede dar al conjunto alguna característica propia y no dependiente de los componentes del mismo, de hecho casi se diría que se puede dar vida propia al conjunto en cuanto totalidad al margen de sus componentes, digamos que no comparto esa idea: el conjunto no es otra cosa que sus componentes y…lo que éstos –si tienen capacidad de observación y generar abstracción- quieren que sea.

Saludos

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MensajeTema: Re: Palabras, existencia, realidades y algunas otras cosas    Palabras, existencia, realidades y algunas otras cosas  EmptyLun Sep 26, 2011 6:36 pm

Todo eso me ha traído a la memoria una visión iluminadora que tuve hará un año y medio después de fumarme un porro. Quizá comenté algo en el foro antiguo, aunque no lo recuerdo. Como profundizar en las ideas que parecía transmitirme la visión implicaría pasarme días enteros al teclado, intentaré bosquejarla como mediante una escritura automática (sí, lo sé, es de locos, no se entiende, etc. pero no es algo que haya que "entender" sino "ver", meditando más allá de las palabras por simples que suenen):

Hay Paz en el Paraíso de la eterna infancia. Amor e ingenuidad impregnan la Naturaleza. Todo es Dios, pureza, confianza. Verdadero Nirvana. Encarnación del Tao. Todo es vívido, pleno, y sólo hay un Ahora. Colores, sabores, emociones y olores intensos. No hay bien ni mal.
El Logos es descubierto. Ya no hay un Ahora, sino ayer, hoy y mañana. No hay tanta paz en la Tierra de quienes comieron el fruto del árbol de la ciencia del Bien y del Mal. La ilusión de saber domina la Humanidad. Todo es inerte y se guarda en cajitas. En todo momento se siente la mirada de la muerte, que espera paciente. Y siempre perturban el hambre, el dolor y la enfermedad porque si no están hoy pueden estar mañana. Entre proyecto y proyecto, la vida languidece. Desde aquél instante muchos han nacido y han muerto sin ver más allá del telón.
El Logos es el camino que nos conduce adonde no queremos ir haciéndonos creer que queremos ir.
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MensajeTema: Re: Palabras, existencia, realidades y algunas otras cosas    Palabras, existencia, realidades y algunas otras cosas  EmptyMar Sep 27, 2011 1:30 am

Kimbosirk escribió:
Todo eso me ha traído a la memoria una visión iluminadora que tuve hará un año y medio después de fumarme un porro. Quizá comenté algo en el foro antiguo, aunque no lo recuerdo. Como profundizar en las ideas que parecía transmitirme la visión implicaría pasarme días enteros al teclado, intentaré bosquejarla como mediante una escritura automática (sí, lo sé, es de locos, no se entiende, etc. pero no es algo que haya que "entender" sino "ver", meditando más allá de las palabras por simples que suenen):

Hay Paz en el Paraíso de la eterna infancia. Amor e ingenuidad impregnan la Naturaleza. Todo es Dios, pureza, confianza. Verdadero Nirvana. Encarnación del Tao. Todo es vívido, pleno, y sólo hay un Ahora. Colores, sabores, emociones y olores intensos. No hay bien ni mal.
El Logos es descubierto. Ya no hay un Ahora, sino ayer, hoy y mañana. No hay tanta paz en la Tierra de quienes comieron el fruto del árbol de la ciencia del Bien y del Mal. La ilusión de saber domina la Humanidad. Todo es inerte y se guarda en cajitas. En todo momento se siente la mirada de la muerte, que espera paciente. Y siempre perturban el hambre, el dolor y la enfermedad porque si no están hoy pueden estar mañana. Entre proyecto y proyecto, la vida languidece. Desde aquél instante muchos han nacido y han muerto sin ver más allá del telón.
El Logos es el camino que nos conduce adonde no queremos ir haciéndonos creer que queremos ir.

Hola Kimborsik,

Servidor carece de semejantes experiencias sensoriales que, más bien, parecen extrasensoriales. mis sentidos y sus experiencias son siempre pragmáticos o están teñidos por el pragmatismo -mira, ahora recuerdo un hilo de otro foro que se llamaba "¿pragmatismo o deconstrucción?" la verdad es que fue muy interesante pero pasó-.

Yo no tengo "la" respuesta a nada, tengo mi respuesta, y la resumo en una palabra: ataraxia. Eso significa "imperturbabilidad" -que no es en absoluto lo mismo que indiferencia, son cosas diferentes-.

Cualquier cosa que domine no se domina sino que domina, así que la búsqueda del saber -por ejemplo, por la vía de la skepsis- jamás puede ser obsesiva, ni siquiera tiene finalidad más que...el conocer -la gnosis-, pero por el puro hecho de conocer algo y si no se logra ese conocimiento uno se encoge de hombros, lo aparca o lo olvida y sigue tan tranquilo su camino en pos de otra pesquisa que...tampoco ha de obsesionar. Cualquier cosa que ate es contraria a la ataraxia, por una sencilla razón: eso la anula puesto que la perturba. En un estado de ataraxia no puede haber perturbación...por nada -ni bueno, ni malo, ni siquiera por mantener la ataraxia misma, porque eso significaría o no haberla alcanzado o haberla perdido-.

El quid del camino es no querer ir a ninguna parte, su finalidad es solo caminar, eso lo reflejo perfectamente Kavafis en su poema "Viaje a Ítaca". El Logos...somos nosotros, esa es la grandeza del Dios de la Semántica...que es humano.

Un saludo

P.D: Konstantínos Kaváfis.

ÍTACA.

Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca

debes rogar que el viaje sea largo,

lleno de peripecias, lleno de experiencias.

No has de temer ni a los lestrigones ni a los cíclopes,

ni la cólera del airado Posidón.

Nunca tales monstruos hallarás en tu ruta

si tu pensamiento es elevado, si una exquisita

emoción penetra en tu alma y en tu cuerpo.

Los lestrigones y los cíclopes

y el feroz Posidón no podrán encontrarte

si tú no los llevas ya dentro, en tu alma,

si tu alma no los conjura ante ti.

Debes rogar que el viaje sea largo,

que sean muchos los días de verano;

que te vean arribar con gozo, alegremente,

a puertos que tú antes ignorabas.

Que puedas detenerte en los mercados de Fenicia,

y comprar unas bellas mercancías:

madreperlas, coral, ébano, y ámbar,

y perfumes placenteros de mil clases.

Acude a muchas ciudades del Egipto

para aprender, y aprender de quienes saben.

Conserva siempre en tu alma la idea de Ítaca:

llegar allí, he aquí tu destino.

Mas no hagas con prisas tu camino;

mejor será que dure muchos años,

y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla,

rico de cuanto habrás ganado en el camino.

No has de esperar que Ítaca te enriquezca:

Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje.

Sin ellas, jamás habrías partido;

mas no tiene otra cosa que ofrecerte.

Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado.

Y siendo ya tan viejo, con tanta experiencia,

sin duda sabrás ya qué significan las Ítacas.

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MensajeTema: Re: Palabras, existencia, realidades y algunas otras cosas    Palabras, existencia, realidades y algunas otras cosas  EmptyJue Sep 29, 2011 2:56 am

Quasitor escribió:
Cualquier cosa que domine no se domina sino que domina, así que la búsqueda del saber -por ejemplo, por la vía de la skepsis- jamás puede ser obsesiva, ni siquiera tiene finalidad más que...el conocer -la gnosis-, pero por el puro hecho de conocer algo y si no se logra ese conocimiento uno se encoge de hombros, lo aparca o lo olvida y sigue tan tranquilo su camino en pos de otra pesquisa que...tampoco ha de obsesionar.

Más allá de que se domine el saber o no, incluso independientemente de que a un humano no esté interesado en absoluto en conocer nada, el hecho de que exista un lenguaje simbólico hace que todo sea clasificable, como si en un cierto modo se pudiera poseer al poder grabar en la memoria un fragmento de la realidad y no sólo como un vago recuerdo de una experiencia, sino como un ente abstracto. Por ejemplo imaginemos un ser humano sin conocimiento alguno del lenguaje, y que este ser se pone cada día sus zapatos; en un momento dado empieza a vivir con otra persona que no le habla más que para llevarle cada día los zapatos y decirle: "ponte los zapatos"; a medida que se repite la situación el sujeto va relacionando con la frase "ponte los zapatos" las características comunes a las situaciones vividas en los diferentes momentos en que estas palabras son pronunciadas. Eso incluye tanto vivencias internas (sentimientos, sensaciones de hambre, sed, etc.) como externas (el peinado de la otra persona, el color de las paredes, etc.) y a medida que se "repiten" las experiencias de asociación el sujeto va descartando asociaciones falsas (ya que ve que la frase se repite aunque la otra persona se haya teñido el pelo, o que poco tiene que ver el color de la pared ya que es algo que permanece y en cambio la voz que pronuncia la frase no). Posteriormente sale a la calle y se encuentra que hay gente que dice: "me gustan tus zapatos", señalándole los zapatos, o "¡ya te has ensuciado los zapatos!", por lo que el aprendiz del lenguaje acaba también desechando las asociaciones falsas que le quedan (aquél objeto ya no es "ponte-los-zapatos" sino simplemente "zapatos"). Si más tarde oye que "Juan se ha roto los zapatos" y que "éste escaparate está lleno de zapatos", etc. deducirá -consciente o inconscientemente, poco importa- que "zapatos" no sólo designa lo que él calza, sino lo que otros calzan y además de diseños y colores distintos. A partir de esas asociaciones podrá identificar zapatos en fotografías o dibujos. Si llega a conocer el alfabeto y asocia la palabra escrita "zapatos" a la voz "zapatos", cuando vea el conjunto ordenado de letras (z,a,p,a,t,o,s) [por no entrar en consideraciones "gestálticas" raras] se figurará unos zapatos, un conjunto de símbolos o de sonidos le sugerirán una idea abstracta. Es en este punto donde se puede decir que la mente de nuestro personaje ha quedado desvirgada. Poco importa si dicho personaje quiere ser el mejor diseñador de zapatos o si no quiere volver a saber nada más en su vida de zapatos, el caso es que no habrá vuelta atrás: haga lo que haga, determinados fragmentos de la realidad que él perciba serán simplemente "zapatos".


Veamos brevemente y sin entrar en detalles qué implica este hecho:

a) Adquiere aparentemente determinados "superpoderes", por ejemplo ahora es capaz de desmontar mentalmente la realidad (o incluso una imaginación figurativa) y plasmarla en palabras que pueda escribir o grabar. Cuando él u otro las lea o escuche podrá reconstruir mágicamente esta realidad y transportarse mentalmente a ella (¡qué bestialidad, debió parecer magia a los inventores/descubridores de la escritura!). Aparte de este efecto mágico el mero lenguaje hablado (aún sin haber escritura) le puede permitir recordar mejor, hacer planes de acción para varias personas y hasta servir para que aprenda de lo que otro le cuente que ha vivido.

b) Se acaba el paraíso: ya no se está en harmonía con la naturaleza, no se vive el momento como único e irrepetible, como si fuera una eternidad, ya que a cada momento es visto como una multiplicidad de elementos clasificables, por lo tanto es como si el instante presente fuera parcialmente conocido de antemano. Antes había experiencias totales y absolutas pero ahora suceden "cosas con otras cosas". La realidad no es vista como un todo, sino como un escenario compuesto por partes claramente diferenciadas entre sí. La mente está corrompida por el Prejuicio del Lenguaje, y éste consiste en la tendencia a buscar "cosas" en lo que vemos y "palabras" en las voces que oímos, y si vemos un reloj ante nosotros, por mucho que lo intentemos, poco podemos hacer para verlo sin el prejuicio de saber que es un reloj, es decir para percibirlo plenamente, al igual que si escuchamos una grabación con una voz que habla nos resultará inevitable entenderla si habla nuestro idioma, lo veremos con un sesgo y ya nunca más (a no ser que nos ayudemos de ciertas sustancias) escucharemos con la misma sensibilidad el canto de un pájaro que se oye de fondo y la pronunciación de la letra "o" en la grabación. Al principio (no sé si lo recordaras, hará ya varias décadas) escuchabas la voz, y el pájaro y el coche que pasaba como si fueran la misma cosa –porque lo era en realidad-, pero luego tu oído se fue especializando, y si ahora te dispusieras a escuchar sin el Prejuicio del Lenguaje estoy seguro de que te darías cuenta de que tu mente quiere jugar a encasillar lo que percibe –esto es un pájaro, esto es un coche, etc.-. El precio a pagar por todos los superpoderes enumerados en "a)" es que con el lenguaje el mundo es también más banal: siempre hay cosas de hoy que te recuerdan a otras de ayer y te hacen pensar en las de mañana, aunque sea inconscientemente; nunca la experiencia parece completa y puramente original. Esto es la Pérdida de la Unidad. En las vivencias prelingüísticas nos sentimos en casa, confiados, como contempladores de la realidad sin clasificarla, nos sabemos la encarnación del universo, vivimos en la presencia de Dios que es todo y somos nosotros porque todo es uno, sabemos que no corremos riesgo ninguno. Pero llega el lenguaje y los entes se multiplican, la unidad se rompe no en mil, sino en miles de millones de pedazos, y nosotros nos consideramos un pedazo más que queremos proteger a toda costa nuestra integridad (y con este afán no obtenemos otra cosa que la muerte en vida). Y todo eso, sin obsesión ninguna por el conocimiento en sí…
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MensajeTema: Re: Palabras, existencia, realidades y algunas otras cosas    Palabras, existencia, realidades y algunas otras cosas  EmptySáb Oct 01, 2011 3:16 am

Kimbosirk escribió:
Quasitor escribió:
Cualquier cosa que domine no se domina sino que domina, así que la búsqueda del saber -por ejemplo, por la vía de la skepsis- jamás puede ser obsesiva, ni siquiera tiene finalidad más que...el conocer -la gnosis-, pero por el puro hecho de conocer algo y si no se logra ese conocimiento uno se encoge de hombros, lo aparca o lo olvida y sigue tan tranquilo su camino en pos de otra pesquisa que...tampoco ha de obsesionar.

Más allá de que se domine el saber o no, incluso independientemente de que a un humano no esté interesado en absoluto en conocer nada, el hecho de que exista un lenguaje simbólico hace que todo sea clasificable, como si en un cierto modo se pudiera poseer al poder grabar en la memoria un fragmento de la realidad y no sólo como un vago recuerdo de una experiencia, sino como un ente abstracto. Por ejemplo imaginemos un ser humano sin conocimiento alguno del lenguaje, y que este ser se pone cada día sus zapatos; en un momento dado empieza a vivir con otra persona que no le habla más que para llevarle cada día los zapatos y decirle: "ponte los zapatos"; a medida que se repite la situación el sujeto va relacionando con la frase "ponte los zapatos" las características comunes a las situaciones vividas en los diferentes momentos en que estas palabras son pronunciadas. Eso incluye tanto vivencias internas (sentimientos, sensaciones de hambre, sed, etc.) como externas (el peinado de la otra persona, el color de las paredes, etc.) y a medida que se "repiten" las experiencias de asociación el sujeto va descartando asociaciones falsas (ya que ve que la frase se repite aunque la otra persona se haya teñido el pelo, o que poco tiene que ver el color de la pared ya que es algo que permanece y en cambio la voz que pronuncia la frase no). Posteriormente sale a la calle y se encuentra que hay gente que dice: "me gustan tus zapatos", señalándole los zapatos, o "¡ya te has ensuciado los zapatos!", por lo que el aprendiz del lenguaje acaba también desechando las asociaciones falsas que le quedan (aquél objeto ya no es "ponte-los-zapatos" sino simplemente "zapatos"). Si más tarde oye que "Juan se ha roto los zapatos" y que "éste escaparate está lleno de zapatos", etc. deducirá -consciente o inconscientemente, poco importa- que "zapatos" no sólo designa lo que él calza, sino lo que otros calzan y además de diseños y colores distintos. A partir de esas asociaciones podrá identificar zapatos en fotografías o dibujos. Si llega a conocer el alfabeto y asocia la palabra escrita "zapatos" a la voz "zapatos", cuando vea el conjunto ordenado de letras (z,a,p,a,t,o,s) [por no entrar en consideraciones "gestálticas" raras] se figurará unos zapatos, un conjunto de símbolos o de sonidos le sugerirán una idea abstracta. Es en este punto donde se puede decir que la mente de nuestro personaje ha quedado desvirgada. Poco importa si dicho personaje quiere ser el mejor diseñador de zapatos o si no quiere volver a saber nada más en su vida de zapatos, el caso es que no habrá vuelta atrás: haga lo que haga, determinados fragmentos de la realidad que él perciba serán simplemente "zapatos".


Veamos brevemente y sin entrar en detalles qué implica este hecho:

a) Adquiere aparentemente determinados "superpoderes", por ejemplo ahora es capaz de desmontar mentalmente la realidad (o incluso una imaginación figurativa) y plasmarla en palabras que pueda escribir o grabar. Cuando él u otro las lea o escuche podrá reconstruir mágicamente esta realidad y transportarse mentalmente a ella (¡qué bestialidad, debió parecer magia a los inventores/descubridores de la escritura!). Aparte de este efecto mágico el mero lenguaje hablado (aún sin haber escritura) le puede permitir recordar mejor, hacer planes de acción para varias personas y hasta servir para que aprenda de lo que otro le cuente que ha vivido.

b) Se acaba el paraíso: ya no se está en harmonía con la naturaleza, no se vive el momento como único e irrepetible, como si fuera una eternidad, ya que a cada momento es visto como una multiplicidad de elementos clasificables, por lo tanto es como si el instante presente fuera parcialmente conocido de antemano. Antes había experiencias totales y absolutas pero ahora suceden "cosas con otras cosas". La realidad no es vista como un todo, sino como un escenario compuesto por partes claramente diferenciadas entre sí. La mente está corrompida por el Prejuicio del Lenguaje, y éste consiste en la tendencia a buscar "cosas" en lo que vemos y "palabras" en las voces que oímos, y si vemos un reloj ante nosotros, por mucho que lo intentemos, poco podemos hacer para verlo sin el prejuicio de saber que es un reloj, es decir para percibirlo plenamente, al igual que si escuchamos una grabación con una voz que habla nos resultará inevitable entenderla si habla nuestro idioma, lo veremos con un sesgo y ya nunca más (a no ser que nos ayudemos de ciertas sustancias) escucharemos con la misma sensibilidad el canto de un pájaro que se oye de fondo y la pronunciación de la letra "o" en la grabación. Al principio (no sé si lo recordaras, hará ya varias décadas) escuchabas la voz, y el pájaro y el coche que pasaba como si fueran la misma cosa –porque lo era en realidad-, pero luego tu oído se fue especializando, y si ahora te dispusieras a escuchar sin el Prejuicio del Lenguaje estoy seguro de que te darías cuenta de que tu mente quiere jugar a encasillar lo que percibe –esto es un pájaro, esto es un coche, etc.-. El precio a pagar por todos los superpoderes enumerados en "a)" es que con el lenguaje el mundo es también más banal: siempre hay cosas de hoy que te recuerdan a otras de ayer y te hacen pensar en las de mañana, aunque sea inconscientemente; nunca la experiencia parece completa y puramente original. Esto es la Pérdida de la Unidad. En las vivencias prelingüísticas nos sentimos en casa, confiados, como contempladores de la realidad sin clasificarla, nos sabemos la encarnación del universo, vivimos en la presencia de Dios que es todo y somos nosotros porque todo es uno, sabemos que no corremos riesgo ninguno. Pero llega el lenguaje y los entes se multiplican, la unidad se rompe no en mil, sino en miles de millones de pedazos, y nosotros nos consideramos un pedazo más que queremos proteger a toda costa nuestra integridad (y con este afán no obtenemos otra cosa que la muerte en vida). Y todo eso, sin obsesión ninguna por el conocimiento en sí…

Hola Kimborsik.

Tu enfoque es interesante, es más, resulta curioso ver como derivan o surgen temas a partir de dotar de significados distintos a un texto que tenía otra intencionalidad-

Resulta que has hecho un magnifico ejemplo de deconstrucción, exposición en la cual entraré.

Pero antes y más brevemente sólo indicar que en el fragmento que resaltas la idea de "dominio y dominar" las utilizaba para indicar que la búsqueda propia de la skepsis carece de intencionalidad, más allá de acumular "gnosis" si es posible y si no es posible pues...se pasa a otra cosa, quería reflejar que el obsesionarse -por ejemplo- en conocer cual o tal cosa es contraria a la skepsis, pues generaría una dependencia obsesiva hacia tal conocimiento, una atadura, y eso, aleja o destruye la ataraxia, cuyo logro es la finalidad de la skepsis.

Un saludo
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MensajeTema: Re: Palabras, existencia, realidades y algunas otras cosas    Palabras, existencia, realidades y algunas otras cosas  EmptySáb Oct 01, 2011 3:41 am

Quasitor escribió:
Tu enfoque es interesante, es más, resulta curioso ver como derivan o surgen temas a partir de dotar de significados distintos a un texto que tenía otra intencionalidad-

Resulta que has hecho un magnifico ejemplo de deconstrucción, exposición en la cual entraré.
Claro, acostumbro a desviar los temas egoístamente hacia las cuestiones que me resulten interesantes en un momento dado. De todos modos, si te refieres a que he deconstruido tu primer post no es el caso, mi única intención en el último mensaje mío era aclarar someramente un punto minúsculo de mi "visión" de lo que podríamos llamar "el paso del Mundo-como-Vivencia al Mundo-como-Representación" que me había parecido que tú habías entendido mal deconstruido, y es que creo que sin la necesaria hermenéutica mi especie de escritura automática es completamente incomprensible [pues entiendo que comprender entender un texto significa contemplar la misma idea que el autor quiso transmitir al crearlo, lo demás es creatividad interpretativa, que puede tener su gracia pero no es especialmente interesante, o por lo menos no en una primera lectura].

Quasitor escribió:
Pero antes y más brevemente sólo indicar que en el fragmento que resaltas la idea de "dominio y dominar" las utilizaba para indicar que la búsqueda propia de la skepsis carece de intencionalidad, más allá de acumular "gnosis" si es posible y si no es posible pues...se pasa a otra cosa, quería reflejar que el obsesionarse -por ejemplo- en conocer cual o tal cosa es contraria a la skepsis, pues generaría una dependencia obsesiva hacia tal conocimiento, una atadura, y eso, aleja o destruye la ataraxia, cuyo logro es la finalidad de la skepsis.
Sí, creo que eso lo he entendido (pero no te fíes demasiado). Lo que yo quería decir en resumen es que incluso sin la atadura que puede suponer la búsqueda de conocimiento, el hecho de tener un lenguaje cambia nuestra forma de percibir el mundo.
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NEROCAESAR
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MensajeTema: Re: Palabras, existencia, realidades y algunas otras cosas    Palabras, existencia, realidades y algunas otras cosas  EmptySáb Oct 01, 2011 6:40 pm

¡Salve Quasitor! Como siempre, disfruto de tus reflexiones. Te he leído con detenimiento y pienso hacer lo mismo con las réplicas de Kimborsik, pues también parecen interesantes, aunque no he terminado de leerlas.


¿Existe lo que es observado?.......; quizás esa sea la única condición para el ser humano en tanto que individuo....; no así como grupo ni para los demás animales no humanos que nos rodean.

Claro, los humanos creamos el lenguaje y la semántica; aquello que nos da un cierto significado a las cosas que nos rodean y con las que interactuamos; bien sean simples objetos inanimados, conceptos meramente abstractos o nuestros propios semejantes.

Entiendo que la existencia de un individuo como tal, y desde su Ego, puede deducirse que exista o no; es decir: supuestamente desaparece al morir y para él todo deja de ser. Pero no parece ser así para los que le rodean.

También habría que tener en cuenta a los demás animales no humanos, en tanto que si bien no manejan nuestros conceptos, establecen sus normas de comportamiento; diferencian entre si son de su especie o no, si son machos o hembras, si una flor dará buen néctar o no, si están o no en su territorio......; todo ello redundaría en deducir que a su manera, hacen sus conceptos de lo que necesitan para subsistir.

Quizás en el concepto DEDUCCIÓN, encontraríamos una base a partir de la cual reflexionar. Si bien es cierto que todo lo humano es convención, la capacidad de deducir igual nos puede ayudar en nuestros razonamientos.

Como siempre, un placer.

Saludos imperiales y romanos.
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