Obama dijo :
"Hace mucho que pasó el tiempo en que la comunidad internacional se quedaba quieta mientras un país tomaba por la fuerza el territorio de otro", dice la Casa Blanca, que anuncia "pasos concretos" contra Rusia.
La Administración Obama ha suspendido la cooperación militar y comercial con Moscú y ha logrado que sus colegas del G-7 anulen cualquier reunión del G-8, el foro de los países más industrializados que incluye a Rusia. Estados Unidos también ha convencido a la UE para que alargue la lista de altos cargos rusos que no podrán entrar en ninguno de los dos territorios y cuyos bienes serán congelados si tienen cuentas localizables en ellos. Entre los nuevos objetivos están el ministro ruso de Defensa, Sergei Shoigu, el viceprimer ministro, Dimitri Rogozin, el consejero delegado del conglomerado público de gas Gazprom, Alexei Miller, y el presidente de la petrolera Rosneft, también en manos del Gobierno ruso, Igor Sechin.
Las sanciones contra los representantes de empresas energéticas son las que más costarán a Alemania u Holanda por sus relaciones comerciales con Rusia y serán probablemente los últimos castigos que se apliquen si la presión de los anteriores no funciona. Ni estadounidenses ni europeos consideran penalizar a Putin o a su ministro de Exteriores, Sergei Lavrov, para que puedan viajar y tal vez negociar.