Tema: Una monarquía ilegítima Mar Jun 10, 2014 11:55 am
Una monarquía ilegítima
El equipo de juristas Nizkor sostiene que solo un referéndum puede resolver la “ilegitimidad de origen” de la monarquía
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] Juan Carlos I, entonces príncipe, junto con Franco en un desfile militar. / Efe
Tras al abdicación del rey Juan Carlos I y el anuncio de Mariano Rajoy de la puesta en marcha del cambio en la Jefatura del Estado y la transmisión de la Corona al Príncipe de Asturias, el prestigioso equipo de juristas internacionales Nizkor se ha apresurado a explicar que “la falta de legitimidad en origen de la monarquía sólo puede subsanarse mediante la convocatoria de una Asamblea Constituyente y un referéndum democrático”. Según el Equipo Nizkor, “la abdicación esconde una maniobra jurídica para reformar la Constitución y votar una Ley Orgánica de sucesión sin refrendo popular y mediante el pacto negociado del PP y PSOE”, algo que no se ajusta a derecho.
Para demostrar la ilegitimidad de origen, el equipo ha acudido, como acostumbra, a la documentación histórica. En este caso, los propios discursos de Juan Carlos I y Francisco Franco cuando se aprobó en 1969 la Ley de Sucesión y el del monarca cuando aceptó la Corona, en 1975, ante unas Cortes no elegidas democráticamente. En ellos, el rey acepta la “legitimidad política” que recibe de Franco y jura lealtad al dictador y a los Principios del Movimiento, y el dictador aclara, por su parte, que “todo queda atado y bien atado” porque lo que se restaura es la “Monarquía del Movimiento Nacional”.
En el discurso del entonces príncipe Don Juan Carlos ante las Cortes franquistas, el 23 de julio de 1969 (ver vídeo) con motivo de su juramento de lealtad al caudillo y de fidelidad a los Principios del Movimiento Nacional, el monarca decía: “Quiero expresar en primer lugar, querecibo de Su Excelencia el Jefe del Estado y Generalísimo Franco, la legitimidad políticasurgida el 18 de julio de 1936, en medio de tantos sacrificios, de tantos sufrimientos, tristes, pero necesarios, para que nuestra patria encauzase de nuevo su destino”. Y añadía: “ El haber encontrado el camino auténtico y el marcar la clara dirección de nuestro porvenir son la obra del hombre excepcional que España ha tenido la inmensa fortuna de que haya sido, y siga siendo por muchos años, el rector de nuestra política…Mi General: Desde que comencé mi aprendizaje de servicio a la Patria me he comprometido a hacer del cumplimiento del deber una exigencia imperativa de conciencia. A pesar de los grandes sacrificios que esta tarea pueda proporcionarme, estoy seguro que mi pulso no temblará para hacer cuanto fuere preciso en defensa de los Principios y Leyes que acabo de jurar”.
Acto seguido, juró lealtad a Franco y los Principios del Movimiento ante el presidente de las Cortes, Antonio Iturmendi Bañales “en nombre de Dios y sobre los Santos Evangelios”. Y el presidente concluyó con la fórmula histórica del “Si así lo hiciereis que Dios os lo premie, y si no, os lo demande”.
A continuación, añadió: “Estoy profundamente emocionado por la gran confianza que ha depositado en mí Su Excelencia el Jefe del Estado (…) Plenamente consciente de la enorme responsabilidad que sobre mí va a recaer acepto, en mi nombre y en el de mis sucesores, las obligaciones y deberes que me impone esta designación”. “Formado en la España surgida el 18 de Julio, he conocido paso a paso las importantes realizaciones que se han conseguido bajo el mandato magistral del Generalísimo”.
En el discurso antes las Cortes anunciando su sucesión, Franco dijo: “Valorando con toda objetividad las condiciones que concurren en la persona del Príncipe Don Juan Carlos de Borbón y Borbón, que, perteneciendo a la dinastía que reinó en España durante varios siglos, ha dado claras muestras de lealtad a los principios e instituciones del Régimen, se halla estrechamente vinculado a los Ejércitos de Tierra, Mar y Aire, en los cuales forjó su carácter, y al correr de los últimos veinte años ha sido perfectamente preparado para la alta misión a que podía ser llamado y que, por otra parte, reúne las condiciones que determina el artículo 11 de la Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado, he decidido proponerle a la Patria como mi sucesor. Esta designación se halla en todo conforme con el carácter de nuestra tradición, gloriosamente representada en los bravos luchadores que durante un siglo se mantuvieron firmes contra la decadencia liberal y frente a la disolución de nuestra Patria por obra del marxismo; asegura la unidad y la permanencia de los Principios del Movimiento Nacional, está en todo conforme con las normas y previsiones de nuestras leyes y en su persona confluyen las dos ramas que en su día determinaron las pugnas sucesorias del siglo pasado. La resolución de este problema sucesorio queda en esta forma perfectamente definida y clara, y dará, a los de dentro lo mismo que a los de fuera, una garantía de continuidad, acabando definitivamente con las especulaciones internas y externas y con los enredos políticos de determinados grupos, al tener el Príncipe un status que le define como heredero, que le permitirá completar a mi lado su formación y perfeccionar el conocimiento de los problemas nacionales. Al mejor servicio de Dios y de la Patria tengo consagrada mi vida, pero cuando por ley natural mi Capitanía llegue a faltaros, lo que inexorablemente tiene que llegar, es aconsejable la decisión que hoy vamos a tomar, que contribuirá, en gran manera, a que todo quede atado y bien atado para el futuro. Ha de quedar claro y bien entendido, ante los españoles de hoy y ante las generaciones futuras, que esta Monarquía es la que con el asenso clamoroso de la Nación fue instaurada con la Ley de Sucesión el 7 de julio de 1947, perfeccionada por la Ley Orgánica del Estado de 10 de enero de 1967; Monarquía del Movimiento Nacional continuadora perenne de sus principios e instituciones y de la gloriosa tradición española”.
Finalmente, tras ser proclamado Rey el 22 de noviembre de 1975 (ver vídeo), el Rey señaló ante las Cortes franquistas: “En esta hora cargada de emoción y esperanza, llena de dolor por los acontecimientos que acabamos de vivir, asumo la corona del Reino con pleno sentido de mi responsabilidad ante el pueblo español y de la honrosa obligación que para mí implica el cumplimiento de las leyes y el respeto de una tradición centenaria que ahora coinciden en el trono. Como rey de España, título que me confieren la tradición histórica, las Leyes Fundamentales del Reino y el mandato legítimo de los españoles, me honro en dirigiros el primer mensaje de la Corona que brota de lo más profundo de mi corazón. Una figura excepcional entra en la historia. El nombre de Francisco Franco será ya un jalón del acontecer español y un hito al que será imposible dejar de referirse para entender la clave de nuestra vida política contemporánea.
Con respeto y gratitud quiero recordar la figura de quien durante tantos años asumió la pesada responsabilidad de conducir la gobernación del Estado. Su recuerdo constituirá para mí una exigencia de comportamiento y de lealtad para con las funciones que asumo al servicio de la patria. Es de pueblos grandes y nobles el saber recordar a quienes dedicaron su vida al servicio de un ideal. España nunca podrá olvidar a quien como soldado y estadista ha consagrado toda la existencia a su servicio”.
Para entender la importancia del trabajo del Equipo Nizkor hay que señalar que se trata de un organismo especializado en derecho internacional, derechos humanos, derechos civiles y derechos económicos y sociales. Sus miembros, juristas expertos en la materia, como es el caso de su presidente Gregorio Dionis, realizan un trabajo de digitalización de documentos en contacto con organismos y activistas de DDHH de más de 90 países. Al tiempo, mantienen una red de información internacional y otra de solidaridad urgente sobre violaciones de estos derechos que llega a unos 18.000 activistas y organismos en lengua castellana y a unos 3.000 en lengua inglesa.
En su propio nombre muestran el significado de su labor. Nizkor es un verbo judío que significa “los que no olvidamos nunca”. Y su objetivo es claro: mantener la memoria y combatir las corrientes negacionistas de la historia por medio de la conservación de los documentos históricos. De ahí que el equipo sea un auténtico referente en asesoría jurídica para numerosos organismos que representan a las víctimas de la vulneración de sus derechos en América Latina, Europa y Estados Unidos. De hecho, se hicieron famosos al participar, en coordinación con la acusación particular, en el llamado caso Pinochet y en el de los desaparecidos españoles en Argentina. También redactaron el informe ‘La cuestión de la impunidad en España y los crímenes franquistas’ y han participado activamente en cuestiones como las negociaciones de paz en Filipinas y en asesoramientos especializados en otros conflictos en Latinoamérica y África. Esperan que, en los próximos años, puedan desarrollar activamente acciones en la cuestión de la Responsabilidad Corporativa de la multinacionales y los delitos violatorios de los DESC (Derechos Económicos Sociales y Culturales).
El Equipo Nizkor está asociado con Human Rights Watch, European Civil Liberties Network (ECLN) y la Campaña Global para la Libertad en la Internet (GILC). Y colabora con la Organización Mundial Contra la Tortura.
Tema: Re: Una monarquía ilegítima Mar Jun 10, 2014 1:59 pm
Excelente y clarísimo.
Nota al margen: "Esperan que, en los próximos años, puedan desarrollar activamente acciones en la cuestión de la Responsabilidad Corporativa de la multinacionales y los delitos violatorios de los DESC (Derechos Económicos Sociales y Culturales)."... será de gran utilidad.