- Discordantheart escribió:
- Es que si nos ponemos a ver, el crecimiento de la economía alemana y su industria en el régimen Nazi fue extraordinario. En esto no hay sorpresas...
Las sorpresa no es la economía Alemana, la sorpresa es ver la ética de aquellas empresas en aquel momento y saber que hoy en día nos dan de comer, manejan nuestras finanzas y nos hacen vacunas...
Realmente debemos fiarnos de la publicidad que hacen ?
Chase BankLa institución financiera que ahora
conocemos como
J.P. Morgan Chase y que incluso en épocas recientes ha
estado envuelta en la polémica y el escándalo, en la Europa de los 40
ayudó, en colaboración con otros bancos y con promesa de una jugosa
comisión, a reunir el dinero utilizado para financiar operaciones nazis,
algunas incluso contra el pueblo judío. Asimismo, no esperó la orden
nazi para congelar las cuentas de los judíos residentes en la Francia
ocupada.
Henry Ford, antisemita consumado,
reconocido por el régimen con la Gran Cruz del Águila Alemana, aportó
desde sus fábricas 1 de cada 3 camiones utilizados por el ejército
nazi.
Como subsidiaria de Bertelsmann A.G., esta editorial publicó propaganda y literatura nazis, títulos como E
sterilización y y Eutanasia: Una contribución a la ética cristiana aplicada.
Este nombre, que en la mente de muchos
seguramente evocará entrañables momentos conservados en cierta medida
gracias a sus productos, no dudó utilizar en su filial alemana mano de
obra que mantenía en la esclavitud, con la cual, y dadas las
condiciones, amplío el negocio a la fabricación de gatillos, detonadores
y mercancías afines para el gobierno
nazi.
Fanta, la bebida gaseosa que aún comercializa Coca-Cola, fue en su
origen una creación expresa para el mercado de la Alemania
nazi.
Allianz fue la principal aseguradora
beneficiada de esta época. De hecho podría decirse que era la
aseguradora oficial del régimen (con todos los beneficios que ello
implica), al grado que, durante la tristemente célebre “Noche de los
cristales rotos” (
Kristallnacht, la mayor ofensiva contra la
población judía civil de Alemania y algunas zonas de Austria), la firma
compensó al Estado
nazi y no a los judíos afectados en sus propiedades
por los daños causados. Más tarde, Allianz colaboró en el despojo de
propiedades sufrido por los judíos retenidos en campos de concentración.
Novartis nació como resultado de la
fusión entre las compañías de origen suizo Ciba y Sandoz. En 1933, la
división alemana de Ciba despidió a todos los miembros de su comité
directivo para sustituirlos por otros mucho más confiables de “origen
ario”, argumento que Sandoz también utilizó contra su presidente. Más
tarde, ambas empresas fabricaron tintes, fármacos y productos químicos
de diversa índole para los nazis. Sin embargo, de las firmas aquí
expuestas, Novartis es una de las pocas que aceptó parte de su
responsabilidad y aportó 15 millones de dólares a un fondo suizo creado
para reparar el daño que el pueblo judío sufrió a manos de los nazis.
Por otro lado, otra farmacéutica
multinacional, Bayer, tiene en su historial el cuestionable mérito de
haber sido la proveedora del gas que se utilizó en las cámaras donde
murieron miles de personas.
Incluso algo tan delicioso como el
chocolate (así sea el que produce Nestlé) adquiere de pronto un sabor
desagradable cuando se sabe que esta misma apoyó económicamente en 1939
la creación del partido
nazi suizo y, a cambio de esto, recibió un
contrato para ser el único proveedor de la golosina al ejército alemán.
Sus fábricas, sin embargo, estaban llenas de esclavos, algunos de los
cuales consiguieron en el año 2000 que Nestlé aceptara su delito y los
compensara (a ellos o a sus familias) con una suma total de 14.5
millones de dólares.
Otra compañía que abiertamente aprovechó
la esclavitud permitida y aun fomentada por las autoridades nazis, en
este caso para la fabricación de los motores de la Luftwaffe, la fuerza
aérea alemana de la época.
Operar desde los Estados Unidos no fue
un obstáculo para que General Electric obtuviera una generosa y
suculenta tajada de la guerra y, específicamente, del hecho de que los
nazis fueran el enemigo a vencer. Aliándose con la empresa
alemana Krupp, GE contribuyó a que deliberada y artificialmente
aumentara el precio del carburo de wolframio, materia prima esencial
para la fabricación de maquinaria de guerra, especulación con la que se
hizo de millón y medio de dólares solo en 1936 y por la cual, una década
más tarde, se hizo acreedora a una multa por parte del gobierno
estadounidense
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