En 1994, el artista y profesor Mel Chin volaba de Georgia a Los Ángeles y, viendo la urbe desde el avión, le dio por pensar que “la ciudad estaba en el aire”, que desde esa capital del entretenimiento se emitían casi todos los mensajes culturales que alcanzaban a la América media y de rebote al resto del mundo. En aquellos días, Chin y sus alumnos solían discutir sobre lugares alternativos en los que mostrar el arte, ya que los museos y galerías no llegaban, en su opinión, a suficientes personas.
Poco después, su mujer estaba cambiando de canal en la tele y un fotograma captó su atención: Heather Locklear, la tremenda Amanda Woodward, plantada delante de un cuadro. Chin no sabía entonces que la serie se llamaba
Melrose Place pero pensó: ese es el museo. Ese es el lugar en el que hay que mostrar arte políticamente comprometido para infiltrar las mentes de la mayoría.
Así que su puso en contacto con Deborah Siegel, la encargada de los escenarios de la serie, y le hizo la siguiente propuesta: ¿podía enviarle de manera gratuita obras de arte creadas ex profeso con mensajes codificados sobre temas como la política exterior estadounidense, el aborto, el alcoholismo o la tenencia de armas? En lugar de colgarle el teléfono, Siegel quedó intrigada y aceptó el trato. En breve, empezaría
uno de los experimentos de arte conceptual más extraños y masivos que se han producido, en la que unos cien artistas englobados en el llamado GALA Committee (por GA, Georgia, donde residían muchos de los participantes, alumnos de Chin, y LA, Los Ángeles) produjeron obras para la serie de Aaron Spelling durante dos años, de 1995 a 1997, y las colocaron de manera subrepticia en decenas de escenas, a la manera del
product placement publicitario, sin que los espectadores o el propio Spelling tuviesen la más mínima idea.(...)
Las obras que se colaban en la serie, y que los artistas producían a medida, ya que tenían acceso a los guiones antes de que se grabasen los capítulos, no siempre tenían forma de cuadro tradicional. El Doctor Peter Burns, un mujeriego incorregible, dormía en sábanas con un estampado muy visible formado por condones desenrollados –desobedeciendo las normas de la FCC, el organismo que censuró por ejemplo el pezón de Janet Jackson en la Superbowl, y que entonces prohibía terminantemente mostrar preservativos en televisión–. Cuando Alison Parker (Courtney Thorne-Smith) se queda embarazada, aparece en una escena abrazada a una manta bordada, un tipo de
quilt. Si alguien se hubiese molestado en hacer zoom sobre la manta hubiera visto miles de símbolos químicos representando la RU-486, la píldora del día después.(...) Otro ejemplo: Kimberley sostiene un recipiente de comida china para llevar en el que se lee en caracteres chinos “Derechos Humanos” y “Protesta y caos”, en referencia a la diferente interpretación que se daba en China y en Occidente de los hechos de la plaza de Tiananmen."
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