La respuesta del insumiso rojerío no se ha hecho esperar:
“El crucifijo y la biblia presentes en la jura del cargo del gobierno sí son una anomalía en un estado aconfesional.
Jurar que se guardará y se hará guardar una constitución que deja clara constancia en su articulado de que ninguna religión tendrá carácter estatal, reverenciando al mismo tiempo amuletos distintivos de una en concreto es para cagarse.
Aquellos miembros del gobierno que quieran rezarle una novena a su patrón, Gestas (en vías de canonización), para agradecerle lo pasado y pedirle que interceda en los negocios futuros, que lo hagan, pero en la intimidad de su vida privada.”
-Firma la presente Lady Godiva, patrona de las aguerridas chicas de FEMEN-
A lo que ha respondido el ministro: “Nos complace invitarla a conocernos mejor, visitando cualquiera de nuestras Casas, e incluso a compartir desde un punto de vista desapasionado la bondad y belleza de nuestra forma de ser, pensar, actuar y forrarnos. Bueno, individualmente nos forramos poco, pero procuramos que nuestros correligionarios dispongan del numerario suficiente para ir montando universidades a través de las cuales captar a los hijos e hijas de dirigentes adinerados. Nuestro Padre Fundador (y reciente turbo-Santo) era un aragonés con retranca y largo entendimiento. Procuramos imitarle, y es difícil, créanos; mucho cura, ese cura. Y no paró hasta que “¡nos han hecho ministros!”, dijo.
-Así que ya sabe usted (o usteda). Y no admitimos gatas, a menos que sean herederas de alguna fortuna respetable. En ese supuesto, hasta serpientes y ratas admitimos.-
(Toni García)