Lo triste es que para demostrar lo que el sentido común sabe desde siglos, que somos distintos los hombres de las mujeres, Harald Eia, popular por sus programas de televisión en Noruega, después de entrevistar a los falsos "investigadores" noruegos de la teoría de género tuvo que viajar a EE. UU. y a Inglaterra y conocer estudios científicos serios que demostraron que desde el nacimiento ya se interesan por distintas cosas los niños que las niñas y como a los nueve meses si se les deja ante una serie de juguetes, los niños elegirán un tipo de juguetes y las niñas otros. El resultado de este documental televisivo puso en evidencia a miembros del Instituto NIKK (Nordik Information on Gender) cuando se enfrentaron con la ciencia empírica. Los "investigadores de género" se quedaron sin habla, totalmente incapaces de defender sus teorías ante una realidad apoyada por trabajos científicos que echan por tierra la teoría de género y la famosa frase de Simone de Beauvoir " no nací mujer, me hicieron mujer".
La consecuencia política fue que el Consejo Nórdico de Ministros (Consejo Intergubernamental de Cooperación Nórdico: Noruega, Suecia, Finlandia, Dinamarca e Islandia) decidió cerrar el instituto NIKK Gender que estaba subvencionado con 56 millones de euros. El NIKK había sido el buque insignia de la "Teoría de Género", para toda la gente que en distintos países trabaja para inculcarnos esta falsedad.
Harald Eia estaba intrigado por el hecho de que, a pesar de todos los esfuerzos de los políticos e ingenieros sociales para eliminar los "estereotipos de género", las chicas noruegas seguían optando por profesiones "femeninas" mientras que los varones seguían siendo atraídos por "carreras masculinas" (por ejemplo, la de técnicos, trabajadores de la construcción, etcétera), las políticas de "igualdad de género" hicieron que la tendencia fuese incluso más acentuada. Es decir, cuando tienes libertad para escoger en que quieres trabajar ante ofertas laborales muy distintas, es cuando más se acentúa el tipo de trabajo que eligen las mujeres y el que prefieren los hombres.
La falsedad de los trabajos del NIKK quedó en ridículo delante de toda la audiencia de televisión, y la gente empezó a preguntar por qué era necesario para financiar con 56 millones de euros de dinero de los contribuyentes una ideología basada en "investigación" que no tenía credenciales científicas en ninguna parte. En cambio sí mostraron su valor científico los trabajos del profesor Lippa (EE.UU.) con entrevistas 200.000 hombres y mujeres de 53 países de América, África y Asia;
los estudios del psiquiatra infantil Trond Diseth con niños de 9 meses, y en Inglaterra con los de Simon Baron Cohen con niños in útero o de un día de nacidos y de la psicóloga evolutiva Anne Campbell. Videos con todas las entrevistas y las preguntas "inocentes" de Harald Eia, pueden verse en este link.
Personalmente yo no necesitaba este trabajo del presentador de televisión noruego para saber que el género es una construcción ideológica falsa. Me basta mi sentido común y una inteligencia sin prejuicios. Pero además desde hace tiempo está demostrado científicamente cómo son distintos los cerebros femeninos de los masculinos y las habilidades distintas, según el sexo de los alumnos, que cualquier experto en educación conoce.
Mi conclusión sobre esta derrota del género, es que a base de millonarios esfuerzos en publicidad y en coerciones o chantajes políticos, puedes conseguir implantar ésta y otras mentiras de la cultura de la muerte en las masas deshumanizadas porque a éstas no les interesa saber lo que es verdad y lo que es mentira, sino lo que está bien visto, lo que es el pensamiento políticamente correcto y lo que les ofrece trabajos bien remunerados aceptando cualquier intoxicación informativa.
Fuente:La teoría de género se vino abajo en Noruega | ElSalvador