¿QUIERE SER ILUSIONISTA?

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Este juego de ilusionismo es lo que le propongo hoy. Podemos llamarle, también, transmisión del pensamiento.

Dé a escoger a un espectador tres cartas de una baraja. Una vez escogidas deje el mazo restante sobre una mesa cara hacia abajo, y enseñe las tres a todos los asistentes. Usted también ha de saber qué cartas son. A continuación las meterá en un bolsillo de su chaqueta, y pedirá a la persona que las escogió que piense en elegir una de las tres.

Dígale que piense sólo en ella, y que por favor no le mienta. Cuando le diga que ya ha elegido, usted se meterá la mano en el bolsillo y sacará una, que la pondrá sobre el mazo restante, quedando en su bolsillo por lo tanto dos. Adorne este acto con palabras, como por ejemplo, “esta que acabo de dejar sobre el mazo sé que no es”. Es muy importante en todo juego conversar para que los espectadores se vayan distrayendo. Siga insistiendo en que no cambie de opinión, y ahora sacará otra carta de su bolsillo que tiene la seguridad que no es la elegida.

Con solo una en el bolsillo pida que le diga qué carta eligió, una vez lo diga en voz alta, usted sacará la tercera carta de su bolsillo que será, sin duda LA ELEGIDA.

¿Difícil? Pues no, es la cosa más sencilla del mundo aunque sorprenda y mucho. ¿Le digo cómo ha de hacerse? Pues pídamelo.

El P©stiguet

Puede hacerse teniendo de antemano en el bolsillo otras dos cartas cualesquiera del mazo. Pero no sería un truco muy bueno.

Salud y República.

El llobu escribió:

Puede hacerse teniendo de antemano en el bolsillo otras dos cartas cualesquiera del mazo. Pero no sería un truco muy bueno.

Salud y República.

Si se hace con la habilidad suficiente, el resultado es espectacular. Naturalmente que hay que tener mucho cuidado y mucha palabrería de adorno para distraer al personal. Es un truco muy viejo, por supuesto, y simple, pero en ocasiones la simpleza es lo que maravilla. También es verdad que hay que aprovechar determinadas circunstancias. Habilidad para guardarte las dos primeras cartas y que esto se haga en momentos donde no se entienda como una exhibición, sino como algo que se te ocurre en ese instante. Es importante que el espectador no tenga tiempo para pensar, y sobre todo no repetirlo muchas veces.

Creo entender que a usted le gustan los juegos de manos. Le expondré otro para ver si lo conoce y cómo se ha de actuar.

Usted da a elegir una carta del mazo. En este caso usted no la verá y le pide a la persona que la elige la coloque en el lugar del mazo que quiera, mazo que usted sostiene entre las manos, dejándola a medio meter, asomándola a medias. Esta carta usted la exhibe ante los demás espectadores antes de introducirla al completo, y ya introducida comienza a barajar hasta que alguien le diga basta. Usted dirá que la carta que ha quedado la primera y la última irán a buscar la carta elegida. Enseña la primera y la última y las coloca dentro del mazo a medio meter por la parte de abajo. Pide a la persona que la eligió le diga qué carta era, y entonces, subiendo lentamente las dos cartas hacia arriba, empujan la elegida que asomará por la parte alta.

El P©stiguet

Intuyo que son trucos que ustedes ya conocen, y que, como digo, bien ensayados pueden dar un buen resultado. Hoy les propongo otro que no sé si conocen o no.

Se trata de introducir una fotografía, que alguien te presta, por ejemplo, en un sobre, cerrarlo y después, con unas tijeras cortarlo por el centro quedando dos partes. Dejadas las tijeras sobre la mesa, se estira una parte del sobre, por ejemplo a la derecha, y la otra hacia la izquierda, y la fotografía está intacta.

Bien realizado el truco, que siempre aconsejo ensayarlo muchas veces como todos, y ante un espejo mejor, resulta asombroso. También puede hacerse con un naipe, un billete. etc.

Son trucos sencillos, pero de mucho efecto.

El P©stiguet

El Postiguet escribió:

El llobu escribió:

Puede hacerse teniendo de antemano en el bolsillo otras dos cartas cualesquiera del mazo. Pero no sería un truco muy bueno.

Salud y República.

Si se hace con la habilidad suficiente, el resultado es espectacular. Naturalmente que hay que tener mucho cuidado y mucha palabrería de adorno para distraer al personal. Es un truco muy viejo, por supuesto, y simple, pero en ocasiones la simpleza es lo que maravilla. También es verdad que hay que aprovechar determinadas circunstancias. Habilidad para guardarte las dos primeras cartas y que esto se haga en momentos donde no se entienda como una exhibición, sino como algo que se te ocurre en ese instante. Es importante que el espectador no tenga tiempo para pensar, y sobre todo no repetirlo muchas veces.

Creo entender que a usted le gustan los juegos de manos. Le expondré otro para ver si lo conoce y cómo se ha de actuar.

Usted da a elegir una carta del mazo. En este caso usted no la verá y le pide a la persona que la elige la coloque en el lugar del mazo que quiera, mazo que usted sostiene entre las manos, dejándola a medio meter, asomándola a medias. Esta carta usted la exhibe ante los demás espectadores antes de introducirla al completo, y ya introducida comienza a barajar hasta que alguien le diga basta. Usted dirá que la carta que ha quedado la primera y la última irán a buscar la carta elegida. Enseña la primera y la última y las coloca dentro del mazo a medio meter por la parte de abajo. Pide a la persona que la eligió le diga qué carta era, y entonces, subiendo lentamente las dos cartas hacia arriba, empujan la elegida que asomará por la parte alta.

El P©stiguet

Al meter la carta del todo en el mazo basta con doblar un poco, disimuladamente, el canto de la misma. Luego, después de barajar, todo lo que se quiera, no hay más que buscar la carta doblada y colocar una de las dos cartas delante y otra detrás. La carta doblada, la elegida al azar, saldrá empujada por las otras dos.

Un truco mecánico.

Salud y república.