Don Vitto Corleone, personaje principal de la cinta “El Padrino” (1972), jamás hubiera permitido que sus enemigos lo doblegaran. Él peleaba de manera astuta y letal, utilizando todos los medios a su disposición para ganarse el respeto, o bien, el miedo de quienes lo intentaban atacar. Así fue como se convirtió en uno de los capos de la mafia más poderosos en la historia de Nueva York. Corleone no necesitaba ser un tipo perverso para ganar siempre, al contrario, su estrategia era apoyar a los que lo ayudaban para ganarse su lealtad. “El Padrino” era un hombre entregado a su familia y amigos, pero implacable con quien osara traicionarlo. Esas batallas eran las que lo llevaban a actuar a través del egoísmo para cumplir sus objetivos; mientras que la maldad la utilizaba para llevarlos a cabo como un acto de justicia.
razones para ser egoista
Ser egoísta y malvado no quiere decir que no ayudes a los demás, que seas una persona insensible o que vayas por la vida cometiendo atrocidades en contra de la humanidad.
Es un enfoque de vida por medio del cual preparas a tu mente para encarar las situaciones negativas y así salir lo menos lastimado posible. ¿Bajo qué situaciones es válido aplicar estos sentimientos?
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Para ganarnos el respeto de los demás en ambientes hostiles
razones para ser egoistas y malvados tres
Ante personas de carácter complicado y quienes crean un ambiente de turbulencia e incomodidad a tu alrededor, es necesario imponer un carácter férreo y tal vez agresivo. Infundir miedo en los demás y ganarte su respeto puede ser tu última opción, pero la más efectiva.
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Para que las decepciones duelan menos
razones para ser egoistas y malvados cuatro
¿Te han abandonado por otra persona? ¿Tus expectativas no se cumplieron como esperabas? Tal vez tu orgullo fue herido, pero si enfrentas la situación con egoísmo, éste te ayudará a no involucrarte emocionalmente para que sea más sencillo salir adelante después de un momento complicado.
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Para que los comentarios de los demás no te perjudiquen tanto
razones para ser egoistas y malvados uno
Si hay algo que el ser humano goza en secreto, es hablar mal de los demás. De hecho las reuniones con amigos o los foros públicos en las redes sociales son el mejor pretexto para criticar a todos sin miedo alguno. Si tú eres el que recibe ataques o el que es exhibido en público, un poco de egoísmo y maldad ayudará a que puedas ignorar los comentarios para seguir con tu día.
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Para enfocarte en tu crecimiento sin que los éxitos de los demás te arruinen
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Será mejor que te olvides de lo que los demás hacen para que comiences a analizar lo que estás haciendo tú para alcanzar tus objetivos. Si deseas un resultado determinado, debes eliminar los estorbos mentales que te impiden llegar hasta él. Enfocarte en los éxitos de los demás y no los que tú planeas es el primer obstáculo.
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Para enfrentar los retos sin miedo y con coraje
razones para ser egoistas y malvados
La maldad y el egoísmo te darán el coraje necesario para sobrevivir usando tus mejores recursos y explotando tus máximas posibilidades de ganar. En la vida, a veces tendrás que ser un gladiador sin escrúpulos que se atreva a luchar contra los leones que te quieren devorar.
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Para no ser una persona codependiente
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A veces no hay nada más lamentable que depender de los demás para poder “ser feliz”. Enfocarte en cómo quieres tú las cosas no es ser egoísta o malvado, sino necesario.
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Para mandar al carajo todo lo tóxico en tu vida
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A la mierda con las situaciones y las personas que te aportan negatividad. ¿Por qué soportar a alguien que te saca de tus casillas y te mantiene en perpetuo estrés? Piensa primero en ti y evita intoxicarte.
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Para tomar decisiones basadas en lo racional y no en lo sentimental
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Durante momentos de gran tensión muchos se quiebran al instante, lo cual habla de una una inteligencia emocional débil. Al actuar de manera egoísta y libre de sentimentalismos, será más fácil que analices de manera fría los problemas y así tomes una solución racional.
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Para no dejarnos intimidar por situaciones o personas
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Vivir con miedo hacia algo o alguien es terrible. Cuando dejas de darle importancia a lo que esa persona hace, comienza una liberación que te lleva a ser feliz. ¿Cómo hacerlo? Viviendo para ti e imponiendo tus propias reglas: egoísmo y maldad al servicio de tu paz mental.
Algunas personas afirman sin temor que en el ser humano existe un resquicio de maldad que puede aparecer en cualquier instante. Por ejemplo, el polémico filósofo esloveno Slavoj Žižek dice: “Somos básicamente malos, egoístas y desagradables. Tomemos a la tortura como ejemplo. Soy un realista. Si tuviera una hija y alguien la secuestrara y yo encontrara a un amigo del secuestrador, no podría negar que torturaría al tipo”.
razones para ser egoistas y malvados risa
Satisfacer nuestros placeres y deseos, incluso los más impuros y extremos como en el ejemplo del filósofo, es resultado de nuestro egoísmo. No hay nada de malo en querer cumplir nuestros deseos si esto nos encamina a vivir de manera plácida. El debate se abre cuando este egoísmo se convierte en franca maldad, es decir, que hace daño a los demás.
Žižek también afirma: “No prestamos suficiente atención a lo que nos hace sentir bien porque estamos obsesionados midiendo si tenemos más o menos placer que el resto. En estos casos extremos, me gusta recurrir a los clásicos. Por ejemplo, Rousseau. Él veía el egoísmo como algo saludable. El único límite que ponía es que no es legítimo preferir el bien propio si causa un mal a otros”.
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Sigue analizando tu personalidad y la de los que te rodean: el miedo a ser vulnerable es lo que convierte a un hombre en un patán sobresaliente. Además, lee 10 cosas que las mujeres fuertes hacen diferente a las demás y explican su inteligencia emocional.
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Fuente:
El País
