Os cuento cómo hacer unos bollitos rápidos para el desayuno o la merienda. La textura no es esponjosa (pese a llamarse así), es algo más seca, del estilo de las rosquillas de San Isidro, o los roscos de palo. Pero para mojar en el café o o el chocolate son estupendos.
Necesitamos (para una docena)
90 gramos de azúcar
80 gramos de mantequilla
375 gramos de harina
Una cucharada de levadura química
Una pizca de sal
un huevo
Un componente aromático, como puede ser ralladura de limón, esencia de vainilla, anís en grano o molido, canela, etc. Media cucharada.
Tres cucharadas soperas de leche.
Mientras calentamos el horno a 160 grados, vamos batiendo la mantequilla con el azúcar. Una vez quede una pasta espesita, vamos añadiendo por este orden, y batiendo bien, el huevo, la leche, el producto aromático.
Finalmente, añadimos la harina, la levadura y la sal (previamente mezcladas), removemos, y volcamos sobre una encimera o mesa. Amasamos un poco con las manos, y formamos una bola que dejaremos reposar quince minutos.
En una bandeja de horno, con papel para asar, iremos colocando los bollitos, que son bolas aplastadas, aunque también se pueden formar rosquillas, si nos gusta más.
Cuando esté el horno ya en su temperatura, introducimos la bandeja. Durante el horneado, veremos que se hinchan un poco. Cuando los bollitos estén dorados, los sacamos y dejamos enfriar.
Buen provecho.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]