QUE SON CASTA, QUE SON CASTA....

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A veces me asoma la sonrisa cuando observo como, para algunos, Podemos es una especie de religión, donde más que la realidad es la fe lo que los mueve y ven en los líderes profetas inmaculados. Al margen de sus vestimentas, peinados o despeinados, modas al compás de la juventud de hoy, cosa natural por sus edades, como políticos son idénticamente iguales al resto, locos, todos ellos, por un minuto de gloria o una portada, y más con los tiempos que corren en cuanto a la comunicación, no viven sin un tuiter que los haga famosos, aunque tengan que cagarse en lo más sagrado.

Ayer mismo, en el Parlamento catalán, y durante el debate sobre el referéndum, tres miembros de Podemos abandonaron la Sala ante la negativa del portavoz del grupo, Joan Cuscubiela, de repartir el tiempo para que pudieran lucirse todos ante las cámaras. Seguramente porque sus papás, o sus amigos, estarían viendo el Debate. Las tensiones internas en esta agrupación, ya observadas en varias localidades, tienen como consecuencia el interés personal de cada uno de ir ascendiendo sin importar si pisotean a algún compañero. Nada tengo que oponer, es algo muy humano y en políticos la ambición, pero por eso mismo, porque actúan como la casta, son casta.

El P©stiguet

Es posible que, como el título del film español "todo es posible en Granada", algunos juren por la virgen de Covadonga que este hilo no lo han leído, por tanto no se han enterado de lo escrito. Como los dirigentes del PP no se enteraban, no sabían, de los robos de sus tesoreros, o la infanta de España de cómo ganaba su marido los muchos dineros. ¡Es tan fácil negar en España! Pero sí lo han leído, por supuesto, y no han encontrado argumento para debatir lo que dije, y llamarme otra vez mentiroso por decir la verdad no cuela.

Pero a mí que no busco protagonismo, y me da lo mismo me lean 10 que 10.000, dejo mis ideas y los datos que las justifican, y con ello tengo bastante. Cuando un día dije que me parecían los de Podemos tan casta como los demás, poco les faltó para llevarme a la hoguera expiatoria y purificadora, pero ahora no es solo la idea, válida a la vista de lo acontecido, pues son datos, muy pequeños, sí, de momento, ya que, al igual que el torero necesita minutos para hacer una faena de aliño al toro, el político necesita tiempo para que lo vayamos conociendo.

La suerte que tiene algunos políticos es que tienen seguidores ciegos, que ven en ellos halos de santidad, y no son más que trucos de prestidigitador para engañarlos y tenerlos domesticados.

Un consejo: sea usted rebelde como yo lo soy, y no habrá dios que lo convenza de lo inconvencible.

El P©stiguet

El ridículo sólo es comparable a la petulancia del Postiguet.

Habla de datos, pero no da ninguno. Dice que para algunos Podemos es un religión, cuando el único que tiene fe en que los integrantes de un partido que se niegan a cobrar más de tres veces el salario mínimo acaben siendo una casta es él.

Y, lo más gracioso de todo: está desesperado por que el llobu le conteste. Tanto lo está que debe creerse que nadie se da cuenta. Resulta muy patético, pero no cabía esperar otra cosa de alguien tan pagado de sí mismo y tan falto de palabra.

El Postiguet tiene tanta rebeldía como cualquier ladrillo que forma parte de un muro.

El ridículo del vejestorio ya es más que patético... y al llobu ya le duelen las costillas de tanto reírse a su costa.

Salud y República.