La Hora Bruja (Por Canafrem)

Canafrem
Sábado 23 Ene 2010, 04:17 Post #905189

Me gustaria abrir este hilo, para contar historias, pero de esas historias que se contaban antiguamente al calor del fuego, esas que daban miedo.

Pueden ser de cualquier tipo, inventadas, vividas, leyendas o incluso pesadillas.

Por ahora empezare contando una pesadilla que me atormento hace muchos años y me tuvo tres dias paranoico perdio.

Abro los ojos y la mañana era luminosa, me levanto de la cama como todos los dias pero pasa algo raro, oigo ruidos y trasiego de gente en el salon de mi casa a traves de la puerta de mi habitacion.
Y cuando abro la puerta encuentro a mi madre hablando alterada con un señor bestido con un mono azul y correajes de espeleologo, al fondo entraban mas, la cosa subia de tono por momentos. Entonces me encare con uno de aquellos tipos y le pregunte que coño estaba pasando, pero me contestaba con evasivas, solo repetia que tenian que acceder a la ventana de mi habitacion, por orden del govierno y poco mas.

Bueno, pense... tampoco nos estan atracando, de acuerdo entonces, pasen y hagan su trabajo.
Rapidamente aquello se convirtio en un circo de cables, aparatos de medicion y artefactos de todo tipo, sus caras estaban descompuestas y la mia empezaba a estarlo... ¡¡ Que alguien me diga que coño esta pasando aqui, joder!!, pero todos seguian a lo suyo.
Entonces me meti casi a la fuerza en mi habitacion y logre mirar por la ventana, yo vivia en un primero, y justo en el patio interior que daba a mi ventana, se habia abierto un enorme agujero en la tierra con una profundidad insondable, de la noche a la mañana, eso nunca estuvo ahi.
Aquellos tipos seguian portando cachibaches y cordajes, colocandolos alrededor del pozo, era evidente que se disponian a bajar y dejarse tragar por aquella garganta negra. De la indignacion pase al miedo, pero tambien a la tristeza, los hombres que ivan a bajar se despedian con abrazos de sus compañeros.
Medio loco volvi al salon a hablar con mi madre, y alli estaba, petrificada frente al televisor. En las noticias estaban hablando de un fenomeno que se habia producido espontaneamente en todo el mundo... millones de pozos se habian abierto en todas partes y no se sabia nada aun de su naturaleza, solo que su profundidad era incalculable.

Nunca supe que estaba pasando en realidad, pero lo que me quedaba claro, esque algo horrible estaba a punto de suceder.

Abri los ojos sobresaltado, me desperte de la pesadilla, pero la mañana tambien era luminosa... por un instante crey que me iva a ocurrir de verdad.

No me asome a la ventana en tres dias.




Tenhomorriña
Sábado 23 Ene 2010, 08:40 Post #905204

Uff a mi si que me pasó una que lo pase fatal fatal hace unos años.
Era carnavales de hace unos..5 años (Yo tendría 15), y en una de las calles más famosas (Príncipe) nos reuniamos un monton vestidos con monos azules y los bolsillos llenos de botes de espuma,agua,serpentina liquida... Para hacer "guerras" corriendo entre las calles. Nos lo pasamos increíblemente bien.
Llegamos a casa de una de nosotras para cambiarnos y estar allí un rato más y alguien propuso jugar a la ouija. Al principio nos lo tomamos en broma, en un..Venga tio que dices. Luego nos entró la curiosidad, éramos unos 8, 5 jugamos y el resto se quedaron mirando.
Contado así suena ridículo...porque el tablero lo hicimos con una pizarra de rotuladores, y el "vaso" era la tapa de un bote de lentillas...
Daba igual, teníamos las ganas, la curiosidad y la imaginación disparadas.
En esto que después de un rato la tapita empezó a moverse, y por más que nos fijábamos los unos en los otros no nos daba la sensacion de que nadie hiciese fuerza para moverlo.
Como te llamas? Y comenzó con una B... una R... y alguien dijo: Jajaja se va a llamar Brais.
Terminó de moverse y puso Brais. No recuerdo bien pero también había salido una fecha.
La que vivía allí se murió de miedo, cogió el tablero, lo escondió detras de un sofá y tiro la tapita por la ventana, así dejamos de jugar.
Pasados 10 minutos de risas nerviosas, nos dimos cuenta de que faltaban los perros.A todos se nos hacía demasiado raro porque era este tipo de perro dependiente, que no se separa de tus piernas para nada, y cuando digo para nada es para nada.
Estuvimos,sin exagerar, una media hora buscandolos en un piso de 6 cuartos en total.
Encontramos al Collie, un perro enorme, enorme temblando debajo de la cama de sus padres. Al pekinés lo encontramos más tarde acurrucado en el sofá despues de haber estado 2 SEGUNDOS antes removiendo cojines justo allí.
Nos entró a todos la cagalera y mi amiga llamó a su padre a ver si nos podía acercar a todos a casa (cogernos un autobús nos sonaba a película de terror).
Llamó y el teléfono ni siquiera daba señal, ni de ocupado ni de espera...NADA.
Después de más de 10 minutos conseguimos hablar con su padre, vino a buscarnos y nos llevó a cada uno a casa.
Llegué y estaba sola, me conecté y llamé a un amigo para estar entretenida.Se encendió la tele sola y una luz de la escalera.Me hice un poquito la valiente pensando en casualidades.
Otra de nosotras tenía en casa a su abuelo enfermo, y estando en el baño oía una respiracion muy muy rara detrás de la cortina del baño, y veía que se movía.Se lo tomó también como una casualidad.Pero después cuando se fue a dormir seguía escuchando esa respiración, como la de su abuelo malito pero a su lado.
Otro fue a casa andando, porque no entrábamos en el coche y vivía más cerca, eran más de las 11, con quince años...No vas muy convencido solo de noche.Se le paró un tipo muy extraño y le estuvo contando historias de ese tipo, sin saber que habíamos jugado antes.Pensó que no venía a cuento y que sería otra casualidad, pero desde ese día se lo sigue encontrando muy a menudo, y ya de mayorcito le sigue dando un poco de repelús...

No creo que os de mucho "miedo" esta historia.Pero imaginaros todo ese cumulo de casualidades con 15 años y despues de jugar a esa mierda.




Canafrem
Sábado 23 Ene 2010, 10:08 Post #905247

Eso de la Ouija es muy peligroso, simplemente porque funciona. Que cuales son los mecanismos de ese funcionamiento??, ni idea, pero personalmente no creo que tengan mucho que ver con espiritus o manifestaciones de ultratumba, mas bien es sujestion extrema, un estado de consciencia alterada que quizas, y en algunos casos muy extremos pueda provocar algo asi como la telekinesis, como mucho.

En todo caso, no se la aconsejo a nadie.





Gloriana
Sábado 23 Ene 2010, 10:48 Post #905274

La Figura Negra

¡Me encanta el verano! Siempre voy al pueblo de mi padre y me junto con otros chavales que tampoco viven allí pero que vuelven todos los años. Pasamos los días en la piscina y las noches bebiendo y riendo. Solemos estar bebiendo y fumando todos los amigos en un claro que hay en un pinar cerca del pueblo. Mi padre me dice que no entremos allí..que no es un sitio adecuado para estar de noche...pero chulísimo, se está muy a gusto, y además nunca hay nadie. No entendía porque me daba esa advertencia hasta que una noche sucedió algo que nunca podré olvidar.

Estabamos allí de risas y hablando de nuestras cosas hasta que en un momento de la noche una amiga, Silvia, empezó a ponerse blanca. Gritaba temblando que en la oscuridad, entre los pinos, había alguien o algo...estaba quieto mirándola muy fijamente...Todos comenzamos a reir bromeando y le dijimos que dejara de beber. Ella no salía de su temor...ya no veía la figura pero estaba segura que no se la había imaginado. Varios nos ofrecimos a ir hasta el sitio para que se convenciera de que no había nada ni nadie.

Tras la comprobación a Silvia se le pasó el susto. Todos seguimos riendo y charlando cuando esta vez fui yo el que se sentía observado por alguién. Esa hombre...pálido mirándome fijamente...¡¡ERA VERDAD!!. Me entró tal desesperación que comencé a gritar. Silvia lo volvió a ver y también gritaba. Nadie entendía nada pero nos pedían que parasemos...la broma se estaba haciendo pesada. Nosotros insistíamos: "no es una broma. ¿Acáso no le veís?" Nadie le veía...había vuelto a desvanecerse.

Algunos fueron a mirar otra vez...¡nada! Seguimos allí pero yo ya no estaba nada a gusto...de repente Raúl gritó un fuerte "Dios, ¿Qué es eso?" de una forma agónica, se levantó y empezó a correr hacía el pueblo...todos le imitamos. No tuve tiempo de girarme y mirar, pero sé lo que vio. Esa figura de mirada pálida penetrándote...

Nunca más volvimos allí...nadie de nosotros se ha atrevido nunca a comentarlo...pero estoy seguro que no somos los únicos que lo hemos visto. Ya sé porque mi padre me decía que no entraramos allí...y porque nunca me decía la razón. Él, al igual que yo, no quiere nombrarlo nunca más.
No es una historia personal, la encontré en internet...





Belier
Sábado 23 Ene 2010, 11:56 Post #905417

Si alguna vez crees haber visto algo que no es de este mundo, luego puedes pensar que ha sido producto de tu imaginación. Sí claro, estabas cansado, tendrías sueño, un juego de luces... Pero si otra persona que está contigo en ese preciso momento, lo ha visto también; entonces ¿qué pensarías?

Una noche, antes de dejar a mi amiga en su casa, paramos el coche en un parque; justo en frente de una palmera. Mientras hablábamos, ella dirigió su mirada hacia delante y observé como su expresión cambiaba de la risa al pánico en cuestión de segundos.
Miré hacia donde ella lo hacía y vi que detrás de la palmera, se asomaba un chiquillo. Parecía un gitanillo, moreno, con el pelo revuelto, desaliñado, sonriente. Pero lo que me llamó la atención fueron sus ojos. No eran los ojos de una persona. Brillaban demasiado y si tuviera que describírtelos, te diría que eran como si el iris ocupara toda la parte blanca del ojo (esclerótica). La verdad es que sentí miedo. Inmediatamente giré la cara hacia mi amiga y sin hablarnos, comprendimos que estábamos viendo lo mismo. Salí corriendo del coche hacia la palmera y allí detrás no había nada. Era imposible que hubiera salido corriendo, lo hubiéramos visto. Miré por si se había subido encima de la palmera, por debajo del coche; nada, no estaba. La distancia entre él y nosotros era la de la parte delantera del coche. En el parque había buena iluminación.

Desde entonces, cuando es de noche y tengo que pasar por donde hay palmeras, intento no acordarme de esto. Por cuestiones de trabajo, me veo obligado a atravesar zonas con palmeras... de noche. No tengo miedo, pero no puedo evitar un escalofrío al recordar los ojos del gitanillo.
Una cosa que me llama la atención, es que esos ojos los he visto en dos ocasiones más.





Tay
Sábado 23 Ene 2010, 12:24 Post #905480

Amo a veeeer… dejé de faltar a las clases de escritura de Pemán porque se murió el buen hombre, de modo que me perdonáis los innumerables gazapos que pueda introducir en la historia…

Andaba yo tan contentita muriéndome en la UVI de un gran hospital, la-lara-larita, cuando desperté y deduje, por la presencia junto a mi cama de un respirador artificial, un electrocardiograma enchufao a mi body, una bomba de morfina, y diversas bolsas colgadas de sendos percheros que inoculaban sangre, antibiótico y heparina a mis sufridas venas, que al final no me había muerto…

De repente se me apareció George Clooney caracterzado de “Urgencias” (que a la postre resultó ser un enfermero que nada tenía que envidiar al Cloney), y me dijo:
-“Fulanita (no me llamo así, pero confío en vuestra inteligencia), estás en la UVI, la operación ha sido bastante complicada, pero te vas a recuperar. Eso sí, hazte la idea de que tienes aquí para un par de días. Yo soy el enfermero que va a estar a los pies de tu cama pendiente de tus constantes. Cada ocho horas iré cambiando turno con otros compañeros, que se sentarán también aquí, junto a esta mesa a los pies de tu cama.”
Eso me produjo una alegría indescriptible, porque la vista que tenía el menda desde ahí abajo era de lujo: tóa yo en pelota picá, sin cubrir por sábana alguna, llena de apósitos y tubos, sondas, drenajes, ventosas, y mi cara de ángel dando arcadas contínuas por culpa del puto respirador…

Me tiraba el pelo. Entonces yo lucía una melena larguíiiiiiiisima (ánde estará, órdiga), y alguna envidiosa de mierda la había enredado con saña en el quirófano con una venda que me estaba haciendo ver las estrellas. Había querido hacerme, supongo, una especie de coleta que rebosaba por el cabecero de la cama, y no le faltó más que colgarme del techo para terminar de satisfacer sus criminales instintos...

Las horas pasaban eternamente, y en mi mente no aparecía más que la imagen de la enfermera peluquera torturada hasta la extenuación por mis manos, en un intento de autocalmarme el dolor de la puta coleta… De vez en cuando mi idolatrado enfermero se acercaba, no sin esfuerzos, por el estrecho pasillo que habían dejado entre mi cama y las mesas de aparataje, y me secaba el sudor (era verano, además) con gasas, o me mojaba con agua fresquita. A la tercera vez que tuvo que lavarme las vergüenzas ayudado por dos compañeros más, encajé que yo allí era de plástico, y que nadie se iba a parar a pensar si yo albergare el más mínimo atractivo.

Y así pasaba yo las horas, entre el sueño y la consciencia, dejándome cuidar por tan expertas manos.
En una de las pocas ocasiones que mi enfermero me hablaba (allí reinaba el silencio, solamente roto por los “bip” de las máquinas), me dijo que iba un momento a cenar, y que me dejaba media hora acompañada de una compañera. La compañera ni saludó, todo hay que decirlo, pero me constaba que allí estaba, porque sentí , mientras me venía un sueñecito atroz, que me liberaban el cabello de la martirizante gasa y me peinaban la melena desde la frente hacia atrás, lo que en consecuencia me dejó definitivamente grogui…

Cuando desperté lo primero que vi (con la cabeza forzada, pero lo ví) fue a mi enfermero, a la enfermera que le había suplido, y a la doctora jefe, sumidos en una discusión de la leche.
-“Váis a quitar todo esto (señalando a mi cama y a las mesas y percheros que me escoltaban), y a buscar la puñetera gasa, y luego me váis a decir quién la ha peinado…”
¡¡Órdiga!!! Entonces fue cuando me dí cuenta… que para peinarme tendrían que haberse puesto entre la pared y el cabecero de mi cama, y tendrían que haber retirado todo el aparataje, y la cama, y haber sorteado los tubos y los percheros. Leche… cómo habría sido posible…
Mientras movían todo aquello entre varios (la que liaron en un momento), mi Clooney me preguntaba, todo mosqueao por la bronca : “¿No te acuerdas de quién te ha quitado la gasa? ¿Era alguno de éstos? Tú no hables, no te esfuerces, que ahora no puedes, pero dímelo con la cabeza, anda, bonita”…
Menudo acojone… y la gasa no aparecía por ninguna parte… Ni apareció jamás. Volvieron a colocar todo en su sitio. Cuando me recuperé y volví al hospital para las pertinentes curas, solía encontrarme a mi enfermero, que me volvía a preguntar: “Venga, dímelo, chica, dime quien te peinó, o quién arrastró la cama”… a lo que yo solo sabía contestar con una risa, porque si le contesto de verdad, le acojono más.

No sé quien lo haría, de verdad, ni vi a nadie colocarse detrás de mí, ni nadie movió nada. Solo sé que sentí como me peinaban, y que cuando salí de allí no tenía un solo nudo en la cabeza…

Belier
Sábado 23 Ene 2010, 12:56 Post #905548
Dicen que la mejor forma de mantenernos alejados de todas estas historias es desear no tener contactos con ellas. Si te da mal rollo, simplemente piensa que no quieres saber nada de este tema; que lo que quieres es vivir la vida real, la vida diaria y normal de cualquier persona. Repítetelo las veces que haga falta y sobre todo si no te sientan bien, no mires, leas o escuches historias que te intranquilicen.
Yo procuro pasar de estas movidas también: prefiero vivir la vida de los vivos.
Lo que ocurre, es que a veces es inevitable. Procura pensar varias cosas a la vez, que no tengan nada que ver con lo que te da miedo. Y sobre todo recuerda que si no crees o no quieres creer, va a ser muy difícil (por no decir imposible) que tengas contacto con algo que tu no quieras conocer. Si fuera fácil, estaríamos todo el día de arriba para abajo, no?



Martita
Sábado 23 Ene 2010, 13:09 Post #905558

Bueno pues ya me leido el hilo, solo me ha pasado una cosa de estas, y dos veces nunca la he contado, solo a una aimga mia...

hara mas de 20 años, yo vivia con unas amigas en un piso de alquiler, y por las noches contabamos de estas historias de miedo...

a mi no me suelen dar miedo, es mas, me gustan, una noche una de ellas nos conto algo realmente escalofriante, nos dijo que se la aparecia su madre muerta, y que la noche anterior habia estado alli con nosostras... todo el rato...

eso me impresiono, dado que ella era mi compañera (estabamos dos en cada habitacion) pense, si realmente es cierto, y vuelve otra vez...joder, eso me dio mucho miedo...

en fin tocó apagar la luz, yo me tape la cabeza, queria dormirme enseguida, pero no podia, no dejaba de pensar...y si volvia? seria que mi compañera estaba loca...?

estando en estos pensamientos, noté, que algo se sentaba a los pies de la cama,justo encima de mis pies, pesaba bastante, yo intente levantar los pies hacia arriba, para quitarlo de alli... no podia...!!!! me quede paralizada, quise gritar... pero tampoco podia, ni siquiera moverme, fue horroroso, no podia hacer nada, abri los ojos, estaba oscuro, no veia nada...

volvi a cerrarlos, me tape la cabeza con la sabana, y me puse a rrezar, creo recordar, que me quede dormida, con el peso ahi encima, por la mañana no estaba ya,pero al poco tiempo me fui de ese piso...

luego pense, que fué debido a esas historias, que fue mi subsconciente y no lo volvi a pensar mas...

hasta que me volvio a ocurrir, 15 años mas tarde, ni lo recordaba apenas, pero una noche cualquiera, en otro piso ya, con mi pareja, estabamos durmiendo, y noté, eso peso encima de mis pies, y como una presencia en la habitacion, notaba alguien alli, recorde, que era la misma sensacion...me desperte y no vi nada, recorde esa vez...entonces no se como,os lo juro, me incorpore un poco, pregunte:

- quien eres...?
- que quieres de mi ?

taba acojoná, pero el caso es que , se levanto,lo que coño fuera aquello, y se fué, hara como 5 años de eso y no ha vuelto mas...





Salamandra
Sábado 23 Ene 2010, 13:12 Post #905563

Hace años, estando de camping en una zona de la costa gallega, nos acercamos a un sitio que le llaman "a pedra do demo" ... "la piedra del demonio"... (hay varias con este nombre esparcidas por toda Galicia)

Ésta en concreto está en un lugar precioso, en lo alto de un acantilado, frente al océano.
Es una piedra grande ahuecada por dentro con la forma de una figura humana y con un agujero del tamaño de una cabeza, que da hacia el mar. De forma que entras dentro del hueco y por ese agujero ves perfectamente el océano.

La leyenda dice que desde ese sitio el demonio elegía los barcos que iban a naufragar.

Pues bien, fuimos hasta allí, y todos nos hicimos una fotito sacando la cabeza por el agujero y mirando al mar. De esto hace muchos años, no existía el photoshop ni la imagen digital.

Al revelar las fotos, en la mía aparecía yo, sonriente asomando la cabeza y de fondo un paisaje de casas (que no había allí) y varias personas mirándome serias... (que tampoco estaban allí)

¿Que pasó?... ni idea.... a saber...

Tindio
Sábado 23 Ene 2010, 13:34 Post #905595
esto de las presencias depende de lo sensitiva que este la persona y el momento por el que este pasando. yo a veces oigo a mi padre que me llama y hace tres años que murió.
y a mi madre le pasa otro caso similar perdió a su madre cuando tenia 12 años, mi abuela tubo una muerte espantosa murió llagada de arriba abajo y sufriendo mucho y mi madre es la que la cuidaba y hoy aun dice que a veces la oye que la llama.
supongo que las voces y la sensacion de presencias no son mas que ecos de nuestros recuerdos. pero acojonar acojona.




Martita
Sábado 23 Ene 2010, 13:38 Post #905605
a todo esto añadiria, que la segunda vez que me ocurrio, ya habia perdido alguien muy querido e importante para mi, (años atras) y pense que pudiera ser esa persona, y por eso me dio menos miedo...

y es cierto hay noches que sueño con el, y hablamos, cuando me despierto, no se muy bien si ha sido un sueño o realmente hablo conmigo...

todo un misterio...





Gloriana

Sábado 23 Ene 2010, 13:49 Post #905635
Hola Tindio: Curiosamente lo que cuentas le ocurrió durante varios años a mi tía. Ella cuidó de su abuela hasta que murió, también después de una larga temporada sin moverse de la cama y sufriendo mucho. Nos contaba que a veces le daba la sensación que escuchaba sus lamentos y que la llamaba igual que hacía mientras la estaba cuidando...y dan respeto estas cosas...mi tía es una mujer muy sensata y estas historias en boca de ella...suenan ciertas.






Canafrem
Sábado 23 Ene 2010, 23:38 Post #907174
Bueno, pues despues de contar mi pesadilla viene el plato fuerte, y digo esto porque lo que voy a contar es rigurosamente cierto, fue hecho para mi y estaba rodeado de testigos.
Es muy posible que esta historia me haga bajar enteros como persona sensata, pero la insensatez seria negarlo.

Hace ya muchos años contaba yo con unos tiernos 17, estaba recien llegado a esa ciudad con mi familia y mi circulo de amigos era bien reducido, casi inexistente. Mi hermano era mas espavilado para esas cosas y ya contaba con su pandilla, eran gente estupenda y de lo mas sana. En ocasiones yo acompañaba a mi hermano cuando se reunia con ellos y asi pasabamos la tarde, el caso esque un dia les escuche hablar de un tal Manuel (prefiero no decir su nombre real), ese muchacho era uno mas de la pandi, aunque bastante mas reservado que el resto, no siempre estaba alli.
Manuel tenia una extraña fama, hacia cosas asombrosas. Segun contaban, tenia la capacidad de mover obejtos con la mente, pero la cosa no quedaba ahi, muchos testigos afirmaban haberle visto comvertir un jaulon de palomos en serrin con solo mirarlo, levantar objetos en el aire, etc etc etc.

Varios meses despues llegaron las fiestas de la ciudad, y quedamos con toda la pandi para ir a la feria, alli por fin conoci a Manuel, era un muchacho grandote y algo gordito, con aspecto bonachon. Entramos todos en una de las casetas de feria y nos sentamos alrededor de una mesa a empezar la noche, a mi me toco a su lado, entable comversacion con el no recuerdo ni de que temas, pero al rato me asalto la curiosidad y no pude evitar preguntarle por aquellas proezas que tanta fama le reportaban, se quedo unos segundos pensativo y al rato me dijo... ves aquella bombilla que esta apagada al final de todos los farolillos?, yo le respondi, si.
Muy bien, pues ahora se va a encender... y se encendio, bueno, digamos que me sorprendio pero tampoco era para lanzar cohetes.
Despues dijo... ahora se va a encender y apagar todo el raro, y asi fue. Mi sorpresa ya iva en aumento, pero el caso esque al momento me comentó... esto esta aburrido aun, vamos a darle un poco de marcha a la caseta... y de repente todas las luces se puesieron a tintinear como si fueran luces sicodelicas de discoteca, subio el volumen del aparato de musica que estaba muy lejos de alli, detras de la barra de los camareros, los pobres no daban a basto intentando saber que coño estaba pasando alli, no controlaban nada.

La caseta se convirtio en una locura de luces y musica bajando y suviendo a todo volumen, yo tenia la impresion de haberme fumado catorce porros o de estar totalmente borracho, pero no era asi, aquello estaba sucediendo delante de mis narices y de todos los testigos.
Cuando ya decidio terminar con aquel festival, todo volvio a la calma como si nada hubiera pasado.
Nisiquiera acerte a preguntarle como habia hecho eso, aun seguia perplejo, pero si le pregunte porque?, y me dijo que no podia hacerlo cuando el queria, tenia que pedir permiso, y segun el, lo pidio para poder mostrarmelo y le fue concedido... Que quien se lo concedio?, no lo se... Porque a mi?, tampoco me lo dijo, pero sea lo que sea lo que alli ocurrio, me hizo sentir muy especial, pero no por sentirme elegido, sino por haber tenido la oportunidad fuera como fuera de haber visto algo asi.

Sinceramente, llevo todos estos años intentando averiguar como coño pudo haber hecho eso y porque, todo un montaje y un despliege de medios para impresionar a un mocoso?, lo dudo mucho.

Pero doy mi palabra de honor de que esto que he contado es absolutamente cierto y real.

En fin, ya me gane mi fama de majara.

Tay
Domingo 24 Ene 2010, 00:25 Post #907360
Esto nos pasó en un pub cuando era mocita... Quedamos toda la pandi para ir a ver "el exorcista" en la pantalla grande del pub. Ahí estuvimos viendo la peli, entre risas y cubatas, hasta que estalló un vaso de tubo... y se acabaron las risas p'a toa la noche...

Canafrem
Domingo 24 Ene 2010, 00:42 Post #907420
Pues recuerdo un dia, que no se les ocurre otra cosa a unos colegas mios, que meterse de noche en el cementerio para hacer psicofonias, todos jiñaditos vuscando un lugar entre nichos, tumbas y oscuridad, para poder poner a grabar con un radiocasset de la epoca de carolo V.
El caso que al rato de dejar el aparatito ahi solito grabando, pues ya deciden volver a recojerlo, pero a uno de ellos se le ocurre la feliz idea de poner a reproducir alli mismo lo que habian grabado, claro esta, en estos casos hay que poner el volumen a tope para poder escuchar algo.
Y al cabo de diez minutos de tension, suena de golpe la cancion de bienvenidos de miguel rios... ATAQUE CARDIACO, todos espanzurraos en el suelo son la respiracion cortada.
El gilipollas del paco en vez de traer una cinta virgen, se trajo una de su casa de las cutres con la tipica cinta adesiva pa grabar encima.




Lunaclara
Domingo 24 Ene 2010, 09:44 Post #907856
pues voy a ver si sé contar la mía. La noche más espeluznante de mi vida.

Estaba yo en mi habitación, durmiendo sola. cansada después de todo un dia de trabajo, de hacer las cosas de la casa y de haber dedicado dos horas a ayudar a mi hijo en sus deberes.
Nuca conseguía dormirme ensequida que me acostaba. Me costaba mucho conciliar el sueño, pero esa noche se vé que mi cuerpo no podía más y caí en redondo.
No sé en que momento me desperté.....solo sé que abrí los ojos y con la única luz que habia en la habitación, la del piloto de la estufa, pude ver como las cortinas se movian.
Era invierno, así que todo estaba cerrado y no habia posibilidad de que hubiera nada de viento.
Ví como de entre las cortinas, salían unas sombras alargadas y deformes que iban por el aire y que como si se cogiaran de las manos, empezaban a formar un círculo y no paraban de girar delante de mí.
Intenté levantarme, pero no pude...solo podía tener los ojos abiertos..el resto del cuerpo no respondía.
Hice muchos esfuerzos por mover los brazos y poder destaparme, pero era imposible..estaba inmovil totalmente...no es que notara ningún peso encima de mí, simplemente no me podía mover y solo veia el círculo de las sombras.
Yo me repetía una y otra vez" venga...mueve el brazo.."...pero nada.Luego pensaba.."mueve las piernas"...y tampoco....estaba inerte en la cama, boca arriba y tan solo mantenía los ojos abiertos y seguia viendo las sombras como giraban cuando de repente...pararon y se abrió el circulo...entonces se pusiero a ambos lados mios..para intentar cojerme y fue cuando me dijeron "¿ves aquella luz?...pues te vamos a acompañar hasta ella y verás la felicidad..." yo me negaba a que me llevaran, pero tampoco podía hablar...aunque con mi mente les decia " os habeis equivocado...no es a mí...yo no puedo ir...mi hijo está durmiendo y no puedo dejarlo solo...dejádme, dejádme....no es mi momento , y no puedo abandonar a mi hijo así.....me necesita y no quiero irme...porfavor marcharos y no sigais aquí, porfavor, porfavor, porfavor.....dejádme.....no quiero ir a la luz....no estoy preparada...".

No sé cuánto tiempo duró la batalla entre las sombras y yo pero pedí tanto que me dejaran donde estaba, que entonces se marcharon a través de la cortina..iguál como habían llegado...se volvieron a mover las cortinas ..y la luz desapareció.

Ya no sabía si seguir intentando moverme o quedarme quieta, px el miedo me invadía de pensar que pudieran volver.

Cerré los ojos para no ver ni siquiera el piloto rojo de la estufa.....Los volví a abrir...e intenté levantarme....empecé por intentar mover los brazos y lo conseguí...luego noté como podia mover los dedos de los pies...luego las piernas...y de un golpe...me incorporé en la cama y me quedé sentada....el corazón me iba muy aprisa y solo me preguntaba que había sido aquello...px era demasiado real para ser un sueño....yo tenía los ojos abiertos y lo había visto todo......cuando me tranquilicé, corrí a la habitación de mi niño...tenía que verlo y cerciorarme de que él si que estaba y de que si lo podía tocar , era señal de que yo también estaba allí.

Así lo hice...entré en su habitación y le toqué su carita, le acaricié el pelo y enseguida lo abracé.....y lo pude sentir.....los dos estábamos allí.

Volví a mi habitación , pero ya no me atrevía a dormirme, así que me quedé sentada en la cama..recostada contra el cabezal y con la luz encendida. Me negaba a cerrar los ojos...no quería volver a pasar por aquello.....imagino que me dormí ya por cansancio.

Después de esto, estuve varios meses, intentando no dormir..me acostaba lo más tarde que podía..y cuando lo hacía..siempre era en la misma postura...sentada y recostada en el cabezal....la luz siempre encendida..y escuchando la radio con los auriculares, para no dormirme, aunque acababa haciédolo, no sin antes hacer mil intentos por no cerrar los ojos....

dos semanas más tarde de este suceso...leí en una revista un caso similar al mio....y en la contestación del psiquiatra de la entrevista....decía que eso tenia un nombe...no os puedo decir cuál...px ni me acuerdo..ni me quiero acordar......solo sé que todos los días, cuando se acercaba el momento de irme a la cama...comenzaba a sentir cierta angustia, de pensar que me dormiría y ya no me despertaría.
También leí , que cambiando la postura de dormir, era una solución a esos miedos...así que ya nunca más he vuelto a dormir boca arriba....pero aún hoy...si me muevo en cierto momento y me doy cuenta de que estoy boca arriba..me tengo que levantar enseguida y comprobar que todo sigue en su sitio en casa y tocar cosas, para ver si las puedo sentir.

Creo que esa sensación..la llevaré conmigo de por vida, aunque nunca me volvió a pasar, pero fué tan angustioso que ya nunca más he dormido una noche entera.





Tindio
Domingo 24 Ene 2010, 09:57 Post #907866
lunita esto que te paso fue una pesadilla por una sensacion de ahogo por el echo de dormir boca arriba. yo tengo problemas respiratorios y te aseguro que ahogarte cuando duermes hace que tu cerebro te juega malas pasadas. y supongo que estarías también pasando una época algo mas esterasante de lo normal.
todo y que yo también e oído y oigo voces, noto presencias y soy bastante intuitivo creo que todo esta en nuestro cerebro del que desconocemos aun muchas cosas.

Lunaclara
Domingo 24 Ene 2010, 10:08 Post #907871
Si..no te digo que no...pero yo estoy convencida de que fué real y más después de leer el artículo que leí de aquel psquiatra....él decía que no eran imaginaciones...que no eran malas pasadas que te juega la mente...que era algo vivido realmente.....además...que yo tenía los ojos abiertos y lo ví.....no sé ni como me he atrevido a contarlo...después de tantos años.....solo se lo conté a un par de psquiatras a los que fuí , para que me trataran mi mal de sueño...pero ninguno quiso comentarme nada sobre el tema....lo esquivaron con mucha delicadeza.




Tindio
Domingo 24 Ene 2010, 10:16 Post #907878
lunita no discuto que lo vieras. cuando empieza a faltar oxigeno en el cerebro las alucinaciones son tan reales que las vives.te recomiendo que revises tu postura de dormir, si eres de las que no se mueve en toda la noche intenta dormir de lado y con la cabeza en una postura cómoda para respirar bien y sobretodo lo que hacemos aquí. un ratito antes de dormir música relajante y no meterte en la cama asta que no estés totalmente relajada y tus fantasmas( obsesiones) se hayan ido.





Gloriana
Martes 26 Ene 2010, 20:27 Post #917055
El Hombre Del Maletín

Sandra tenía 15 años. Le encantaban las historias de terror y de fantasmas y se las solía contar a sus amigas del cole por las tardes hasta que se tenían quemarcahr a casa ya casi anocheciendo. Así pasaban muchas tardes. Y siempre antes de volver a casa, las chicas avisaban a Sandra de que si luego no podían dormir "se iba a enterar".

Una tarde, haciendo un trabajo en casa de una amiga, le relató una de sus historias. Era una historia realmente aterradora y la amiga se quedó bastante asustada. Y quería devolverle la moneda. Así que le dijo: "ahora te contaré yo lo que te va a pasar y verás quién pasa miedo. Cuando vayas a casa un señor con un maletín, vestido de negro y con bigote te seguirá para matarte."

Sandra rió, pero al regresar la historia rondaba por su cabeza y andó con una psicosis total. Aunque lo que realmente podía asustarle era un hombre con un maletín, vestido de negro y con bigote, y de esos no hubo ninguno en todo el camino. Llegó a casa y comprobó que no funcionaba el ascensor. Tuvo que subir ocho pisos a pie. Y lo peor fue cuando su madre le dijo que bajara la basura:
"¡Jo, que no va el ascensor!" Se quejó inútilmente.

Resignada cogió la bolsa de basura y comenzó a bajar despreocupada... pero a mitad de camino las piernas se le aflojaron y casi perdió el equilibrio. Frente a la puerta de una casa, esperando el ascensor, había un señor trajeado de negro, con bigote y un maletín.Con los nervios a flor de piel, casi a punto de gritar, corrió escaleras abajo sin pararse a pensar si el hombre le seguía.

¡Qué aterradoras pueden ser las casualidades! ¿O fue una visión de Lucía? ¡Quién sabe..!







Canafrem
Martes 26 Ene 2010, 21:45 Post #917361
Es que curiosamente la mayoria de historias de este tipo se dan entre adolescentes, y no es de extrañar, con esas edades la sugestion es tremenda.
En este caso menos mal que el tipo no la mato, hubiera sido el colmo, mejor dejemoslo en una macabra casualidad.

Por si acaso.


Gracias por tu historia, que buen archivo estoy haciendo.





Gloriana
Miércoles 27 Ene 2010, 14:21 Post #918811
La Carretera Fantasma

Conocía muchas historias de fantasmas en la carretera. Pero la historia que leí en un periodico me impactó. Hablaba de una carretera fantasma.

Se cuenta que hay una carretera comarcal en Paiporta, cerca de Valencia, dónde ocurren unos sucesos un tanto extraños. Y lo más impactante es que en los ultimos meses más de 10 personas han muerto allí. Y no se sabe la razón exacta. Nadie se había percatado de esta ciscunstancia ni se le había dado importancia hasta que se ha producido el testimonio del señor Martín. este hombre narra un suceso impactante que ha causado impacto y que ha hecho que se investiguen los hechos.
El Sr. Ruiz vive en un chalet situado en la carretera mencionada. De este hecho deducimos que la conoce a la perfección. Una noche conducía a casa de regreso del trabajo. Iba con mucha precaución ya que en el ambiente reinaba una niebla muy espesa muy poco propia de aquella zona. Nunca había visto una niebla tan densa nunca. Y, de repente, tuvo que dar un frenazo brusco. Se encontró ante un cruce en la carretera, pero un cruce...un camino que no había visto nunca. Él llevaba 10 años viviendo allí, pasando dos o tres veces al día por allí…y nuca había visto ese camino.

Reanudó el trayecto con una sensación de extrañeza enorme, dudaba si realmente había visto un cruce o era sólo su imaginación. Podía haber sido un efecto de la luna en la niebla…pero es que estaba seguro que allí había un camino.
Al día siguiente regresó por el mismo camino, dirección al trabajo, y al pasar por el mismo punto un escalofrío recorrió su cuerpo: no había ningún camino allí. En aquel lugar sólo había un terraplén de 4 metros de altura. En ese momento se dió cuenta que si hubiera cogido el camino habría caído por él y se habría despeñado. Gracias a que conocía el trayecto no lo cogió.

El suceso le había dejado muy confundido y lo comentó a unos amigos suyos al llegar al trabajo. Todos rieron, salvo uno que palideció al instante: Había oído hablar de esa carretera, de la historia de un camino que aparecía subitamente en una noche de niebla densa, pero nunca la creyó. Ahora todo parecía aclararse. Todo era cierto.

Ellos han estado investigando…en esa carretera han muerto más de 10 personas despeñadas…pero lo peor es que no es el único caso en todo el país. Existen muchos accidentes en noches de niebla extrañamente densa …¿será casualidad o será que existen más carreteras fantasmas?

Gloriana
Jueves 28 Ene 2010, 10:48 Post #920579
Hola Canafrem! Este es un relato que encontré en internet...creo que lo he puesto en algún hilo, pero lo pongo aqui por la relación que tiene con el tema de los caminos fantasma a los que nos referimos...

Título: El desvío.
Autor: Taber.
Género: Ficción.



Conduzco el coche de una manera mecánica, mientras escucho la música que me ayuda a evadirme de todos mis problemas. Ni siquiera soy consciente de mis movimientos, ni en que momento del estribillo decido pisar el embrague y cambiar la marcha, ni cuando mis músculos deciden impulsar la pierna mientras freno suavemente y arreglo mi cabello distraídamente al mirarme en el espejo retrovisor.

Parezco un autómata, me estoy dejando llevar sin darme cuenta, parece que acierto en todas mis acciones pero mi cabeza anda muy lejos de esta carretera que mis ojos creen que miran.

El camino lo conozco como la palma de mi mano, podría hacerlo con los ojos vendados, sin embargo hoy me llama la atención un desvío en el que nunca antes había reparado. Freno y lo estudio cuidadosamente desde mi asiento, no hay ninguna señal que me indique hacia donde va, pero la curiosidad me invade, ahora que me he percatado de su presencia hay algo que me lleva directamente hacia él. No existe prohibición, giro las ruedas a la derecha y me adentro en él.

Me ofrece otra ruta alternativa y añade emoción a la conducción, en un principio parecía secundario y sin embargo me ofrece una visión del paisaje completamente diferente. Vuelo en curvas increíbles, me siento segura sobre su asfalto, los árboles a ambos lados del desvío, le dan un aire bucólico, la temperatura baja a medida que me adentro en él, deduzco que mi camino habitual no está muy lejos, pero el desvío parece atraparme y me aleja de él sin apenas darme cuenta.

Miro el retrovisor y observo asombrada como el desvío parece desvanacerse tras de mí, como un espejismo en medio del desierto desaparece ante mis ojos y sus formas se difuminan lentamente. Me está atrapando, noto como mis manos se aferran sudorosas al volante, no tengo tiempo de tener miedo y mi mente busca una salida, la tengo delante,--pienso-- y piso a fondo el acelerador.

El coche ya no me responde, siento como me engulle lentamente, mientras consigo distinguir distorsionados los sonidos familiares de mi vida que me llegan del otro lado del desvío.





Tenhomorriña
Viernes 29 Ene 2010, 07:00 Post #922925
Ya he leído todas las historias, y hay algunas que realmente me pusieron la piel de gallina...

Voy a añadir una más...fue algo extraño, no se si sonará creíble pero os aseguro que fue algo demasiado "anormal"...

Dentro de 2 semanas hará 2 años de esto.
Un viernes llegué del instituto y en casa no había nadie.Bajé a casa de mi abuela (vive justo a mi lado) que me dijo que mi prima estaba muy malita en el hospital, que comiera tranquila que todo iba a salir bien. Estoy comiendo con mis 2 hermanos (pequeños que yo) llorando desconsolados a mi lado. Empecé a ponerme nerviosa hasta que les grité, que porfavor se callaran, que todo iba a ir bien, que ella iba a salir del hospital. (Yo, sin más información)
Terminé y subí con mi hermana a casa, oí que mi abuela le decía: con calma...con calma...
Estoy metiendo la llave en la puerta y mi hermana, a mi espalda, sin poder aguantar más, espeta: La abuela te mintió para que comieras tranquila, se murió,ella se murió.
Así, sin más, en el trabajo, embolia pulmonar y adiós muy buenas.
No recuerdo muy bien pero creo que justo cuando entré en mi casa me desmayé, era mucho más que una prima, era como mi hermana mayor, "mi más mejor amiga".
Total, viernes noticia, sábado y domingo tanatorio y lunes llevar las cenizas al cementerio...
Esa noche no era capaz de dormir, tenía tales ataques de nervios que por cualquier comentario rompía a llorar, ni siquiera era capaz de escuchar.Estando en cama, me acordé de una niña de mi clase que hablaba con su mejor amiga por las noches (era una compañera nuestra que también muriera 2 años antes).Que hacer eso le reconfortaba, que le contaba sus cosas aunque sabía que ella no le podía contestar, que lo hacía hablando al aire y aún así se sentía bien.
Me pareció algo un tanto ridículo pero bueno, me puse a hablar sola en mi habitación.
En plan.... te acuerdas de cuando corriamos por este camino y me caí y me hice mil heridas?
Os juro que acabé riéndome sola, pero riendo a carcajada limpia.
Salí a la ventana a fumar un cigarro y como estaba medio reconfortada, se me ocurrió lo de...: Ya que no te despediste, podías hacerme una señal!
Sé que suena rarísimo, pero empezaron a moverse muchísimo todos los árboles y una estrella se puso a brillar un montón.Me asusté un poquito, pero pensé que sería casualidad.
Me metí en cama de nuevo, y justo cuando me volvían a entrar las ganas de gritar, de llorar... Noté como alguien se tumbaba a mi lado.Como alguien me destapaba un poco para echarse conmigo,hasta noté como se movían las sábanas a mi lado...Me recorrió por el lado derecho del cuerpo un calorcito, como cuando alguien muy calentito está durmiendo a tu lado...
Lo primero en que pensé fue en ponerme a chillar llamando a mis padres.Pero no fui capaz.De repente noté ese mismo calor pero dentro de mi, y llegué a un estado de calma y tranquilidad asombroso.Como que podía ir quedándome dormida sin tener miedo a lo que fuera eso.
Se me ocurrió preguntar. - ...Lioba...?
Y el calor se hizo mucho mucho más grande y de repente desapareció.No dejándome helada, si no templada y completamente reconfortada.

Después de darle muchas vueltas,después de todo esto, conseguí una explicación "propia" para lo que me había pasado.
Sabéis el dicho de..."Cuando alguien se muere es como si te arrancaran un trocito de corazón".
Tras esos días comprendí que ese dicho no era una metáfora, que realmente sí te arrancan con pinzas un trozo de corazón. Y cuando noté eso en cama, noté como que "alguien", que se que fue ella, me tocaba el corazón y recomponía un pequeño pedacito.Que volvió a darme calor.


Suena raro esto del final, pero fue como lo sentí, como di por hecho que hay cosas que tratas de explicar en una frase que nunca eres capaz de entender del todo hasta que pasa.








Canafrem
Viernes 29 Ene 2010, 16:10 Post #923977
Desde luego es una historia sugestiva, da igual si hay algo paranomal o no, lo importante es que de una manera o de otra superaste la angustia y el dolor, la muerte es algo que nos toca la fibra de una manera muy especial y mas aun cuando es repentina.
Supongo que la mente tiene sus recursos para este tipo de trances, si no, podriamos volvernos locos en cinco minutos.

Gracias por atreverte a contarlo, pero sobre todo por contarlo como lo sentiste y sin pretensiones.







Gloriana
Viernes 29 Ene 2010, 16:27 Post #923998
Fenómenos Extraños
Como yo lo recuerdo, hace ya unos cuantos años. Cuando todavía estaba viviendo con mis padres, es decir en su casa.

Una de tantas noches en las que me quedaba solo, comenzaron una gran variedad de fenómenos extraños.
El primero y no menos importante sucedió cerca de la media noche. Yo me encontraba en el salón de la casa viendo la televisión. Como no es raro estaban emitiendo uno de esos programas somnífero típicos de la época. De forma inocente e inconsciente se me ocurrió decir en voz alta lo siguiente:
¡qué rollo, voy a cambiar a canal sur a ver que hay!.

Y antes de que hubiera cogido el mando a distancia la televisión se cambió no sé como a esa misma cadena que yo habia nombrado.

Como es lógico los pelos se me pusieron como escarpias, y me levanté. Tuve la sensación de que alguien me observaba giré la cabeza y vi como se encendía la luz del pasillo. Con cierta valentía fui a apagar la luz y antes de llegar a hacerlo vi como se caían dos libros desde la estantería que dificilmente podían moverse ya que estaban sujetos por otros libros que estaban a los lados.

Después de esto cogí las llaves y salí por patas a casa de mis tios.
No tenía intención de dormir esa noche en casa






Canafrem
Sábado 30 Ene 2010, 23:45 Post #927485
Recuerdo una mañana que paseaba por una calle de mi barrio, rumbo a casa de un amigo, el caso esque poco antes de llegar a su portal vi como estaban desalojando una casa, pero de las antiguas, vete a saber los años que tienen las casas de esa calle, con solo decir que casi enfrente vivia en sus tiempos el temido inquisidor Torquemada.

Precisamente mi amigo estaba en la acera curioseando el desalojo, aquello le llamaba la atencion porque le gustaban las antigüedades, y cuando me vio me dijo... vamos a echarle un vistazo al interior.
La casa era enorme, con el estilo clasico andaluz señorial y con muchos, muchos años colgados en sus paredes, al igual que las marinas que adornaban el salon principal. Ya estaba casi desamueblada pero aun quedaban los cortinajes y muchos objetos repartidos por el suelo, candelabros, figuras de porcelana, cajas con ropa de ajuar y una neblina de polvo que seguramente no habia visto la luz en decadas.

Las escaleras que daban a la planta superior estaban a la izquierda de la entrada, subimos por ellas alucinados por la belleza de los azulejos. Una vez arriba, entre el pasillo de la habitaciones estaba el dueño de la casa, supervisando todo el tinglado, era un hombre bastante mayor, pero a pesar de sus años conservaba un porte erguido y energico, entoces me acerque a el para preguntarle si no le importaba que curiosearamos, y muy amablemente nos acompaño en nuestra ruta, haciendo las veces de cicerone. Mi amigo empezo a intersarse por unos cuadros muy antiguos, tenia intencion de comprarlos pero con cautela, supusimos que el precio que pediria seria enorme.

Pero muy al contrario, el hombre bien campechano, nos dijo... Tranquilos, solo quiero desacerme de ellos, es evidente que no necesito hacerme rico. Entonces ya mas relajados nos pusimos a fisgonearlo todo, pero hubo algo que tenia una especial majestad, un piano que reposaba en la pared del fondo de un color negro deslumbrante, hecho y repujado en madera de caoba, con las teclas de marfil y dos candelabros de bronce incrustados en su frontal.
Era hipnotizante y mi amigo no dudo en adquirirlo junto con un lote de cuadros, el precio por todo fue asombroso, tan solo 60.000 pesetas, eso ya empezo a mosquearme un pelin.
Pero mas mosqueante fue la epopeya para bajar el dichoso piano, por aquellas escaleras interminables, entre vecinos, dios y ayuda, pudimos llegar hasta la casa de mi amigo, que estaba a tan solo cuatro portales mas adelante pero pareciera que hubiesemos atravesado el Sinaí.

Agotados, dejamos todos los bartulos en la planta baja y colocamos el piano en un lateral del patio interior, yo me fuy a mi casa a comer y volvi a eso de las nueve de la tarde, ya de noche, nos gustaba pasar muchas tardes e incluso noches hasta las tantas, a veces con mas amigos y a veces no, tomando cervecitas y pintando cuadros en la habitacion del fondo de su casa. Desde la ventana podiamos ver el patio a oscuras, y ese piano alli, mas oscuro aun, cerrado y frio como un ataud.
La noche transcurria divertida entre pinceladas, risas y tragos de cerveza, absortos en nuestras pamplinas cuando de repente escuchamos algo, no podia ser... el piano estaba tocando solo. Con una suerte de notas disonantes y freneticas aquella melodia macabra estaba invadiendo todo el lugar, la sangre se nos helaba en las venas por momentos, paralizados de puro miedo no sabiamos como reaccionar, mirandonos el uno al otro con el rostro desencajado.

No movimos ni un dedo, en un espacio de tiempo que se me antojo eterno, el sonido de aquellas teclas de marfil se habia hecho dueño de todo, y cuando ya pense que me volvia loco, el sonido paro.
Se acabaron las risas, los cuadros y la cervecita, ahora solo nos preocupaba nuestro esfinter, y sobre todo el mio porque yo tenia que volver a mi casa. Jamas me ha costado tanto hacer un recorrido tan corto, y conoci el miedo en estado puro cuando tuve que pasar justo al lado del piano para salir por la cancela de la casa, con un solo toque de tecla me hubiese dado un paro cardiaco, pero afortunadamente no lo hizo.
Tras el miedo inicial camino de mi casa, pase a un estado de tristeza, no se, pero me daba la impresion de haber conocido una alma en pena en el interior de ese piano.

Dos dias despues volvi a casa de mi amigo, esta vez por la mañana claro esta, y alli estaba el, sentado en las escaleras mirando al piano con cara de bobo, se ve que aquello le dejo tambien bastante tocado.
Ni corto ni perezoso decidi cojer los pinceles y me puse a pintarle un cuadro a aquel instrumento atormentado, le cambie el color y pinte su impronta descanasando en un hermoso prado de trigo maduro, bajo un sol radiante.

No se si es cosa mia, pero me dio la impresion de haber liberado su alma, o la de aquellos que en tiempos remotos lo tocaron.
Al poco tiempo mi amigo lo vendio, pero estoy seguro de que ya no pesaba tanto.






Gloriana
Domingo 31 Ene 2010, 14:19 Post #928770
Buena historia Canafrem...otra pregunta trascendente...se queda algún alma rezagada viviendo entre nosotros? ...si es así, por lo menos que sea de buen rollo...

Montecristo
Domingo 31 Ene 2010, 14:26 Post #928805


STORMYWEATHER
Decía Lord Byron que salvo dejar de escribir, nada hay más difícil para un poeta que empezar a hacerlo. Y a fe que en esas estoy con demasiada frecuencia, aun a sabiendas de que el oficio me agrada. El oficio de escribir prosa, artículos, comentarios, "e-mails" y cosas así, que el de poeta me viene grande y desproporcionado.
De forma que ante las "presiones" por parte de mi compañera Maite -buen ángel me envió el buen Dios en el que no creo demasiado- e incluso del director de esta "santa casa" en la que me encuentro tan confortablemente instalado, me puse a rebuscar en mis papeles con escasa fe, dicho sea de paso, intentando ver si tenía algo aprovechable con que "cumplir" y de paso desentumecer el alma y airear las letras. Que falta me hace.
De lo demás, bien; gracias....
Y di con una cassette en la que constaba la grabación de una conversación que mantuve el pasado verano con mi colega y meteoloco Juan Marhuenda -alias "Twister" para los habituales de los foros de meteo en Internet- en una "kedada" que celebramos en Toledo todos los aficionados levantinos y castellano-manchegos con el noble propósito de hablar de la no menos noble ciencia de la Meteorología.

El motivo lúdico-turístico tampoco estaba descartado, como luego se vio.
Fue en el hall del hotel Edén.
Recuerdo que la noche ya pintaba estrellas y luceros por los ventanales y el momento se prestaba a las confidencias y comentarios tras la primera reunión del grupo minutos antes, en una de las dependencias municipales del propio Ayuntamiento toledano.
Había hambre y sed; y ganas de seguir hablando de todo aquello que tanto nos gusta y nos une, de los visajes del cielo, de los discursos del viento, de anticiclones y de borrascas, de la lluvia y de la nieve y de todo lo que sucede –previsto o no; si es imprevisto, mejor- en las alturas y a lo que cada día se le da más y más importancia.

Sentados como aquel que dice "casi en el aire" sobre el suelo de cristal bajo el cual se adivinaban algunas de las dependencias del local y confortablemente instalados ante una mesa bien surtida de güisquises, cervecicas frescas y otras componendas del comer y del beber, Juan fue desgranando ante la animada concurrencia que allí se daba cita el capítulo más notable de la historia todavía inacabada de sus múltiples correrías en pos de los fenómenos atmosféricos.
En concreto, su particular aventura de lo que le aconteció allá en su tierra manchega una calurosa tarde del temible verano de 2003.
Los valencianos Isabel Granados, Joan Planelles, y otros dos compañeros de cuyos nombres no guardo recuerdo, fueron testigos conmigo de lo que allí nos narró el bueno de Twister.

Así que cuando las lenguas ya estuvieron suficientemente engrasadas tras el gozoso moje en las bebidas y bien parapetados frente al calor que afuera del hotel se adivinaba, Juan empezó más o menos así :
El tumulto de las celebraciones me aturde siempre; quizá sea por la falta de costumbre. Una boda en la más estricta intimidad en la que además del cura, éramos tres frente al altar -como 7 meses después se pudo comprobar- y dos bautizos que despaché con cigarros puros en la misma puerta de mi casa avalan lo que digo.
Por lo demás soy un individuo bastante introspectivo, amante de Ana Cristina, mi esposa, de mis dos “pezqueñines” y de la soledad y el silencio que el campo me brinda cuando salgo por los alrededores de Bonagua, mi ciudad natal, a pastorear sueños y poemas ilegibles; ilegibles por imposibles; o al menos poco probables.

Pero a pesar de ello no podía faltar a la boda de Ernesto Esparza Nieto, mi amigo de la infancia; y con todo el sacrificio de que era capaz, asistí primero en la iglesia del Sagrado Corazón a la ceremonia religiosa y luego a los locales del restaurante Rambla. Allí nos hallábamos más de 300 comensales haciéndole los honores a las variopintas tapas que llenaban las mesas y cuyos restos aparecían ya esparcidos por todo el suelo.
Con cierto disimulo y aprovechando que Ernesto estaba manteniendo una animada charla con varios de sus familiares, salí fuera a fumarme un cigarrillo y a respirar un poco de libertad lejos del agobio del resto de los convidados, los cuales ya se pasaban decididos con los ánimos subidos y charlas en puro grito al café-copa-y puro, que se dice.
El restaurante Rambla está situado a unos 17 kms de Bonagua y a 30 de la capital, Ciudad Real, en medio de la planicie manchega. El lugar tiene el aspecto poco logrado de un castillo feudal bastante kitsch, de cuyo blancor tienen noticia los viajantes a decenas de kms a la redonda y que sirve como faro a la sed y al hambre del moderno caminante.

Dedicado exclusivamente a este tipo de eventos, el dueño ganaba en bodorrios y bautizos más que suficiente para mantener a su numerosísima familia en la que entraban en nómina sus 5 hijos y no sé cuántos nietos....
Lo primero que noté ya en el exterior fue un calor excesivo, punzante, agobioso. Eché un vistazo al cielo y por poniente observé erectas columnas de cúmulos que ganaban altura con cierta rapidez. El cielo aparecía de un azul escandaloso, por lo que el blancor de las torres de agua destacaba de una forma muy cinematográfica en el cinemascope de la planicie manchega.

Como buen aficionado a la meteorología, aquello despertó en mí intuiciones dormidas en aquel largo y aburridísimo verano en el que hasta aquel día –un 24 de agosto a las 17’30 horas- no había habido novedades dignas de destacar en mi diario de bitácora como no fueran cielos monótonos de un azul clamoroso en su despejo tan huérfano de nubes; y calor, mucho calor.
Así que mientras mis pulmones tiraban del cigarrillo a la sombra verde de los plátanos que daban escolta al “salón de bodas y bautizos”,observé con grato interés aquel espectáculo celeste que desarrollaba su función ante mi ávida mirada. Pero fue el calor tan asfixiante, tan picajoso, el que puso en acción a mis lentas neuronas; porque saliendo momentáneamente de aquel “éxtasis”, ciertas lucecitas de alarma se me empezaron a encender y me puse a atar cabos.

“¡Joer, qué bueno sería que aquellas almenas de agua cuajaran en algo esta noche!”- me dije todo entusiasmado.
Eché de menos estar en casa frente a mi “ordenata” consultando modelos de meteo, radares, opiniones de los amiguetes del foro....Pero no había excusa fácil para abandonar a mi amigo del alma en aquellas circunstancias tan especiales; así que tiré del móvil e intenté contactar con la “tribu” de aficionados bonagüenses que no éramos muchos, en realidad; apenas cuatro gatos que se suele decir...
El primer contactado fue Antoñín Rojas, el de la carpintería, que como era sábado no trabajaba.
-¡Ostias, tío, lo que te estás perdiendo!- fue su acalorado comentario.
-El radar muestra reflectividades amarillas –continuó informándome el bueno del carpintero- y en el modelo de 500 tenemos sobre nosotros una iso de –20º que puede dar bastante juego...

Una isoterma de –20ºC a esa altura (unos 5 kilómetros, metro arriba, metro abajo) podía ser explosiva. Pero fue el otro “meteoloco”, mi vecino Alfredo España, el que me emocionó con sus datos. Porque no sólo me confirmó los –20º de temperatura a 500hpa, sino que a su información añadió el alto índice de humedad en el modelo Hirlam de 700hpa ( a unos 2 kms y medio de altura aproximadamente) y la dirección del viento en esos niveles, de SW a NE.
Apagué el móvil y miré de nuevo al cielo.

¿Cuánto había durado aquella breve conversación con mis amigos? ¿Cinco minutos, diez...? Pues en aquel breve lapsus de tiempo la situación había cambiado sustancialmente.
Ya no eran incipientes cúmulos “congestus” los que ocupaban gran parte del poniente en la lejanía; ahora eran tres hermosísimos cumulonimbus de redondeces provocativas (¡ay, mi romanticismo, siempre tan morboso él...!) los que se me echaron encima cuando levanté los ojos a lo alto; allí estaban, sí, perfectamente alineados en lo que tenía todos los visos de ser una línea de turbonada.

Me alejé unos metros del edificio e intenté adivinar cual era la dirección del viento en superficie. No me fue difícil averiguarlo: soplaba con cierta intensidad del sur-sureste. Recordé aquella regla de los vientos que aprendí en un libro de meteorología que decía que si se cruzaban los vientos de superficie y de altura en ángulo recto, es clara señal de movimiento ciclónico.
La conclusión estaba clara; aquel colosal desfile aéreo podía terminar en aguas recias y en pedrisco, quizás.
A esto que salen del comedor varios invitados y una nube de chiquillos con las señales inequívocas en sus ropas de haber devorado dulces de chocolate.
Paco Esparza y Julián Almeda, hermano y sobrino del novio y de la novia respectivamente, se me paran delante y con cierta sorna a la que ya estoy bien acostumbrado me espetan directamente mientras auscultan aquel tropel de nubes que coronan nuestra presencia en el lugar.
-¿Qué, Juan, llueve o no llueve?- ironiza Paco
-Ahí dentro no hay quien viva; hace un calor del copón.....- añade Julián.-Ya ni el aire acondicionado compensa, ¡joder!.

Como respuesta, una violenta ráfaga de aire ardiente barre nuestros pies. La tolvanera de polvo asusta a los chicos que corren a refugiarse de nuevo al salón. Luego se volvió a hacer la calma mientras que el sol se ocultaba tras las enormes chimeneas de agua.
Ahora no corría ni una pizca de aire; con aquellos vapores gordos que empujaban hacia lo alto se respiraba una esperanza de tormenta.
-Será mejor que entremos. Esto parece que va a comenzar de un momento a otro- les dije a mis contertulios. Mientras nos retiramos, oigo sonar mi móvil; es Alfredo.
-¿Estás en el Rambla, ¿no? Pues te aconsejo que salgas de ahí a toda pastilla. El radar ya da “rojo,” más o menos sobre el pueblo, tío...¡Qué pena que no tenga un “doppler”, porque esto va en serio...!

De pronto en mi imaginación se me pinta la Rambla del Cortijo cercana al restaurante al que le da nombre. La carretera que une el establecimiento en donde estábamos y Bonagua atraviesa dicha rambla y se cuentan desgracias ocurridas allí en tardes o noches como esta en las que algún listillo, despreciando el peligro de cruzarla en pleno diluvio dio con su vida en el intento.
Pensando en si comunicarle o no al novio mis temores me topo con las hermanas Ramírez, Irene y Purificación, feas próximas al arquetipo y solteras de profesión con escasas perspectivas de cambio en sus vidas. Las acompañan tres damas más a las que sólo conozco de vista; éstas tampoco están por la labor y contemplan el beso arrebatador y el revuelco lascivo desde distancias cuasi infinitas.

A todas ellas se les nota contenticas; quizás un punto en exceso. Seguramente la boda las ha animado. Viven entre la ilusión y la desesperanza, mientras los años -que son como galgos corredores a esas alturas de la existencia- las persiguen por la cuestas cada vez más empinadas del calendario
-¡Hombre, Juan! ¡A ti te quería yo ver!- me dice Irene. –Anda, danos el parte, ¿lloverá o no lloverá?
Intento evadirme de tan comprometedora compaña y hago un aparte indisimulado con un amago de sacar el móvil una vez más...

Irene “me perdió” una Navidad hace casi 20 años por aquella estúpida manía de quererme hacer renunciar al tabaco. Estaba yo en pleno rito de iniciación y los “sin boquilla” que consumía me costaba horrores conseguirlos.
Desde aquellas fechas, el inhalar y expeler humos me depara un placer doble. Porque aquel juego de “te lo quito-te lo escondo” terminó como debía, ella en la sala de espera de la sacristía y yo, fumando como un tren –hablo de aquellos trenes oscuros como bestias mitológicas, con aquellos bigotes de humo a ras de rueda y luengas cabelleras al viento; los de ahora ya salen afeitados de fábrica- y con dos chavales en el Libro de Familia que se me tiran al bolsillo cada vez que viene una fiesta de las de guardar; que ahora son todas, por lo que se ve...
Y evidentemente, Ana Cristina sí fumaba

El coro de risas de las féminas ante mi apuro por darles un pronóstico sobre la situación fue un disparo general, pero no cumplió su curva natural de entonación; porque de pronto se alumbró la creciente oscuridad de la tarde ya capotona y cargada de plomo en su cenit, con un relámpago tan ancho y llameante que todos tuvimos que cerrar los ojos y dar una encogida como si nos echaran la luz encima.

Apenas se apagó el latigazo de luz, se hizo un silencio temeroso en espera del trueno que no tardó en llegar. Fue un restallazo de sonido que nos hizo vibrar los tímpanos hasta el dolor.
Corrimos al interior con el susto en el cuerpo; allí dentro las caras de los comensales denotaban que sentían lo mismo. Yo, sin podérmelo remediar, volví a salir; quería ver aquel teatro de los cielos y refugiándome en el porche me dispuse a gozar.
Mientras buscaba nerviosamente otro cigarrillo que me calmara un tanto la tremenda excitación que experimentaba, pensaba yo que hay gustos para todos los paladares y aquel era muy mío.

El placer casi sensual, religioso añadiría yo, que todo aquello me despertaba posiblemente comenzó cierta tarde de cine allá por las páginas de mi infancia, en la que mi fe en el Padre Thor se fortaleció viendo a Charlton Heston separar las aguas del Mar Rojo bajo un espectacular y caótico cielo de tormenta en el cine Capitol de mi pueblo; con el estúpido del faraón, por cierto, pisándole los talones a todos los escribas y profetas de la Torá.
¡Joer, qué escena de meteolocura aquella...!

Mientras pasaban por mi mente aquellas agradables recordativas a las que con tanta fruición prendí de nuevo fuego en mi memoria, sentí que los truenos y los relámpagos iban aconteciendo con una frecuencia cada vez mayor y lo demás no tardaría mucho en llegar; lo demás podía ser espantoso si Dios o Thor, o los dos al unísono no lo remediaban; porque a esas alturas del drama, el miedo era ya mucho y las perspectivas de que la tormenta amainase pocas.
No me dio tiempo para encender otro cigarrillo en honor de Irene Ramírez, porque en aquel mismo instante empezó el bombardeo.
La gente en el interior gritaba:¡¡Granizo, es granizo!!.....
Pero no era sólo eso.

Una piedra de hielo del tamaño de un huevo de pavo cayó a mis pies. ¡Debía medir casi 10 cm.!
Miles de ellas empezaron a atronar el aire mientras impactaban con suma violencia sobre todo lo que se ponía a su paso. La sensación de indefensión era insoportable. Se oían por todas partes los ruidos de los cristales rotos; eran las ventanas del restaurante, los letreros luminosos, los parabrisas y ventanas de los coches...
No tardó la lluvia en hacer acto de presencia, pero aquello era “más que lluvia”....Eran tan espesas las cortinas de agua, que me hicieron pensar en algo así como un vaciado urgente de los cielos; a su través apenas se veía nada.
A esto que el viento se puso a arreciar de tal manera que la chapa de uralita del aparcamiento voló hacia la oscuridad de los cielos y jamás se supo más de ella.

Temiendo que al tejadillo del porche bajo el que me cobijaba le ocurriera más de lo mismo, abandoné el observatorio y me refugié con todos los demás en el interior del comedor. Los comensales allí se apiñaban formando grupos atemorizados, envueltos en una semipenumbra sólo rota por las llamas vacilantes de algunos mecheros y la luz violácea de los relámpagos que se colaba por las ventanas destrozadas.
Voces pidiendo calma se mezclaban con el griterío de los más pequeños y los llantos de las mujeres asustadas. Algunos hombres enloquecidos por el terror quisieron abandonar el salón con la intención de hacerse con su propio vehículo y huir de allí.
La mayoría fueron disuadidos por los que aún manteníamos algún gramo de cordura en aquella espantosa situación; pero a pesar de nuestros esfuerzos hubo quien logró salir afuera buscando desesperadamente su automóvil.
Por sus gritos de dolor supimos que no hubo éxito alguno en su loco intento; los enormes trozos de granizo les hicieron diana y tuvieron que volver, mientras la sangre manaba escandalosamente de manos y cabezas..

Sin embargo algo dentro de mí me decía que siendo tan absolutamente terrible todo lo que estaba aconteciendo a nuestro alrededor, lo peor estaba por llegar. Me llegué a una de las destrozadas ventanas y me asomé sin saber a ciencia cierta qué esperaba ver.

Otros hicieron lo mismo que yo, quizás porque sabían de mi afición a la meteorología y esperaban algún pronóstico esperanzador con respecto a lo que, según ellos, mis ojos podrían vislumbrar y que para los suyos permanecía oculto en su ignorancia.
Y entonces la vi, la sentí, estaba allí.
Tuve la certeza de la bestia; su canto de locura me tuvo pegado a la ventana hasta que los demás también la vieron.

En medio del fragor de la tormenta, entre los relámpagos que sin pausa se encendían arropados por los truenos más espantosos jamás oídos por mí, allá un poco lejos pero al parecer acercándosenos, entreví la figura temible de un tornado, negro como la noche, girando sobre sí mismo, tragándoselo todo a su paso.