TROVAS A PABLO IGLESIAS, EL MÁS GRANDE
Yo soy aquel, que cuando pasas te palmea,
yo soy aquel, que mi trompeta te trompetea.
Muy obediente, siervo y monago,
y en defenderte no seré jamás yo un vago.
Mis trovas son siempre cantadas en tu honor.
Me siento grande si batallo en tu favor.
Soy tu defensa, el más fiel de tus vasallos,
en Navidades, en enero o el mes de mayo.
Si alguien dice cualquier cosa en contra tuya,
para mi representa que me clavan una puya.
Eres mi guía, te necesito dominadoramente,
pues yo te amo por ser noble y muy valiente.
Quisiera hoy decir al mundo de tus bondades;
capaz de eliminar del orbe todas sus maldades.
De tu grandeza con mi laúd ansío cantar
con estas trovas que al mundo harán soñar.
Sueño contigo y sueño felices cosas,
de ahí que siembre tu camino de olorosas rosas.
Y si alguien niega, que en ti hay dulzura,
ten por seguro que ese es Akra, el caradura.
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