IGLESIAS, ¡QUIÉN TE HA VISTO Y QUIÉN TE VE!

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Casi ayer, como quien dice, vividor como pocos, te aprovechaste de una indignación popular y grande en España, debido a las injusticias ocasionadas por el partido más corrupto que se haya conocido en este país.
 
De palabrita fina, que me recordaba a un tal González, el de la pana, y hoy tan derechizado que parece continuar como cuando falangista cantaba el “cara al sol”,  con un populismo muy bien diseñado —¿por Monedero, quizás?— entregando a los náufragos (indignados) un salvavidas-populista que nadie podía desdeñar, te subiste al pódium, y puño en alto, imitando a Pasionaria, arengabas a la gente dando a entender que tú eras la salvación, no sólo de los indignados, no sólo de España, sino de Europa y el Mundo si te lo hubieses propuesto. Pero no hay populismo que al final, cuando muestra su verdadera cara, muestra al propio tiempo el culo, y es con éste con el que te has quedado.
 
Iglesias, la gente te ha ido abandonando, no sólo los de tu entorno, sino la gente que creyó en ti, pero ya sabes, se coge antes a un populista con sus mensajes irrealizables, que a un cojo. Y hablando de cojeras cojo te vas quedando, pues hasta el moderado y templado Garzón, ya considera su error al unirse a ti. No eres buena compañía, pues los buenos políticos deben ser, además de aparentarlo (ya sabes: lo de la mujer del César), sensatos, comedidos, honestos, y no engañar al votante. Tú, no solo has engañado, te has burlado.
 
Tu actuación de presentarte como gente normal y sencilla, que viste con camisas de Alcampo (económicas) como si vestir con camisas caras fuera una indecencia; que ladró contra otro político que se compra una vivienda de 600.000 euros, que es un pastón que la clase obrera no se puede permitir, que dijiste a ese otro político no ser de fiar por ese gasto, tú haces al poco tiempo lo mismo, y la gente duda de tu honradez política. Tú, que gritabas desmelenado contra la casta, por sus acciones, tú las repites, incluso en alguna ocasión las aumentas, te retratas como casta pero de peor calaña, ya que te revistes de una hipocresía vergonzosa.
 
Has intentado aprovecharte personalmente de una ocasión que no se te va a repetir. Nunca jamás. Ayer buscabas ser el líder de toda la izquierda española, sobrepasando a un partido con más de 100 años de existencia, ¡pobre ignorante, Pablo!, y hoy la izquierda te ha dado un repaso parlamentario, la socialista y la republicana de Rufián. Tú has querido confundir a las gentes, con tus ambiciones, te has aprovechado de la gente sencilla apaleada por la derecha popular, pero en la gran ocasión que se te ha presentado para solucionar los desaguisados, no la primera sino la segunda, te has dejado ver mucho el plumero, que, por cierto, es excesivo, que mezclado con tu avaricia, con tu soberbia, con tu desfachatez y con tu desvergüenza, has sembrado el terror. No ya al IBEX35, sino a los que un día te auparon al pedestal desde donde te creíste imprescindible.
 
Posiblemente, como le pasa a todo aprendiz de caudillo, te veas rodeado aún de cantamañanas que te aplauden hasta tus chistes de loros, gangosos o mariquitas, pero te estás equivocando de nuevo, éstos, que intentan conseguir alguna migaja del pan que esperabas recibir por tus apoyos y te cantan alabanzas, tan pronto vean que no hay pan, o que el poco que hay es duro, o que solo lo buscabas es para llenar la alacena de tu Galapagar, también saldrán huyendo, como huyen de ti millones de antiguos votantes hastiados de ver tus ambiciones personales.
 
Has sido incapaz de negociar un pacto de gobierno donde los españoles peor tratados por el PP recuperasen lo expoliado en Educación, en Salarios, en Vivienda, en Sanidad y otros; solo querías Vicepresidencia y Ministerios desde donde se controla el Estado, no desde donde se lleva el bienestar hacia los desgraciados por el mal hacer de la derecha. Y la gente no es tonta, te has retratado como ambicioso excesivo de poder para elevar tu ego, o para, de manera revanchista, ir contra los que consideras te han hecho daño desde las cloacas del Estado, que si bien nadie con sensatez hemos visto bien, no quita para que no nos guste el revanchismo, cosa en ti, pues se te nota, muy acusada.
 
En definitiva sirve este comentario, que no leerás, para advertirte y asegurarte que si hay nuevas elecciones, vas a sufrir una verdadera catástrofe; perderás cientos de miles de votantes, Izquierda Unida se separará de ti salvo que quiera unirse contigo para ir al precipicio que solo tú has minado para la izquierda de España, y entre los grupúsculos que forman Podemos, más de uno (te lo aseguro) se despedirá de ti. Creo que no vas a olvidar en tu vida lo que acabas de hacer, como no olvidarás este nombre. Errejón.
 
Sinceramente, aunque creas que tengo algo contra ti, por mi rotundidad y claridad al comentarte, estás equivocado. Ojalá, desde la menguada atalaya que aún te queda intacta, seas capaz de reconsiderar que España no necesita ambiciosos de poder, sino ambiciosos de solventar la necesidades de los más débiles, y eso desde Interior y la Televisión, no se consigue. Que el ejemplo de tu insensatez, te haga ver que o cambias, o te harán cambiar, de dirección en Podemos, seguro. El problema no era Podemos, eras tú y los que aún hoy te rodean, y de los palmeros no te digo, recuerda que a un tal Jesús, lo recibieron con palmas y alabanzas, para al poco tiempo crucificarlo. Éstos, los palmeros, tiene una frase muy incrustada: si quieres que el ciego cante, venga la pasta por delante.
 
Que reconsideres tus errores y tengas la valentía de rectificar.

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Más mentiras:

Iglesias no repitió la acción de De Guindos: De Guindos compró un ático para especular, mientras que Iglesias compró un chalet para vivir. Hay quien es incapaz de entender la diferencia.

Decir que Iglesias es casta significa una de dos cosas:

1. Quien lo dice no entiende qué es "casta"
2. Si quien lo dice sí entiende qué es "casta" entonces está mintiendo y difamando.

Y más insultos indirectos, se caga el llobu en todos los hijos de la grandísima puta.

Pero siguen las mentiras: 

Quien ha sido incapaz de negociar un pacto de gobierno sólo es el responsable de formar gobierno, y ese es el trapacero Pedro Sánchez, que no pretendía un gobierno de coalición sino de decoración.

Iglesias no quería una vicepresidencia, como lo demuestra el hecho de apartarse a un lado cuando, en una aberrante falta de respeto, el trapacero Pedro Sánchez dijo que el único escollo para formar el gobierno de coalición era el propio Iglesias. 

Y por supuesto que quien abre hilos e hilos en un foro, con el único objetivo de difamar, mentir e insultar a Iglesias, y a cualquiera que lo defienda o esté de acuerdo con su trabajo, tiene algo contra Iglesias: un odio cegatero, visceral y no disumulado.

El colmo: los que recibieron a Jesús con palmas fueron los que le crucificaron.

Y para acabar más insultos indirectos, se vuelve el llobu a cagar en todos los hijos de la grandísima puta.

Salú y República.