Qatar, Arabia Saudí y el fútbol: Amnistía Internacional pide gestos pero la selección española guarda silencio
En noviembre de 2020 enviaron la primera carta a la Federación Española de Fútbol. Después, siguiendo el protocolo de trabajo de la organización, llamaron también por teléfono. En marzo volvieron a hacerlo. Y a finales de agosto repitieron por tercera vez. Tres cartas en las que la organización de derechos humanos Amnistía Internacional pedía una reunión con la Federación, responsable de la selección española de fútbol, para mostrarle su preocupación por la situación de los inmigrantes que trabajan desde hace una década en Qatar, desde que el país fue elegido como sede de la Copa del Mundo de 2022, en la construcción de los estadios y las instalaciones para el campeonato.
La respuesta a los tres intentos fue la misma: silencio administrativo. El día 4 de noviembre el seleccionador nacional, Luis Enrique, dará su lista de convocados para los dos partidos —el día 11 ante Grecia en Atenas y el 14 frente a Suecia en Sevilla— en los que España busca su clasificación directa para esa Copa del Mundo. Y Amnistía Internacional quiere aprovechar la ocasión de nuevo para reclamar un "gesto" a la selección que aún no se ha producido. El pasado agosto Amnistía Internacional publicó un informe, 'En lo mejor de su vida', en el que contaba los casos documentados de una treintena de trabajadores inmigrantes en Qatar que habían fallecido supuestamente por causas naturales, como decían los certificados de defunción, a pesar de no tener ningún tipo de problema previo de salud. A ninguna de las familias de los fallecidos se le permitió que se realizara un informe forense ni se le indemnizó por las muertes. Son algunos ejemplos de una realidad que se denuncia muchísimo más amplia, de unas cifras difíciles de calcular pero que se intuyen demoledoras. Las condiciones de trabajo en Qatar, sobre todo por las altísimas temperaturas, por las jornadas extenuantes y por las pésimas condiciones de vida, casi en regímenes de semiesclavitud, han sido denunciadas desde que empezó a brotar en el desierto el Qatar moderno. Allí han llegado durante las últimas dos décadas miles de trabajadores de países como India, Bangladesh o Nepal para trabajar en la construcción del nuevo y moderno Qatar. La diferencia, ahora, como señalan las organizaciones de derechos humanos, es que con la Copa del Mundo ya no sólo es responsabilidad del poco transparente Gobierno qatarí, sino también de la FIFA como organizadora de la Copa del Mundo. Las estadísticas oficiales de Qatar, recogidas en el informe, muestran que en la última década, desde la adjudicación del torneo, han fallecido en Qatar más de 15.000 trabajadores extranjeros. No todos estaban relacionados con la construcción de las instalaciones del campeonato. Ese es el problema: poder saber, realmente, cuántos sí lo estaban y cuántas de esas muertes pueden ser atribuidas a esas durísimas condiciones de trabajo. El pasado febrero el diario británico The Guardian hizo otro informe revelador. Publicó que al menos 6.500 trabajadores de India, Pakistán, Nepal, Bangladesh y Sri Lanka habían fallecido en el país desde que comenzaran las obras de la Copa del Mundo y Qatar iniciara un programa de construcción de infraestructuras sin precedentes. La cifra real, apuntaba el periódico, sería aún más elevada porque no se incluían los muertos de países como Filipinas o Kenia, puntos frecuentes de origen, también, de la mano de obra barata que inunda Qatar. Desde las organizaciones de derechos humanos reconocen que se han hecho avances. Se han reunido con la FIFA y ésta se ha preocupado por la situación e instó incluso a Qatar a cambiar sus leyes y normativas de trabajo para suavizar esas condiciones de trabajo, sobre todo en los meses de más calor, cuando las temperaturas superan fácilmente los 40 grados. Pero se quejan de que esos cambios, como explica Carlos de las Heras, responsable en España de esta campaña de Amnistía Internacional, "se quedan sobre el papel". "La FIFA debe adoptar medidas para que realmente se apliquen", subraya. También se ha conseguido el compromiso de la FIFA de que para futuras concesiones de la Copa del Mundo se incluirán cláusulas concretas sobre derechos humanos. "Y eso está muy bien, pero no llega a tiempo para Qatar”, dice De Las Heras. A su juicio, la clave es que la FIFA se rija “por los principios rectores de la ONU sobre empresas, que establecen que éstas son responsables de las violaciones de derechos humanos que se puedan cometer con su actuación". Pero estas organizaciones aspiran ahora a llevar el tema, y el debate, más allá de la FIFA. De ahí el contacto con las federaciones nacionales. "La campaña está dirigida a la FIFA, que es a la que se exige responsabilidades, pero las federaciones nacionales también tienen su responsabilidad como integrantes de la FIFA. Queremos esa reunión para exponerles nuestra preocupación por la situación de esos trabajadores y pedirles que tengan por lo menos un gesto", explica De las Heras. Ya existen precedentes. En primavera, las selecciones de Noruega, Alemania y Finlandia posaron con camisetas con lemas a favor de los derechos humanos y la FIFA, poco amiga de los gestos que se salen del guión y del negocio, y que prohíbe expresamente las declaraciones políticas, no las sancionó tras deliberar sobre ello. "Y eso es lo que queremos que haga también la selección española: pueden ser camisetas, un brazalete de capitán, una bandera...", explica De Las Heras. Desde la Federación justifican a elDiario.es su silencio. "La Copa del Mundo es competencia de la FIFA y ésta ya se ha pronunciado sobre este tema", afirman. La española no es la única federación que ha respondido con silencio. Tampoco Francia e Inglaterra han contestado a las cartas y llamadas de estas organizaciones. En los países nórdicos, en cambio, la relación ha sido más positiva. En Suecia, incluso, la presión de estas organizaciones y de los clubes ha provocado que la federación sueca cancele una minigira prevista para comienzo de año en Qatar como preparación para la Copa del Mundo. Y en Finlandia se han pronunciado hasta algunos de sus jugadores. "No debemos estar callados. Somos el producto por el que los países pujan y del cual la FIFA se aprovecha para sacar una fortuna en derechos televisivos. Tenemos nuestros canales y asociaciones de futbolistas; debemos tener más influencia que nunca para ayudar a mejorar las condiciones de los trabajadores en Qatar", ha declarado Tim Sparv, capitán de la selección. Qatar no sólo acogerá la Copa del Mundo de fútbol. El país se ha convertido durante las dos últimas décadas en un escenario frecuente de grandes eventos deportivos, sobre todo relacionados con el motor, como los grandes premios de motociclismo. Qatar es hoy uno de los mejores ejemplos de un fenómeno que se ha etiquetado, en inglés, como sportswashing, y que hace referencia al intento por blanquear regímenes antidemocráticos o con graves carencias en el respeto de los derechos humanos a través del deporte.
El poder blando
A principios de los años noventa, el politólogo estadounidense Joseph Nye creó un término para las relaciones internacionales que enseguida fue adoptado por la comunidad académica e internacional: poder blando. Nye distinguía así, en las relaciones entre Estados, y en esa búsqueda constante de influir en otros que éstas persiguen, entre el poder duro que se aplicó durante siglos a través de medios económicos y militares y una nueva forma de poder, blando, que buscaba persuadir, influir y atraer por otros medios. Frente al acoso o la dominación militar o económica, el poder blando, como pueden ser la cultura o la cooperación internacional, tiene una imagen positiva. El deporte forma parte de ese catálogo de opciones de poder blando que pueden utilizar los países. "Esto, en realidad, ha pasado durante toda la historia. Siempre ha habido sportswashing, lo que sucede es que ahora lo hemos etiquetado así", explica a este periódico Simon Chadwick, experto en geopolítica del deporte del Emlyon Business School. "Por ejemplo, yo, que soy británico, si miro la historia de mi país y sus colonias puedo verlo también ahí. En Sudáfrica había miles de personas recluidas en campos de concentración a comienzos del siglo XX, al mismo tiempo que el gobierno enviaba equipos de fútbol ingleses para celebrar partidos y crear relaciones positivas con la población local", detalla. El siglo XX, de hecho, es un amplio catálogo de este fenómeno. Desde los Juegos Olímpicos en la Alemania nazi de 1936 a la Copa del Mundo de fútbol en la Argentina de la dictadura de 1978. Desde los Juegos Olímpicos de 1980 en la Unión Soviética a los siguientes, cuatro años más tarde, en Estados Unidos, escenario ambos de la Guerra Fría. Desde los grandes premios de motociclismo y fórmula uno en los países de Oriente Próximo a los Juegos Olímpicos de Pekín. "Lo que ha cambiado son los países que ahora utilizan ese sportswashing, pero porque también ha cambiado el mundo y el equilibrio de poder", apunta el profesor Chadwick. "Obviamente, es preocupante que existan países alrededor del mundo, incluido el mío, usando el deporte para proyectar poder blando o cultivar una imagen positiva. Pero al mismo tiempo esto también arroja luz sobre esos países y abre debates", añade. Para este experto, éste es un fenómeno con dos caras. Por un lado, sirve de propaganda al país que celebra ese evento, que proyecta una imagen internacional como sede que no lograría de otra manera. Pero, en paralelo, como sucede ahora con Qatar y la situación de sus inmigrantes, se expone también al escrutinio internacional. "Hace diez años nadie había oído hablar de Qatar ni de dónde está ni qué hace, pero hoy mucha gente tiene asociaciones negativas con el país que antes desconocía. Tienen la percepción de que quizá sea corrupto, posiblemente explote trabajadores migrantes, que persigue grupos minoritarios, que no hay igualdad de género… Elegir acoger un gran acontecimiento internacional hace que los países sepan que se van a iluminar zonas de sombras y que se les someterá a escrutinio", describe Chadwick. "Incluso en 2022 Qatar seguirá expuesto a ese escrutinio. Y no creo que se haya blanqueado su imagen. Seguirá teniendo asociaciones muy negativas. Por eso en lugar de poder blando algunas personas hablan de desempoderamiento blando, porque de alguna forma pierdes el control sobre aquello a lo que vas a estar expuesto y de lo que se puede hablar por acoger esos eventos". Otro ejemplo perfecto de esta realidad es Arabia Saudí. Se ha visto recientemente con la compra del Newcastle United, de la Premier League, por parte de un consorcio saudí. Durante los últimos años el país se ha gastado, según un informe de la organización Grant Libery, más de 1.500 millones de dólares en acoger eventos internacionales deportivos: golf, ajedrez, motor… En ese total están incluidos los cerca de 300 millones que se embolsará la Federación Española de Fútbol por el acuerdo con el país para que se celebre allí, hasta 2029, la Supercopa de España. El acuerdo fue alcanzado en 2019 por tres temporadas, pero tras cancelarse, por la pandemia, la celebración del campeonato en Arabia Saudí el año pasado, a comienzos de este 2021 se renovó hasta final de década. Ya entonces, cuando se firmó el primer contrato, Amnistía Internacional contactó con la Federación. Querían, como ahora con Qatar, compartir sus informes sobre el país al que estaban llevando el fútbol español y la buena imagen de éste. Tampoco en ese momento hubo respuesta aunque, como apuntan desde la Federación, se establecieron cláusulas con el Gobierno saudí para que las mujeres pudieran entrar, con la misma libertad y condiciones que los hombres, a los estadios donde se disputase la competición. "El fenómeno del sportswashing no es un asunto aislado, sino que forma parte de un contexto mucho más amplio y profundo de relaciones geopolíticas en el que estos eventos o patrocinios son uno más de acuerdos comerciales mucho más grandes", afirma Chadwick. Ésa es la realidad. No se trata de que se dispute el fútbol español en Arabia Saudí. No es una excepción, sino probablemente la parte más llamativa de unas relaciones comerciales entre países en las que las exportaciones españolas allí se han triplicado en la última década hasta superar los 2.000 millones de euros. La más llamativa, por supuesto, exceptuando las relaciones del rey Juan Carlos con los monarcas árabes y las donaciones millonarias que hoy se investigan en Suiza. Ambas monarquías, como siempre se ensalzó desde ambos tronos, se consideran "hermanas". Pero ése es otro deporte.
Tema: Re: Mundial de futbol Dom Sep 18, 2022 12:51 am
El Mundial de la vergüenza: testimonios de esclavos en las lujosas obras de Qatar
Trabajos forzados o no remunerados, ritmos infernales bajo un calor extremo... A pesar de haber recibido presiones para iniciar varias reformas, el emirato sigue siendo un viaje al infierno para los trabajadores inmigrantes
A dos meses de la inauguración del Mundial de Fútbol, Mediapart, socio editorial de infoLibre, realiza una investigación sobre las penosas condiciones en las que se encuentran miles de trabajadores asiáticos y africanos en ese país del Golfo
Tema: Re: Mundial de futbol Vie Nov 18, 2022 10:24 am
El Mundial de fútbol nunca debió tener lugar en Catar
El próximo 20 de noviembre se inicia en Catar el Mundial de fútbol. En 2010 la FIFA otorgó la organización y realización del evento al pequeño, pero muy rico, emirato islámico, con una población de algo más de tres millones de habitantes (76% hombres, 24% mujeres), sin la menor tradición ni prestigio en el área del fútbol. El Mundial no debería celebrarse allí por dos razones. Una, porque el campeonato fue obtenido mediante prácticas corruptas, seriamente corruptas. Dos, por el prácticamente nulo respeto de los derechos humanos en el emirato, de sus propios súbditos y de la población inmigrante que durante los últimos doce años ha construido toda la infraestructura (cinco estadios, carreteras, metro) necesaria para dichos mundiales.
Antes de comenzar a redactar estas líneas tenía en mente trasladar a los posibles lectores unas reflexiones personales sobre este asunto. Sin embargo, ahora pienso que es más eficaz y objetivo que les proporcione la información que he obtenido de dos medios de comunicación de mundos distintos. Uno, el británico The Mail on Sunday, de 11-10-2021. Otro, Al Jazeera, bien reciente, de 20-10-2022. La introducción del Mail no tiene desperdicio: funcionarios cataríes ofrecieron sobornos valorados en millones en encuentros clandestinos en hoteles al tiempo que agentes británicos (uno del MI6 incluido) hallaron evidencias de que el emirato acordó con Putin una operación conjunta para lograr la sede del Mundial de 2018 para Moscú y la de 2022 para Doha, como así ha ocurrido. Mi nota complementaria: la investigación de Londres estaba motivada porque Inglaterra pretendía obtener la sede de los mundiales de 2018.
En 2010, cuando la opinión futbolera mundial se asombró de que un país sin actividad en ese deporte obtuviera los mundiales, Seep Blatter, presidente de la FIFA entonces, manifestó que la decisión se había tomado “para llevar el campeonato a nuevas tierras con el objeto de promocionar el fútbol”. Decisión caprichosa y nada altruista. El Mail documenta los alicientes que movieron a varios miembros del Comité ejecutivo de la FIFA de entonces a promover el deporte en lejanas tierras: a Jack Warner, delincuente conocido en Trinidad y actualmente batallando para evitar su extradición a Estados Unidos, cinco millones de dólares. Diversas cantidades al paraguayo Nicolás Leoz (fallecido en 2019), al argentino Julio Grondona (fallecido en 2014), al brasileño Ricardo Teixeira. Por su parte, The Sunday Times informaba el 10-05-2011 que la comisión parlamentaria británica que investigaba las causas del fracaso del Reino Unido en obtener los mundiales de 2018 a que aspiraba había concluido que los miembros del comité ejecutivo de la FIFA Issa Hayatou, camerunés, y Jacques Anouma, marfileño, habían sido corrompidos por Catar. Sumamente interesantes las afirmaciones de Chris Steele, ex agente operativo del MI6 en Moscú y responsable después del departamento de Rusia en Londres. Dice Steele que “Vladímir Putin estaba convencido de que el campeonato mundial de 2018 era un proyecto que supondría prestigio para Rusia y exigió que se lograra por razones políticas costara lo que costara”. Relata el antiguo espía que la confabulación ruso-catarí se inició cuando en abril de 2010 Igor Sechin, vice primer ministro, y el equipo ruso encargado de optar a los mundiales viajaron a Doha. El pacto secreto incluía la inversión catarí de miles de millones de dólares en la prospección petrolera en la península rusa de Yamal (al noroeste de Siberia, entrando en el Ártico, con obvio desprecio, dicho sea de paso, por las exigencias medioambientales), con el mutuo acuerdo de que ambos países harían todo lo necesario para decantar a su favor los mundiales de 2018 y 2022. Mohamed bin Hamman, representante catarí en la FIFA, fue el principal hacedor del pacto, aunque Chris Steele señala directamente al máximo responsable: “En realidad fue Seep Blatter el Padrino de un sistema corrupto que él había creado y supervisado”. Fue así como, en Zurich, un fatídico viernes de principios de 2010, una de las entidades deportivas electorales más corruptas de la historia (los 22 hombres que componían el comité ejecutivo de la FIFA) votaron a favor de que los mundiales de 2018 se realizaran en Rusia y los de 2022 en Catar. Al menos dos miembros europeos del Comité ejecutivo de la FIFA votaron a favor: el francés Michel Platini, entonces presidente de la UEFA y el español Angel María Villar, vicepresidente de la UEFA y de la FIFA. Al parecer, Platini siguiendo las directrices del entonces presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, favorable al incremento de las relaciones económico-comerciales con Catar. En lo que respecta a Angel María Villar baste decir que tuvo que enfrentarse a las acusaciones de administración desleal, apropiación indebida, estafa, falsedad documental y corrupción. Santiago Pedraz, juez de la Audiencia Nacional, decretó prisión preventiva. Los lectores interesados en profundizar en las peculiares actividades de Villar pueden acudir a “Villar multado por el trasiego de votos para Catar 2022”, GN Diario, 19-06-2019 o “La multa a Villar por el trasiego de votos a Catar 2022”, ABC, 19-06-2019. Coda a propósito de este capítulo: la FIFA, al menos la de 2010, entiende que el trato con las monarquías, oligarquías y dictaduras les conviene porque es más fácil llegar a un acuerdo con ellas, más que con las democracias de estilo occidental, que tienen un proceso y debate que conduce a tomas de decisiones más lentas. Esa era la opinión en abril de 2010 de Jerome Valckle, secretario general de la entidad: “Menos democracia resulta a veces lo mejor para organizar una Copa del Mundo. Cuando estamos ante un jefe de Estado que puede decidir, como quizás lo haga Putin, para nosotros resulta más fácil que tratar con un país como Alemania, donde hemos de negociar a distintos niveles”. Respeto por los derechos humanos. Se espera que en torno a un millón y medio de aficionados de todo el mundo acudan a Catar a partir del 20 de noviembre. Llegarán a un país que castiga las relaciones entre personas del mismo sexo y que trata miserablemente a los trabajadores extranjeros que han hecho posible el Mundial 2022. Los actos homosexuales pueden llegar a ser castigados con la pena de muerte. Según la BBC, Nasser al Khater, principal responsable de la organización, ha declarado que el emirato no cambiará sus leyes sobre la homosexualidad y pide a los visitantes que “respeten nuestra cultura”. En una iniciativa, que me atrevo a calificar de cínica, la FIFA ha escrito a los 32 equipos que compiten pidiéndoles que “ahora se concentren en el fútbol, alejándolo de batallas ideológicas o políticas y que eviten lecciones morales.” Afortunadamente, diez asociaciones europeas focalizadas en el fútbol han manifestado que “los derechos humanos son universales y rigen en todas partes.” Se calcula que unos 30.000 inmigrantes de India, Bangladés, Filipinas, pero sobre todo de Nepal son los que durante algo más de una década han hecho posible este Mundial. Trabajando y malviviendo en condiciones infrahumanas. The Guardian estimaba en febrero de 2021 que 6.500 de ellos habían muerto desde 2010. Otras diversas fuentes han informado de prácticas diversas conculcadoras de los derechos humanos. El mismo diario británico denunciaba ya el 25-09-2013 de abusos a los nepalíes propios de la esclavitud. Amnistía Internacional informaba el 19-09-2019 de los centenares de inmigrantes forzados a renunciar a reclamaciones judiciales por salarios impagados y expulsados automáticamente del país. Corroborado por Human Rigths Watch el 24-08-2020. Detallado en el Informe de Al Jazeera de marzo de 2021. Financial Times muy recientemente (05-11-2022) informaba de un caso concreto: Jeevan, nepalí, ante la agobiante situación socioeconómica en su país, obtuvo un préstamo de 1.400 dólares al 36% de interés en su país para ir a trabajar a Catar. Duró allí seis meses. Dice Jeevan: “Me utilizaron y me expulsaron cuando ya no me necesitaban”. Me gusta el fútbol y veré en televisión algunos encuentros, por supuesto los de la selección nacional, pero cuando esté sentado ante la pantalla me aflorará la indignación y la vergüenza porque Catar haya sido elegido mediante el procedimiento que he relatado. Y no podré dejar de pensar en Javeen y en los 30.000 explotados.
Tema: Re: Mundial de futbol Vie Nov 18, 2022 10:29 am
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El llobu V.I.P.
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Tema: Re: Mundial de futbol Sáb Nov 19, 2022 12:48 am
El llobu no piensa ver ni un sólo minuto de ningún partido de ese mundial.
Salú y República.
Caraunio Novato/a
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Tema: Re: Mundial de futbol Sáb Nov 19, 2022 1:25 am
Pan y circo.
Quiero pan y quiero circo.
Este es el resultado de mi decadencia.
Saludos.
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marapez V.I.P.
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Tema: Re: Mundial de futbol Miér Dic 07, 2022 9:18 am
El Mundial que me jodió la vida (durante unas semanas)
Quería que perdiéramos para que el fútbol dejara de taparlo todo; quería que ganáramos porque, total, lo va a seguir haciendo. Quería que perdiéramos para que se hable menos de un Mundial gestado en la corrupción y construido sobre la muerte; quería que ganáramos porque mis hijos no saben nada de eso y porque a mí me gustaría no saberlo y poder seguir viendo el fútbol con los ojos con los que lo veía a su edad.
Quería que perdiéramos por toda la gente a la que le duele que España "pierda contra los moros" y por todos esos chavales marroquíes que viven aquí, a los que llaman menas, que van a vivir un día de autoestima como pocos, a pesar de que su vida en nuestro país no para de intentar quitársela; quería que ganáramos porque soy español, fanático de la selección, enamorado de un equipo que, por fin, representa en sus orígenes y el color de sus pieles la España real.
Quería que ganáramos porque Marruecos es esa satrapía que maltrata, esa monarquía ultracorrupta tan amiga de la nuestra, esa régimen que manda masacrar migrantes en la valla de Melilla para recibir el aplauso y los cacahuetes de Pedro Sánchez y Grande-Marlaska; quería que perdiéramos porque qué culpa tienen los marroquíes, porque el fútbol es del pueblo, porque está por encima de sus gobernantes como tan bien ha demostrado Irán en este torneo. Quería que ganáramos por Luis Enrique, porque me lo creo en un tiempo en el que no me es fácil creerme a nadie que no conozco, porque siempre me ha impresionado las lecciones de vida que da cuando habla de la muerte de su hija; quería que perdiéramos por esa Federación tan obscenamente amoral, por ese presidente que trata de colarnos como pasable su permanente blanqueamiento de gobiernos infumables y de una FIFA corrupta y desalmada. Quería que ganáramos porque sí, porque me sale de dentro, porque no lo puedo ni quiero evitar; quería que perdiéramos porque estoy harto de experimentar contradicciones con algo que solo debería ser un juego, diversión, pasión, ilusión. Quería que ganáramos porque el fútbol es muy importante para mí, es parte de lo que soy, me ha dado mucho; quería que perdiéramos porque, en el fondo, sé que todo eso no es tan importante. Juan Gelman me contó que, mientras estaba siendo retenido y torturado en la ESMA de Buenos Aires, encerrado en un lugar en el que una dictadura militar estaba amenazando su vida, cantaba los goles de Argentina en el Mundial del 78, ese que servía para validar ante el mundo a Videla y los suyos. Desde la mazmorra, recordaba, oía los gritos de los goles de la cercana cancha de River y los festejaba. Cuando le pregunté eso, si quería que Argentina ganara aquel Mundial, que suponía un triunfo para los milicos, me respondió que claro que sí, casi extrañado por la pregunta. Me fastidia que todas las formas nobles en las que nos relacionamos los seres humanos, todo lo bueno que creamos, sea caldo de cultivo para hacer el mal. No me quiero poner elevado, porque no lo soy, pero esto del Mundial es una metáfora de la vida misma y todos podemos encontrar en nuestro interior situaciones en las que este debate mío se puede trasladar a otras esferas de cada cual. Vale que madurar es asumir contradicciones, cabalgarlas y seguir viviendo, pero también es verdad que estoy harto de un mundo que te obliga a cargar con tantas. Este siempre será el Mundial que me jodió la vida (durante unas semanas). Y lo peor es que sé que la vida me pondrá otras tantas situaciones para seguir jodiéndomela.
Tema: Re: Mundial de futbol Miér Dic 07, 2022 9:25 am
Con relación a esto, esta mañana adelanto a una madre que acompaña a su hija de 5-6 años al cole, y capto la siguiente conversación: "Te tienes que alegrar porque ganara el equipo de tus amiguitos". Me declaro fan incondicional de esa madre.
marapez V.I.P.
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Tema: Re: Mundial de futbol Mar Dic 13, 2022 8:52 am
El escándalo de sobornos a cambio de favores para Qatar sacude la UE
Una vicepresidenta de la Eurocámara detenida; una presidenta de subcomisión, suspendida; 20 registros, incluido el Parlamento Europeo e investigaciones internas lanzadas también por la Comisión Europea a raíz del 'Qatargate'