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Hace tiempo leí un libro de Laureano Gómez, un colombiano que se burlaba de la poesía actual, de su lenguaje.
Gómez fue Presidente de Colombia en el período de 1950 a 1951, luego se retiró por salud, y al tratar de volver en 1953 fue depuesto en un golpe de Estado por el general Gustavo Rojas Pinilla.
Su admiración por el nazismo y el franquismo le valió varias expulsiones de Colombia en la década de 1940.
En un magnífico texto titulado “Poesía moderna por correspondencia” se ofrecía a escribir por solo un peso colombiano una poesía ‘moderna’ de éxito. Y ponía varios ejemplos, se trata básicamente de saber que la poesía moderna ni tiene rima, ni sentido claro (mejor aún si no tiene ningún sentido, pero parece que podría tenerlo), usa palabras raras y nombres extraños, y cuando acabas de leerla no sabes realmente de que trataba. Desde luego si es clara y sencilla, no tiene futuro.
Pues en ese mismo sentido creo que por un euro podría ofrecerme a escribir un texto de un tema cualquiera para una revista de esas de la modernidad.
La idea es mezclar, sin pensar casi nada, una serie de palabras fundamentales junto a cualquier texto de lo más vulgar o estándar, sobre el tema a tratar.
Las palabras a usar son, por ejemplo:
Integrar, mestizar, democracia, liberal, progresista, feminista, Gay, Trans, laicismo, Holocausto-judío, ecología, no violencia, libertad, igualdad, fraternidad, paritario, perdón, indigenismo, multicultural, global, ciudadano del mundo, esperanto, afro, genero, opresión, clases sociales, tolerancia, derechos, sostenible, originalidad…
Y si se tratan en negativo podrían usarse:
Fascista, hetero, blanco, negro, raza, etnia, nacionalidad, identidad, diferencia, suspender, deberes, naturaleza, genética, defenderse, exigir, proletario, familia, …
Pongamos un ejemplo, para que no sea solo una propuesta sin probar.
Tema: el Calentamiento Global:
“Para lograr una democracia progresista que aborde el clima con fraternidad e igualdad de oportunidades para todos, sin discriminar por raza o etnia a las zonas Afro, es preciso pedir el fin de la opresión de género que trata de evitar la integración del calentamiento en un proceso fraterno y paritario entre todos. Como ciudadano del mundo cada grado de aumento implica globalmente falta de libertad y de oportunidades, que tan bien denuncia el indigenismo frente al racismo machista. Un mundo multicultural necesita esa ecología mundialista no violenta frente a la agresividad fascista contra lo Gay y el feminismo activo. La angustia por el desastre climático es una muestra clara del camino de dolor que el Holocausto nos ha dejado como ejemplo absoluto. Tenemos el Derecho al clima, y exigimos compensaciones por nuestro sufrimiento”.
Por supuesto todo esto no tiene ni pies ni cabeza, pero os aseguro que sería publicado por cualquier medio progre y libertario, que tampoco tienen pies ni cabeza. Y lo mismo en un minuto podría escribirlo sobre el Volcán de La Palma (clara referencia a la opresión violenta de una Naturaleza fascista) o de la enseñanza de las matemáticas en la escuela (cada suspenso debido a ello es una agresión a la libertad y cualidad de cada alumno, futuro Einstein en manos de incompetentes medios educativos).
AMEN.
R..B.
Me ofrezco como redactor de artículos modernos ¡Ríase mientras pueda! – -Medio disidente de agitación y combate cultural- (elosoblindado.com)