Ya pasaron 8 largos años desde que decidí emprender mi viaje para ser un hombre, el único rico que no había imitado hasta ahora. Tenerlo todo me hacia muy feliz, pero puedo decir que, aunque yo no estaba dispuesto a renunciar a mi fortuna como el buen sidarta, si estaba dispuesto a hacer algo mejor: arriesgarla. Mi vida de comodidades me malcrió toda mi niñez y adolescencia, y desde que me dieron la paliza de mi vida en aquel callejón oscuro, solo tuve una cosita en mente: volverme hombre. No era algo que iba aprender escuchando las historias de trabajo duro de mi abuelo, tomando terapia con los psicólogos mas caros, o pidiendo sparrings amistosos y blandos con mis compañeros de los gimnasios mas caros, solo lo iba lograr de una forma, metiéndome de cabeza al mundo real, entrenando con maestros que le importan la fuerza mas que nada y buscando peleas con gente que realmente tire a matar. ¿Qué dices? ¿Qué puedo perder mi vida también, no solo mi dinero? Esa es EXACTAMENTE la idea. Ya había viajado desde el océano pacifico hasta cruzando por los lados mas tradicionalista del este de Asia, entrenando tanto con los luchadores de sumo, como ninjutsu, kung fu, al menos 4 tipos de boxeo, el siempre confiable karate y uno que otro que no encuentras ni en videos de internet. Todo estaba listo para ponerme a mi mismo en prueba, de luchar de verdad, y sabía perfectamente cómo hacerlo: apuestas. Entrando a un bar en los barrios bajos de china, Pekín, me encontré con un espectáculo muy enriquecedor, ideal para machos chingones como yo: peleas en jaulas. Me acerque sin dudar al respetable caballero con clara ascendencia australoide a preguntar cuánto cobra por pelear. -Eres demasiado bonito como para querer que te partan la madre- -Soy demasiado listo como para no dejar pasar esta oportunidad -Jajaja, lo que tu digas niño, no me culpes si tu carrera de modelo se arruina por esto- Procedí a meterme a la jaula mientras el gorila de dos metros, bastante grande para ser un peleado chino, por cierto, terminaba su festín de filete asado con salsa agridulce, una combinación bastante atípica si me preguntan. -Oye grandote, o me convidas o empiezo mi propio festín sin ti- El grandote amarillo no tardo en dirigirme la mirada, y sorprendentemente sus ojos eran aun mas rasgados de frente que de perfil, posteriormente, paso a postrarse frente a mi con toda la seguridad del mundo, no era un tipo de muchas palabras, era mas del tipo que decía todo con su “seductora” mirada. -Vaya, veo que sabes poner atención- Al notar que el grandulón amarillo no me apartaba la mirada, creí el momento de sacar mi arma secreta, lo que estaba dispuesto a dar. Metí mi mano en el bolsillo y saque un billetito, lo cual hizo que no solo el grandulón, sino que todo el publico me prestara atención. -¿Vez este chequecito, grandote? Este millón de dólares serán todo tuyo si me noqueas, solo tuyo, los apostadores del bar no se quedaran con nada.- Pronto los gritos del publico no se hicieron esperar. -¿Qué traes pinche niño? ¿Aparte de bonito eres rico? ¿Quién te crees que eres, Chuck Norris?- -¡¡¡Pártele la madre, xing!!!! ¡¡¡Desfigura tu cara y arrebátele el cheque!! -¡Este niño cree que puede zangolotear su dinero aquí, dale una lección a ese blanquito de mierda! Todo tipo de gritos hacia mi raza, mi país, mi posición social, y mis pretensiones con mi dinero, si fuera más voluble, estaría llorando en tik tok, pero yo no soy así. La campana no se hizo sonar, y yo, sin pronunciar una palabra, le sedi el primer movimiento. El ataco con un puñetazo, y vaya que percibí de inmediato su reputación de matador, ese puño de por si era enorme, pero cuando viene directo a tu rostro, sientes como se hace enorme, es como ver un tractor a punto de arrollarte. Mi mirada estaba extasiada, mire como estaba a punto de ser arrollado por un puño enorme y mis endorfinas inmediatamente se pusieron al 100, una sensación cubrió todo mi cuerpo, una sensación que me hizo esquivar de inmediato un golpe arrollador, aprovechando la adrenalina para saltar las paredes de la reja, primera la de mi derecha, luego la del centro del octágono, luego la del vértice izquierdo, para conectar con una de mis rodillazos patentados justo en el lado del menton. Un golpe potente certero y con mucha elegancia como a mi gusta. Cuando el grandote con nombre de oso en chino se desmallo, yo procedía a voltear y decirle al público anonado. -El que quiera el millón, puede venir aquí cuando quiera- Después de eso, el público se volvió loco, algunos no se hicieron esperar para retarme, entre ellos un par de imitadores de bruce lee, convictos y exconvictos, criminales y motociclistas con todo tipo de tatuajes, alguno incluso con tatuajes budistas (cosa que tengo entendido es blasfemo hacia aquella religión). Todos listos para arrebatarme ese millón de dólares de mi incidente cuerpo. Paso un par de semanas completas y yo me había convertido en la atracción principal de los barrios bajos, en solo dos semanas ya había aceptado el reto y superado a dos sujetos imitadores de bruce lee, 14 boxeadores chinos, 12 vatos con entrenamiento ninjutsu, 7 golpeadores rusos y uno que otro exconvicto colado por ahí. Me sentía extasiado, con una sonrisa que nadie en el mundo podía borrar, use mi dinero para apostar mi orgullo y funciono a la perfección, no se que me hacia mas feliz, tener incontables peleas o sentirme más macho que nadie. En uno de mis breaks para almorzar, note que en la barra de la esquina del bar estaba el mismo anciano de 1.65 metros sentado, ligando y nalgueando a las meseras. En un alterado y para nada irracional impulso le grite al viejo. -Si vas a nalguear, al menos deja buena propina, anciano- Me miro fijamente solo para que 5 segundos después le volviera a tomar otro enorme trago a su botella de wisky. A mi nunca me ha gustado que me ignoren, así que voltee mi tenedorcito unas cuantas vueltas y se lo lance como si fuera un dardo. La velocidad del tenedor y la puntería eran perfectas, lo suficiente para penetrar profundo aun si le daba en la frente, solo para el vejestorio lo atrapara con los dedos, el anular y el meñique, como si estuviera muy confiado, para rematar, soltó el dedo a la mesa y no solo lo encajo, si no que atravesó la mesa de madera gruesa y lo penetro el peso, cuestionándome si eso era si quiera físicamente posible. Lo que hizo fue mirarme de vuelta y sacarse una sonrisa burlona con esa boca chimuela, suficiente para que yo me cabreara. Rápidamente me acerque a ese respetable octogenario con ánimos de expresarle mi descontento con su actitud: -Oye, yo te he visto aquí, recuerdo que estuviste aquí desde el primer día, viendo las peleas desde el rincón mas lejos, y notando tu francamente inhumana habilidad de penetrar cosas, me pregunto, porque no has aceptado mi reto, ¡Vamos anciano! ¡No me contendré, si eso te preocupa! - -JAJAJAJAJAJAJAJAJA, que niño tan estúpido- Su gesto burlon se hizo mas pronunciado, yo no podía darme el lujo de perder la compostura, así que opte por devolverle la provocación. -Vamos anciano, se que talvez un viejito no tenga mucho que hacer con el dinero a estas alturas de la vida, pero ya pensaste en tu herencia, ¿Qué es una pelea? - -Entre mas malo te tratas de ver, mas patético eres- Procedido a carcajearse, cada vez mas y mas fuerte -Yo soy un monje saolín, ¿crees que alguien como yo querría tu cochino dinero? ¿Se supone que me estas retando? ¿O solo me estas rogando que acepte tu patético y cochino dinero? Un golpe a mi orgullo no podía quedarse impune, así que proseguí a apuntar con una patada, para mi sorpresa y antes de darme cuenta, el estaba montado sobre mi pierna. -¿Qué pasa niño rico? ¿Lastime tu orgullo de un millón de dólares? Antes de que siquiera tuviera tiempo de sorprenderme o responder, el anciano prosiguió a patearme en la cara y derribarme. No voy a mentir, la patada fue muy dura, estaba batallando para ver la imagen nítida nuevamente, aun no podía darme el lujo de verme invalido, así que proseguí con mi provocación. -Hablas de orgullo y aun así te rebajaste a mi nivel, de donde yo vengo no es muy distinto a aceptar abiertamente un reto.- Dije mientras sonreía y me levantaba. -Vaya que eres patético niño, enserio crees que puedes apostar tu orgullo, cuando todo lo que haces es invitar a un montón de idiotas a que inflen tu ego- La imagen seguía borrosa, pero aun así lograba distinguir su sonrisa. -¿Pero sabes que niño? Reconozco que tienes cojones, así que con gusto aceptar tu millón de dólares, si logras vencerme. - -…..eh?-No sé si porque estaba mareado o porque era una petición rara, pero creo que dijo… -Al parecer tu estas mas ansioso por que acepte tu reto que yo, y a mi ver, tu eres el que mas estará satisfecho si te lo quitan, así que adelante, intenta golpearme una vez y te complaceré tomando todo tu dinero- No sabía si era una burla, si era una costumbre rara shaolin o si el viejo había bebido demasiado, lo único que era capaz de aseverar con seguridad, era que el viejo se estaba burlando de mi. Yo era Antón José, yo vivía con la filosofía de no deberle nada a nadie, de nunca pedir ni perdón ni permiso, de valorar la hombría más que otra cosa, no sé qué tradición estaba siguiendo o que pasaba por su mente, pero si estaba seguro de que se estaba burlando de mi, así que sin dudarlo, me abalance sobre él. -¡¡OREAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!! Grite mientras corría y lanzaba mi patada de full contact más furiosa, era todo o nada. Pronto y sin previo aviso, tenía un puño estampado en la cara, seguido del pecho hombros, piernas, brazos, incluso mis manos sentía como se rompían, como si de la nada tronara. Pasaron dos horas, el hombre africano, cuyo nombre era Faulo, creo, me aviso que el anciano que me apaleo se había ido en cuanto me noqueo y que el iba a pagar por los gastos médicos, y que si algún ladrón del bar se atrevía a robarme el checa, el vendría a la mañana siguiente a quebrarle los dedos como si fuera un mafioso. “Crees que puedes apostar tu orgullo, pero lo cierto es que solo invitas a un montón de idiotas a que inflen tu ego” Esas palabras me hicieron eco en la cabeza durante los siguientes días, deje los barrios esperando por una oportunidad de encontrarme con aquel vejestorio, pero en todos mis 8 años de viaje de artes marciales, creo que nunca he aprendido lo que de verdad estaba esperando aprende. ¿Cómo alguien como yo, puede comprar el orgullo?
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YueTex Novato/a
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Tema: Re: Orgullo sin precio Dom Mayo 29, 2022 11:41 pm
Capítulo 2 Después de mi humillante derrota ante el monje chino, tuve que huir de los barrios bajos de Pekín, ¿Por la humillación? Digamos que si, pero en mi defensa, prefería eso a quedarme a que todos se burlaran de mí, estaba humillado de todas formas, quedarme no haría ninguna diferencia. Ese anciano que me apaleo, no lo podía sacar de mi cabeza, su calva, su barba de vagabundo, su uniforme de monje sucio y manchado de alcohol y su olor al fluidos extraños, estoy bastante seguro que recordaría a alguien así aun si solo hubiera tenido tiempo para la primera impresión, puedo acordarme de todos y cada uno de los amigos con los que iba a borracheras haya en América y todos los maestros de artes marciales que me entrenaron, sería difícil tener alguno que recordara. De nada me serviría pensar en eso ahora, pero no puedo negar que estaba obsesionado, no podía pensar en otra cosa que no fuera encontrar a ese vejete de mierda y romperle la cara por lo que me hizo. Me fui al lugar mas natural de china, uno que no estaba tan lleno de veneno y smog, y no se me ocurrió nada mejor que recorrer la muralla china a pie otra vez. Llegando al segundo tercio de la muralla, vi un rio que creo yo no había visto antes, no se me hacia familiar así que no le di mucha importancia, salte desde la muralla hasta el árbol mas alto para deslizarme y que las ramas amortiguaran mi caída, no fue del todo necesario ya que el agua amortiguo el resto de la caída, pero no me arriesgaba a que el agua estuviera poco profunda. Después de darme un merecido chapuzón en el rio que cruzaba la frontera de la muralla, tome un tiempo para meditar en medio de la naturaleza desnudo, como lo haría un hombre. Mientras meditaba, por alguna razón seguía pensando en aquel vejestorio, así de impactante era su impresión en mí, pero lo que hacia de este momento mas placentero, era ver conscientemente todas las veces que planeaba romperle la cara al vejestorio. Mientras oía mi corazón acelerarse y convenciéndome de que esa aceleración era diferente a la usual rabia que normalmente invadía mi sistema sanguíneo. Mientras estaba enfocándome en mis sensaciones en la cima de la colina más alta alejaba al rio. No pude evitar notar que al lado mio estaba una estatua de un par de guerreros que hasta parecía gemelos, guerreros Nio creo que se llamaban, sinceramente solo los recuerdo vagamente porque los vi en un manga de artes marciales que me gustaba mucho a los 14 años. De lo que si estoy seguro, es que ese par de estatuas solo podían significar que había una escuela de artes marciales aquí cerca, supongo que seguir entrenando era lo único que me podía sacar del predicamento en el que estaba ahora, sin embargo, esa estatua no me daba ningún indicador de donde podía estar la escuela, desde el Angulo de donde yo estaba, no había ningún camino trazado ni ningún rumor en ningún lado del cual pudiera guiarme, así que podía bien podría tardar semanas si simplemente fuera a aventarme al enorme bosque a buscar la escuela sin ningún guía, se bien que he tenido que caminar mucho en el pasado, pero siempre me aseguro de conocer el rumbo, y después de lo que paso, no estoy dispuesto a vagar perdido en este país. Lo que pude notar al mirar abajo es que un monje con una cabeza tan calva como la de una rodilla se había puesto a bañarse en el lago en donde estaba meditando, creo que no me había visto, así que no le tome mucha importancia, hasta que claro, vi algo que me llamo la atención. Eran un par de curvas saliendo de la parte frontal de su cuerpo, ahora que lo pienso ese monje tenia un cuerpo demasiado fino y redondo para ser el de un hombre. A quien quiero engañar, claramente una mujer, nunca pensé que una mujer pelona podía tener esa clase de cuerpo, no solo eran sus curvas, sino que también tenia musculatura bien definida. Como hombre respetable que soy, agache un poco mas la mirada para verlo mas de cerca, pero en un descuido me tropecé y volví al caer al lago sobre mi cara, claramente el monje mujer me vio y no tardo en sospechar desde mis intenciones. -uuuuuuuh, no te apures, tampoco es que haya visto mucho- Diciéndolo con una cara tan roja como un tomate, instintivamente baje la mirada solo un poco, sin siquiera meditar si era por vergüenza o por querer ver más, como sea no tarde en sentir un pie en mi cara y un muro de tierra en mi nuca, y justo cuando recupere el conocimiento estaba en la orilla del rio mientras aquella mujer pelona estaba ya vestida y meditando cerca del monte de donde yo lo hacia. - “hasta que te levantaste, blanquito”- dijo mientras mantenía su postura de meditación No se si estaba sorprendido por el hecho de que sabia español o porque ya había escuchado a dos monjes chinos usar ese tipo de lenguaje. - “¿Sabes que este no es un lugar para turistas? No hace mas de 100 años la gente los lugareños solían asesinar a sangre fría a cualquiera que se atreviera a pisar este lugar sin autorización, especialmente si eran forasteros, vete a tomar selfis a otro lado.”- Lo decía con aquel tono condescendiente que por alguna razón siempre me sacaba de quicio viniendo de una mujer. -Lo que tu digas señorita. Pero antes de irme a hacer hashtags con mi IPhone, solo respóndeme esto. - Pregunte mientras mi expresión pasada de seño fruncido por molestia a seño fruncido por seriedad -Esas estatuas de ahí, solo significan que hay un templo de artes marciales aquí cerca ¿verdad? - -Y eso porque te incumbe. - -Porque pasa y resulta, mi querida cabeza de rodilla, que dicen que yo soy bueno para las artes marciales. - -Supongo que eso te ha de conseguir muchos me gusta en tu Instagram, pero me temo que para nosotros las artes marciales son lo mas sagrado en el mundo, no queremos que cualquier blanquito o foráneo en busca de cursos de autodefensa se acerque a nosotros. - -Entiendo perfectamente señorita- Empecé a sonreír para denotar mi confianza- ¿Por qué no me pone a prueba? Quitar la piedra de la mano, caminar sobre fuego, meditar de pie mientras hago la postura de la sentadilla, tu solo da la orden. - - ¿A si?- Acto seguido se acerca a mi a una velocidad endiablada a hacerme una llave que me inmovilizaba el brazo derecho. -En nuestro templo solo existe una prueba, y responder esta pregunta ¿Qué tanto estas dispuesto a renunciar? -. Acto seguido, sonreía, y me las arregle para contrarrestar su llave, haciéndome para atrás y dislocando un poco mi hombro para darle vuelta a su llave. Despues de eso, arremate con un candado en el cuello y una tumbada en el piso. - ¿Sabes? Dudo mucho que hayas pasada tu vida aislada del mundo, conoces jergas del mundo occidental, conoces Instagram y por tus rasgos diría que no eres 100% china, si tuviera que adivinar tienes sangre de la misma raíz que yo, blanquita ojos rasgados. - No sé qué quería probar diciendo esto, pero es bueno analizar a tu oponente para demostrar tu dominancia. - ¿De casualidad no sueles ir a bares con algún vejestorio? - La chica calva golpeo mi cara con su cabeza para safarse de mi llave y me agarro el cuello para asegurarse de que no me moviera. -Lo que mi maestro haga no es de tu incumbencia, ¿oíste gringo? - - ¿Y yo cuando mencione a tu maestro?-No era que estuviera seguro de que conociera el vejestorio, pero un pequeño señuelo nunca está de más, mentiría si negara que sonreí de satisfacción. Ella procedio a quitarme la mano de la garganta y darme la espalda. -Escucha, estoy bastante segura de que si hablas del “vejestorio” es porque tu tienes algo pendiente con el, solo déjame decirte que me niego rotundamente a llevarte a la santidad de mi templo si todo lo que tu quieres es “saldar cuentas”, nosotros sabemos perfectamente como es el maestro Xu Xion y lo respetamos tanto como respetamos a nuestro propio padre, así que si que lo único que quieres es ir allá a vengarte, créeme que todos estamos listos para darle a una paliza a los idiotas engreídos como tu- Tuve la mirada perdida por medio minuto, antes de siquiera darme cuenta de que ella se estaba retirando. -¿Entonces, no vienes?- -¿Eh?- -¿Querías que te mostrara mi templo no?, pues entonces deja de ver a la nada y vente para acá. Yo me mire la mano, cerré el puño lo mas fuerte que pude, y por varias razones que me tarde en procesar, puse mi sonrisa mas maliciosa y encantadora mientras decía -¡Claro que si señora!-
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el.loco.lucas Administrador
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Tema: Re: Orgullo sin precio Lun Mayo 30, 2022 12:24 am
Tiene muy buena pinta. Mañana lo leo sin falta (hoy se me cierran los ojos...)
YueTex Novato/a
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Tema: Re: Orgullo sin precio Mar Jul 05, 2022 2:21 am
Capítulo 3 Probablemente si cualquiera de mis antiguos amigos emprendedores me viese, seguramente me dirían que me estoy obsesionando, que no voy a conseguir nada queriendo vengarme de un viejito que conocí en un bar de mala muerte y que mi bienestar emocional es mucho mas importante que mi orgullo de hombre, ¿pero saben que? Me da igual, ellos su mayor preocupación en la vida es tener la aprobación de los jefes a través de todas las lamidas de culo que pudieron hacer, a través de todos los cafés precariamente preparados y a través de boicotear a sus colegas sirviendo como topos, claramente yo no tengo las mismas preocupaciones que ellos, yo tengo orgullo de peleador, un orgullo que llevare a mi espalda aun si me la quiebro, esa es mi vida y si para eso tengo que mantener la imagen de aquel ruco borracho riéndose descaradamente de mí, pues entonces no lo soltare hasta ver mi puño impregnado en esa sonrisita. Mantuve el puño cerrado hasta llegar al templo cruzando al menos 5 km de bosque, si soy sincero, esos 5 kilómetros pasaron como si nada, ni siquiera recuerdo cuando había empezado a subir las escaleras, porque la imagen que retuve de ese viejo era mas tenue y fuerte que la realidad misma. -Oye animal, si ya terminaste de mirar al piso, levanta la cabeza, que ya llegamos al templo- Levante la cabeza en cuanto pasaron los 2 segundos de que entrara la voz de la china cabeza de rodilla a mi consciencia. Lo que vi era un templo hermoso, mas grande que la casa de verano de mi madre, rojo como la sangre seca de un animal y con adornos dorados que creo que me costaría como 200 mesadas comprarlos todos, curiosamente no había portón estaba abierto, pero supongo que no pueden robar nada de todas formas. De la nada, y para mi no-sorpresa, otro monje pelado, que creo solo me superaba por 10 años de edad, pero 10 cm de estatura, vino caminando directamente a nosotros con una clara y para nada agresiva (nótese el sarcasmo) curiosidad de saber quién era yo. -Sabes bien que a los turistas hay que dejarlos en la entrada Oeste, Fu-Li- Lo dijo con un para nada bien disimulado tono de broma. -De verdad disculpa mi intromisión, Kaioh Wen, pero este gringo viene por un asunto que atender con el maestro Xu Xion- Dijo la aparentemente llamada Fu-Li mientras hacia una reverencia con su calva. Subidamente, la cola de caballo voltio los ojos. -Dios mío, ¿fue otra vez el maestro Xu Xion?- Dijo mientras suspiraba como si esto fuera un problema frecuente. -Escúcheme bien, señor turista, lo que le haya hecho mi maestro, espero que entienda que sea lo que haya hecho el, no representa al templo ni a nuestras tradiciones, asi que permítame ofrecerle una disculpa.- Lo dijo con un tono sereno y calmado, pero no del todo sincero, yo me quede dudando como por 15 segundos, pero aun asi no tarde en dar mi bien pensada respuestas. -Si lo que hace su maestro no los representa, entonces no debo tomar su palabra como la suya, voy a verlo, pero de una vez le digo, a mi no importa ninguna disculpa. - Dije mientras entraba en el templo. Acto seguido me voltee a verlo para darle una amigable aclaración. -De una vez le comento, monjita Xiao Lin, yo no soy ningún turista, creo que sabe bien que yo no estaría aquí si no supiera como defenderme. - Procedí a dar la espalda y empezar con mi búsqueda adentrándome mas al gigantesco templo que era 90% terreno baldío pavimentado y 10% habitaciones supongo yo para que los monjes duerman en el piso. Entrando a una habitación la mitad de grande que el gran área exterior, lo cual era decir bastante, vi un par de los guerreros Nio, pero mucho mas grandes, metálicas y relucientes al grado de que me cuestionaba si eran milenarias o no. Y justo frente de ellas, vi a un par de vejestorios meditando, mirando mas cerca, pude notar dos cosas en ellos, lo primero es que uno era 3 veces mas grande que el otro y lo segundo, es que el vejestorio chiquito era mi presa. No tarde en acelerar el paso hacia ellos cuando lo note, pero tan pronto como estuve en acercarme a la cara del viejo chiquito, mi cara se topó con una muralla naranja que me hizo preguntar como no frene antes de topar. - ¿Se te ofrece algo? - Dijo la muralla 2 segundos antes de que le volteara a ver la cara. Trate de rodearlo, pero fue inútil, no importa que hiciera, por cada intento, el monje tenia un movimiento de mano para hacerme cambiar de dirección contraria sin siquiera darme cuenta, estaría mas frustrado si tuviera menos confusión en mi cabeza. -Creo que ya se que vienes…- Dijo de manera inmutable -El maestro Xu Xion es uno de los maestros mas respetados de todo este templo, solo quiero que sepas que no eres el único buscando venganza hacia el, al menos 1 de cada 50 lo ha hecho, hemos incluso tenido que confrontar problemas gubernamentales por los problemas que ha causado en los barrios bajos. - -Y no me digan, no lo corren porque las chicas lo aman. - Dije con un tono burlón que trataba de contener mi ira. -La razón por la que el sigue siendo un maestro tan respetado, es porque el a defendido en templo y todos sus alumnos incontables veces, tanto de desastres e invasiones, no te puedo decir mucho pero gracias al incluso el gobierno tiene que respetar nuestra integridad como patrimonio histórico y cultural. - Oyendo esta palabrería sin sentido, algo quebro dentro de mi, ¿un supuesto héroe, que salvo a esta pocilga de inundaciones y probablemente hasta del gobierno chino, apaleándome en un bar de mala muerte y siendo defendido por estos pelados? Me vale un culo quien sea, me importa un soberano carajo quien se crea que es en primer o de quien sea héroe en primer lugar, ahora mismo hay algo que importa mas que mi paz mental o que esa basura del perdón, apretando los dientes, con una mirada fija y el puño completamente cerrado, me abalanzo lo más rápido que puedo a ese ruco, sin importar que este dormido y sin importar que el otro monje no otra cosa que voltear los ojos hacia atrás y suspirar. Estando lo suficientemente cerca para ya propinar un un golpe, balanceo mi pierna hacia atrás para darle a ese viejo una buena patada en la mandíbula, pero justo cuando estaba a un centímetro de conectar, el ruco salta a una velocidad que parecía ir más allá de mi ojo, estando a 5 metros en el aire, aprovechando el impulso de la caída para lanzar mi pie en el Aira al piso y una vez mi cara estando apuntando al piso, rematando con un fuerte pisotón para asegurarme de que estampe directo. -Debiste correrlo una vez que se tomo su selfie, Pao Lo- Dijo el roquete sin siquiera voltear a mi derribado cuerpo. -Así que, así son las cosas…- Dijo mientras mi quitaba el sabor de piso de la cara recién levantado. -Tu, el gran héroe y maestro de este templo, un héroe tan grande que ni siquiera necesitas ver a la gente a la que derribas ni acordarte de la gente que golpeas. - Dije con una sonrisa en la cara al ver que por fin podría burlarme de algo. -No se de que hablas, turista blanquito. - -Claro que no, ¿Por qué deberías? Solo soy otro tipo al que apaleaste en un bar de mala muerte, no creo que te acuerdes de todas las mujeres con las que eres un marrano, ni supongo que recuerdas a tus propias estudiantes con las que te insinúas ni tampoco recuerdas cuanto alcohol bebes ni cuantas veces te la jalas con revistas viejas. - -¿Tienes algún punto con eso, pinche gringo?- Lo dijo con una muy tambaleante compostura. -Mi punto es, que no eres mas que un viejo miserable, pajero, triste y vacío, probablemente fuiste un gran héroe en tus días de gloria, pero tuviste con ego tan inflado por tanto tiempo que ahora no eres mas no eras mas que una cascara vacía de lo que alguna vez fuiste, sin tu pasado, no vales nada…- Lo dije como si eso bastara para ganar. Por un momento, la expresión del viejo se hizo mas notoria. -Aaaaah…ya veo…eres tú, el niño que se prostituía por peleas. - -Ya veo, así que si deje un impacto en ti. Que gusto- Los dos nos sonreíamos de la misma manera demoniaca. -¿Escúchame bien roquete, tenemos una cuenta pendiente, y no me iré de china, no, más bien, no me iré de esta casota hasta que lo resolvamos me oíste? - -Te puedo apalear cuantas veces quieras, gringo, tu mismo lo dijiste, gente como tu no es nada para mi.- Sin embargo, el monje Pao Lo intervino de la nada. -Esta bien, no comprendo bien que pasa aquí, pero joven extranjero, ya deberías saber que no podemos permitir que una disputa sin sentido pase adentro de este templo- -No te preocupas, maestro muralla, se como podemos resolver esto sin que la integridad de tu preciado templo y tradición salgan dañadas. - - ¿Qué tienes en mente? - -Seré estudiante- La montañota se quedo en silencio un par de segundos -Todos son bienvenidos a entrenar con nosotros, sin embargo, como maestro debo advertirte que la gente que viene con propósito de vengarse de alguno de otros miembros, jamás terminan bien. – Y Pao Lo. -Además, cave aclarar, que el maestro Xu Xion está años luz de cualquier estudiante, como esperas confrontarlo. - -Apostándolo todo claro. - Ambos maestros se quedaron intrigados, pero de ambos, el único que tenia una ligera idea de que hablaba era el viejito. -Volveré mañana con una pequeña propuesta que les gustara a todos, ahorita no quiero que me acepten, resuelven su respuesta para mañana, cuando puedan ver mi cara realmente seria.- Sali con la cabeza baja para crear un ambiente de misticismo, nadie dijo nada mientras me iba, ni siquiera Fu-Li ni el tal Kaioh Wen dijeron nada, aunque estuvieran escuchando al lado de la puerta. No me detuve en ningún momento ni voltee la mirada, determinado que mañana seria el día en que mi camino de venganza seria definitivo.
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