[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Desde que se levanta hasta que se acuesta, Tony vive obsesionado con la limpieza, tanto personal como la de su hogar y de su área de trabajo. De hecho, admite que el temor a enfermarse a causa de algún microbio o bacteria en el ambiente es una de las principales causas de que hoy día no tenga pareja.
“He tenido varias novias y una de ellas hasta vivió conmigo por un tiempo. Pero no podía entender que yo estuviera tan pendiente de la limpieza y de que todo en la casa tenía que estar inmaculado. Así que al cabo de unos meses me dijo que no me aguantaba más y me dejó”, dice cándidamente el hombre, de 38 años, quien pidió usar un seudónimo.
Por si fuera poco, Tony dice que lleva sus propios utensilios de mesa cuando va a un restaurante y no soporta ver una mancha en un plato o un vaso. Tampoco le gusta saludar con la mano, tocar objetos de uso público, como barandas y sillas, y evita, en la medida que puede, entrar a un baño público.
“Yo acepto que me preocupo mucho por no contagiarme con alguna enfermedad, es algo que no puedo evitar. Mi madre me enseñó, desde muy pequeño, la importancia de la limpieza y de evitar a toda costa el contacto con microbios. Es algo con lo que crecí y para mi es normal, aunque a los demás les parece una exageración”, afirma Tony, tras recordar que hace dos años, cuando surgió la epidemia de gripe por el virus A H1N1, iba al trabajo con una mascarilla y tomó todas las medidas necesarias para no contagiarse.
Como Tony, muchas personas viven con el temor a contagiarse con algún microbio o virus y toman medidas extremas que creen son pertinentes para no enfermarse. Son los mismos que tienen una necesidad imperiosa de lavarse las manos constantemente, bañarse, barrer y limpiar todo lo que esté a su alrededor. Son los que también tienen temor a darles la mano a otros o a tocar objetos y hasta sienten asco por las secreciones corporales.
Es lo que se conoce como bacilofobia que, según algunas publicaciones, personalidades como Michael Jackson y Howard Hughes (quien es retratado en la película ‘El aviador’) lo padecían.
De hecho, según un estudio, una cuarta parte de los estadounidense viaja con su almohada y con productos desinfectantes para rociar las superficies de los aparatos de teléfono o hasta el despertador de la hospedería en la que se quedan. La ropa de cama, la bañera o los grifos y los asientos de los inodoros son otros de los puntos calientes para los huéspedes con fobia a microbios, ácaros y parásitos, invisibles para los ojos humanos.
Trastorno mental
“Las fobias son miedos que se van alimentando por el temor y se va desarrollando un comportamiento alrededor de ese miedo. Por eso se puede convertir en un trastorno obsesivo compulsivo”, explica la psicóloga Thalia Cuadrado, quien destaca que tiene mucho que ver con la manera de crianza.
Y aunque la realidad es que se debe concienciar a los niños sobre la importancia de la limpieza, si se exagera se puede desarrollar esa compulsión o un miedo a la enfermedad que puede ser incapacitante para muchas personas, sostiene Cuadrado.
Sin embargo, la realidad es que los seres humanos tenemos bacterias en todo el cuerpo, resalta la doctora Adelaida Ortiz, especialista en medicina interna y catedrática auxiliar de la Escuela de Medicina del Recinto de Ciencias Médicas.
Por ejemplo, dice que las bacterias que se encuentran en el sistema gastrointestinal -desde la boca hasta el intestino grueso-, tienen un rol importante en el intestino grueso y si no se tiene el balance adecuado “podemos tener diarreas crónicas, mala absorción y otros problemas digestivos”.
“La barrera para que las bacterias no lleguen al torrente sanguíneo es la piel. Por eso es tan importante lavarse las manos con agua y jabón periódicamente, antes de cada comida, después de estar con una persona enferma o antes de tocar a un niño”, recomienda Ortiz, aunque coincide en que si el comportamiento de limpieza se exagera puede afectar el diario vivir de la persona.
Y es que la mayor parte de la gente sabe que las bacterias y los virus pueden actuar como “gérmenes” y producir enfermedades. Debido a eso, parece ser perfectamente aceptable el tratar de eliminarlos completamente del ambiente utilizando agentes antibacteriales (los cuales se pueden encontrar en una gran cantidad de productos, desde el jabón para las manos hasta antibióticos).
No obstante, los profesionales de la salud también resaltan que el uso actual de los antibióticos y de los agentes antibacteriales está cambiando la naturaleza de los microbios en el ambiente. Esto, a su vez, está creando gérmenes que son más difíciles de combatir y eliminando algunos microbios beneficiosos.
Microbios buenos
Precisamente, la mayor parte de los microbios no son dañinos. Por ejemplo, hoy se sabe que los microbios probióticos no solo estimulan la salud digestiva, sino que también fortalecen el sistema inmune. Mientras que las bacterias que viven en los intestinos son importantes para la digestión. Y algunas de ellas se usan también para producir queso, mantequilla y vinagre, además de las levaduras.
Los microbios, de hecho, han sido usados por siglos para producir alimentos. El pan, por ejemplo, es el resultado de la fermentación de los azúcares para producir dióxido de carbono, que son las burbujas que causan que la masa del pan levante.
Mientras que les debemos la cerveza y el vino a unas pequeñas levaduras que convierten el azúcar en alcohol para nuestro consumo. El yogurt y el queso son producidos por la fermentación bacterial de la lactosa, el azúcar de la leche. Y los microorganismos como el fitoplancton también sirven como una fuente de nutrientes que indirectamente alimenta a todos los animales marinos.
Y aunque muchos padres intentan que sus hijos se desarrollen en condiciones lo más higiénicas y libres de gérmenes posible, parece que eso no es del todo saludable. De hecho, un estudio de la Universidad Northwestern de Chicago publicado recientemente sugiere que la exposición habitual a los gérmenes en edades tempranas puede ayudar a prevenir la aparición de ciertas enfermedades al alcanzar la edad adulta.
“A los niños hay que enseñarlos a que se protejan, que se laven las manos regularmente y que no compartan artículos personales. Lo que no se puede es exagerar para que no crezcan pensando en protegerse de una manera obsesiva”, recomienda Cuadrado.
En ese sentido, los investigadores enfatizan en que los microorganismos beneficiosos para la salud humana se deben tener en cuenta como elemento importante para la prevención y tratamiento terapéutico de desórdenes intestinales e infecciones en el organismo. Más que nada porque nuestros microbios nos ayudan a digerir la comida, producen humectantes naturales en la piel y sintetizan vitaminas en nuestro intestino.
Cabe destacar, sin embargo, que también hay microbios perjudiciales que pueden provocar infecciones.
Esto sucede cuando una persona se contagia a través de la tos, un estornudo, de un beso, etc. (que es como se propaga la gripe, o el sarampión). O cuando el contagio es indirecto, con algún agente externo, como el agua, los alimentos.
Precisamente, la epidemia más común que afecta al ser humano es la influenza que, normalmente, aparece en otoño e invierno, resalta la doctora Ortiz.
“La influenza H1N1, que nos afectó recientemente, era la cepa de un agente infeccioso con el que las personas se contaminaban a través de las secreciones de otras personas. Por eso, lavarse las manos, cubrirse la boca cuando se tose y usar papel higiénico que se pueda descartar es importante para evitar el contagio”, recomienda la catedrática.
En ese sentido, la higiene personal es vital para evitar los microbios que son perjudiciales y que pueden provocar una infección. Un ejemplo, dice Ortiz, es la sarna humana, relacionada con problemas de higiene.
Manía que te limita
Usualmente,la obsesión por la limpieza se incorpora en el diario vivir de una forma que muchos no lo notan. Pero cuando se convierte en una manía que entorpece de algún modo la cotidianidad, es necesario consultar con un profesional en salud mental.
Sin embargo, la realidad es que, generalmente, la persona no busca ayuda, señala Cuadrado. “A menos que el comportamiento sea realmente incapacitante, no se busca ayuda porque la persona entiende que la familia funciona de esa forma”, agrega la psicóloga.
Pero a veces, llega a la oficina de un profesional de la salud debido a otras circunstancias y éste se puede dar cuenta de que también hay un trastorno obsesivo compulsivo relacionado con la limpieza.
“La terapia está dirigida a la educación con respecto a su propia fobia para que pueda manejar el comportamiento, ampliar sus marcos de referencia y relajarlos para que sea más llevadera su situación. Se busca que la persona sea consciente de dónde viene ese comportamiento y aprenda a balancearlo”, explica Cuadrado, tras resaltar que erradicar una fobia es bastante difícil “pero que si la persona conoce su proceso puede perder el miedo poco a poco”.
En ocasiones también es necesario el uso de medicamentos para frenar la ansiedad y equilibrar emociones, además de procesos de psicoterapia más complejos.
Cuando causan enfermedades
Las bacterias fueron reconocidas en el siglo XIX por los biólogos como una causa de enfermedades contagiosas y durante mucho tiempo se las vinculó solo con sus cualidades más nocivas.
LSon varios los microorganismos infecciosos que pueden causar enfermedad y epidemias, ya sea por ingestión de alimentos contaminados, por contacto con animales (aves infectadas) y heces contaminadas: Algunas de las que han afectado el mundo recientemente, incluyen:
L• Infección por E. coli: a mediados del año pasado, la OMS informó que una nueva cepa la bacteria de E. coli, nunca antes vista, era la responsable de la epidemia mortal que afectó a Europa que mató a unas 50 personas en Alemania, Francia y Holanda. Pero la peor infección por esta bacteria ocurrió en Japón en 1996. Llegó a afectar a cerca de 8,000 personas y aunque se sospechó que los responsables habían sido rábanos contaminados, nunca llegó a confirmarse la fuente de contagio.
L• Gripe A H1N1: surgió en 2009 como una variante de un virus de origen porcino (subtipo H1N1). En agosto de 2010 la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció el fin de la pandemia, que causó unas 19,000 víctimas en el mundo.
L• Influenza aviaria: es una enfermedad viral causada por algunos subtipos del tipo A del virus de la influenza, que afecta a la mayoría de las especies aviares y que tiene el potencial de contagiar al hombre. La primera asociación del virus con enfermedades respiratorias ocurrió en Hong Kong en 1997. Y en febrero de 2006 se descubrió por primera vez la cepa H5N1 en el continente africano, específicamente en Nigeria. Esta epidemia se caracterizó con una alta tasa de mortalidad.
Fuente: Recopilado por El Nuevo Día
Microbios
Son microorganismos invisibles al ojo humano que solo se pueden observar con la ayuda de un microscopio. Incluye virus, bacterias y otros organismos que se distinguen porque realizan rápidamente su proceso de nutrición, intercambian sustancias con su exterior, lo que suele alterar su composición química y se reproducen muy rápidamente. Se estima que hay más de 100 mil millones de microbios que viven en el cuerpo humano.