El cansancio nos agobia. La rutina de madrugar, levantar a los niños, hacer desayuno a toda prisa, comer, bañarse, vestirse, llevarlos a la escuela, trabajar, recogerlos, ir al colmado, luego cocinar y hacer tareas, acostarlos y tirarse uno en la cama -“muerto”- para dormir par de horas antes de que vuelva a sonar el despertador, agota. Y en ocasiones, podría afectar tu vida en pareja y tu vida sexual.
“Definitivamente se afecta. Debemos descansar lo suficiente. Dicen los expertos que entre 7 y 9 horas de sueño diarias son necesarias para reponer nuestras energías y fortificar nuestro sistema inmunológico. Esto va a variar de persona a persona y de pareja en pareja. No obstante, cualquiera que sea la necesidad de la persona hay que descansar, si queremos tener una vida sexual plena. Para muchos, la vida moderna impone una jornada de ocupación y trabajo muy ardua. De más está decir que los múltiples compromisos y responsabilidades fomentan mucho estrés y agotamiento. Muchos al llegar a la cama solo quieren dormir. He oído a personas decir ‘cuando caí en la cama me morí’, por querer decir que se durmieron de inmediato debido a su extremo cansancio”, destaca José Pando, terapista sexual.
Este es un problema real. Según la sexóloga Ivelisse Cintrón, cada vez más parejas se dejan llevar por el cansancio y el ajoro diario y dejan o posponen la relación sexual. Por mucho tiempo, y quizás por poca o ninguna educación, agrega la experta, las personas piensan que la sexualidad es secundaria y por eso caen en la rutina y el aborrecimiento sexual, poniendo así en primer plano otras cosas como son el trabajo, las compras y cualquier otro tipo de compromiso.
“Cuando la pareja deja la sexualidad a un lado, se afecta no solo esa área, se afectan todas. Si la situación se detecta a tiempo, cosa que casi nunca pasa, puede ser que con terapia se resuelva, pero debemos recordar que la sexualidad es de dos y en muchas ocasiones uno o el otro nunca tiene tiempo para llevar a cabo las recomendaciones de las terapias. En mi práctica, la preocupación mayor y quien busca resolver la situación son los caballeros, porque las damas se preocupan más por otro tipo de situación como son los hijos o la casa”, dice Cintrón.
La experta hace hincapié en que hay que recordar que “somos entes sexuales desde que nacemos hasta que morimos”. Por consiguiente, nuestra vida sexual es primordial en cualquier plano y no debemos posponer lo que realmente es importante. Debemos actuar por prioridades. “Cuando morimos lo único que nos llevamos es lo que disfrutamos, entonces por qué no disfrutar plenamente con nuestra pareja que al fin y al cabo es quien nos acompaña la mayor parte del tiempo”.
En esa línea, Cintrón aporta que la sexualidad ofrece seguridad y estabilidad emocional. Una de las causas para que una pareja deje la sexualidad en un segundo plano es la rutina sexual. En muchas ocasiones, comenta, ni siquiera durante los fines de semana retoman su vida sexual, porque si en la semana “es el ajoro diario del trabajo y otros quehaceres”, los fines de semana son “para dedicárselo a la limpieza del hogar, autos, cenas con familiares y amigos, o actividades de los niños”.
Otra de las causas para este tipo de problema entre la pareja es la poca educación sexual. “Por ejemplo, nuestras raíces culturales enseñan a la mujer a que hay una edad y una razón para la sexualidad. Tengo pacientes que establecen que su vida sexual culmina a los 40 o 50 años y que ya cumplieron con su sexualidad, porque el fin era procrear. Entonces, es cuando comienzan las excusas de los dolores de cabeza, estamos viejos para eso, los hijos están en la casa… En muchas ocasiones, les comentan a sus parejas ‘estás enfermo’, ‘eres un viejo verde’ o ‘ya no estamos para eso’. En la mayoría de los casos, la mayor razón para acabar con una relación de pareja es la sexualidad. Lo emocional y la sexualidad van de la mano y, si tu sexualidad no está saludable, entonces te vas a afectar emocionalmente”.
Entre el tedio y la aventura
Pando, terapista y educador en el tema, expresa que, sin duda, son las mujeres las que tienden a quejarse más a menudo de cansancio como una variable de su falta de deseo sexual. Cuando este tipo de problema llega a la clínica, agrega, y se establece el cansancio como causa real del conflicto de la pareja lo primero que se enfatiza es el orden de las prioridades dentro del estilo de vida de ambos.
“Son pocas las parejas que conscientemente separan tiempo de sus tareas para la intimidad y la sexualidad. Siempre recomiendo que la intimidad y la sexualidad debe tener un espacio de tiempo y un espacio en el plan de vida de la pareja. Ese tiempo debe ser ‘prime time’ para ambos. De igual manera, el espacio debe ser variado, así como las estrategias usadas para hacer el amor. De esta forma se podría evitar la monotonía. Las relaciones sexuales deben enfrentarse con cierto grado de aventura, tratando de ser creativos e innovadores, es decir, tratar cosas diferentes, aunque estas sean sencillas. Algo así como cambiar el ambiente, la hora del día, distintas estrategias para provocar y disfrutar placer y satisfacción”, dice el sexólogo.
Asegura además, según su experiencia, que para muchos pacientes es más grato pensar “en sacar tiempo para la intimidad” y que como consecuencia pueda ser que surja la relación sexual, que “separar tiempo para la relación sexual”. Muchos se quejan de que planificar el sexo le quita emoción.
“Al igual que, responsablemente, dedicamos tiempo para el trabajo, las tareas del hogar, las labores de padre o madre, ir al cine, visitar amigos, ir al médico o hacer ejercicios, debemos separar tiempo de calidad -y suficiente cantidad- para la relación íntima de la pareja. Nunca dejemos esos momentos para el tiempo que sobra, pues ese tiempo quizá nunca llegue y, si ocurre, quizá sea cuando estemos tan cansados que no podamos disfrutarlo y ni tan siquiera intentarlo”.