Desde luego ya casi no les falta de nada, mayordomos espías, curas genocidas, papas con pasado nazi, pederastia. Vamos una peli de Almodovar pero dando mucha grima.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]Los delitos que se le atribuyen al padre Rutihunza se remontan a 1994, cuando Ruanda fue escenario del sanguinario intento de exterminio de la población tutsi a manos de los hutus. El sacerdote,
perteneciente a la etnia hutu, era entonces el
máximo responsable del centro para niños discapacitados de los Hermanos de la Caridad en Gatara, al sur de Sudán, y que acogía a cientos de menores con problemas de movilidad.
Según el testimonio de decenas de testigos, cuando los milicianos y paramilitares hutus llegaron al centro de los Hermanos de la Caridad en Gatara empuñando machetes,
el padre Jean Baptiste Rutihunza les facilitó el trabajo señalándoles los niños que según los documentos en su poder
pertenecían a la etnia tutsi (no existe ningún rasgo racial ni lingüístico específico que diferencie a hutus y tutsis). Ese verano de 1994,
4.338 niños de ese centro fueron asesinados y enterrados en una fosa común.
Cuando el genocidio de Ruanda terminó y una comisión de expertos de la ONU comenzó a investigar aquellas matanzas, el nombre de Rutihunza enseguida salió a relucir.
El sacerdote huyó entonces a la República Democrática del Congo y luego a Tanzania. En 1997 llegó a Roma.
Pero los medios de comunicación lo desenmascaran, el Gobierno de Ruanda lo reclamó para sentarlo en el banquillo y Rutihunza huyó de nuevo, esta vez a Bélgica.
Pero desde hace un par de años el sacerdote se encuentra de nuevo en Roma. La Justicia italiana está ahora inmersa en pleno proceso para
decidir su extradición a Ruanda.
Rutihanza, sobre el que pesa una orden de arresto internacional, no ha invocado que deban de ser las autoridades vaticanas las que decidan su suerte, ahorrando de ese modo a la Santa Sede el
bochorno de tener que admitir que en su territorio se encuentra un sacerdote acusado de crímenes contra la humanidad.
Federico Lombardi, el portavoz de la Santa Sede, ha subrayado que el Vaticano nunca ha tomado ninguna iniciativa a favor de Jean Baptiste Rutihunza y que por tanto no le ha protegido, como algunos medios de
comunicación han publicado.
"Soy inocente, las acusaciones que se me hacen no son ciertas.
Lo que me quieren hacer en Ruanda es un proceso político", aseguraba esta mañana Rutihanza a ELMUNDO.es. "Y, por favor, si va a publicar algo sobre mi no deje de mandarme el artículo".
Esperemos que sea extraditado pronto , más que nada para que se pueda su inocencia o no.