Sí, es que Chicote y su pesadilla en la cocina está desvelando guarreridas sin igual de cocinas donde patinas en grasa, ratones descansando en paz dentro de los lavaplatos, platos de sopa de moscas con algún fideo puesto al azar, lo de las hojas del periodico tiradas en el suelo, alimentos sospechosos que van a cobrar vida propia gracias a la fauna que lo habita y otras lindezas.
Para dejar dos recuerdo un bar en una barriada que la mugre era bastante vistosa con un mural inspirado en África en la pared con las cabañas de una tribu y un par de africanos por ahí (¿Por qué? ¿Para qué?)
y la mesa de billar con el tapete rajado, máquina de pistachos sin uso conocido más que dejar que los pistachos se mueran del asco, y otro al lado de la carretera que por algo se ha ganado el título del "Bar Guarro de..." En los puntos suspensivos va el sitio concreto.. con un camarero medio lento y un poco gil y una madre dictadora desgreñada fumando en la cocina, se veía el humo escaparse .Cuando entras por la rejilla esa de la puerta, los cordones esos de cortina que cuelgan y hacen un ruidito al apartarlos sabes que has viajado en el tiempo un par de décadas atrás. Si sueltas un eructo de saludo no desentonas con el ambiente, no digo más. Está bien ir y mostrarlo en una visita turística a los que desconocen semejante
antro palacio suntuoso de las comidas.
Seguro que han vivido cosas así y han pedido algo de beber por no fiarse de esa ensaladilla del expositor y escaquearse...Pero mejor exigir que te abran la botella delante tuyo, que nunca se sabe, y beber a morro.