Benigno Nostra:
Se aclaran gran cantidad de puntos poco aireados de la
"transición" y en donde se documenta cómo el PSOE actual fué un partido
que no surgió de una verdadera base social, sino que fué recreado,
moldeado y financiado por la CIA norteamericana a través de fundaciones
del SPD de Willi Brandt de la Republica Federal Alemana, para evitar que
un partido comunista pudiese alcanzar el poder tras la descomposición
del franquismo.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] Esto explica muchas cosas, demasiadas cosas, desde por qué seguimos
viendo a herederos del anterior régimen en las hoy supuestamente
democráticas instituciones parlamentarias, por qué se diseño un reparto
electoral específicamente diseñado para marginar al PCE, el pucherazo
del referendum de la OTAN, por qué PP=PSOE, el desmantelamiento de toda
la industria a pricipios de los 80 (la mal llamada "reconversión
industrial"), el por qué el PSOE sistemáticamente sigue políticas
neoliberales y antepone la conveniencia de multinacionales
norteamericanas a la de los ciudadanos y empresas españolas (en mi caso,
esto lo puedo constatar al 100% con el tema Microsoft vs Software
Libre, en que sistemáticamente sabotean, con ayuda de nuestros
políticos, toda iniciativa de implantación del Software Libre en la
educación y en las administraciones en favor de la multinacional, y
también podeis verlo en el caso de Monsanto, que tiene infiltrada una
Lobbista en el ministerio, o en cosas como la "lucha contra la
piratería" pro SGAE dirigida desde las multinacionales del
entretenimiento -y sus asociaciones de lobby RIAA y MPAA- y
legislaciones antidemocráticas como el tratado ACTA, de las cuales el
actual vicepresidente americano, Joe Biden, es un acérrimo valedor), y
por qué, sistemáticamente este partido ha seguido políticas económicas
que traicionan a los trabajadores en favor del poder financiero.
El PSOE moderno es de facto una creación de la C.I.A. y esta explicación
supera con nota la prueba de la "navaja de Ockam" para explicar tantas
traiciones y tantas incoherencias entre su discurso supuestamente "de
izquierdas" y la política neoliberal que luego aplica en la práctica.
Edito: Es genial, porque también se explica en el texto la traición del
sindicato UGT como "sindicato amarillo" y continuismo de los sindicatos
verticales franquistas.
Extracto del libro:
El
17 de mayo de 1979, durante la celebración del XXVIII Congreso del
PSOE, Felipe González impone que desaparezca el término «marxismo» de
los estatutos del partido. Los militares norteamericanos que tanto
preguntaban por este asunto a los oficiales españoles, durante los
cursos de formación realizados en Estados Unidos, ya pueden quedarse
completamente tranquilos. Justo de la Cueva, miembro de la comisión
mixta de reunificación del PSOE madrileño (proviene del sector
histórico), desalentado, deja la militancia en ese momento y declara:
«El PSOE va donde diga la CIA a través de Willy Brandt. Hasta en el
propio Bundestag alemán se acaba de denunciar que la Fundación Friedrich
Ebert del SPD recibe dinero directamente de la CIA».’ Los jóvenes que
dieron el golpe de Estado dentro del PSOE en Suresnes, comandados por
González, van cumpliendo al pie de la letra el guión que les han
preparado. El poder está cada vez más cerca.
El papel que el PSOE tiene que interpretar en la Transición está
escrito desde bastante antes de la muerte de Franco, pero se termina de
pulir en 1974. El giro a la izquierda de la Revolución de los Claveles
coincide con los primeros pasos en público de la Junta Democrática,
constituida por iniciativa de Antonio García Trevijano y auspiciada por
el PCE. Desde el principio, Felipe González hace todo lo posible para
hundir este organismo unitario que reclama amnistía total, la formación
de un Gobierno provisional y la celebración de una consulta para elegir
la forma de Estado:
Monarquía o República. «Cuando se produce la hegemonía del Partido
Comunista Portugués en el proceso político que se vive en el país
vecino, el secretario de Estado norteamericano, Henry Kissinger, se
alarma aún más y viaja a Alemania para entrevistarse primero con el
canciller Helmut Schmidt, y después con Willy Brandt,» que continúa
teniendo una enorme influencia en la Internacional Socialista. Les
insiste en que apoyen decididamente al PSOE», señala García
Trevijano.(18)
«Por eso Felipe González no entra en la Junta, porque se siente
respaldado por una potencia superior, por los alemanes y los
norteamericanos. Una vez que está seguro de ese apoyo, se traslada a
Madrid, donde tiene una entrevista con el Rey y con altos mandos del
Ejército, y ahí establecen la estrategia de que hay que ir gradualmente
hacia las libertades en España para evitar una radicalización de la
situación. Felipe González es el más interesado en mantener a los
comunistas en la ilegalidad. A mí me advierte de esta operación nada
menos que Claude Chaisson, que luego sería ministro de Exteriores con
Mitterrand y entonces era comisario en Bruselas del Mercado Común.
Teníamos mucha amistad. Él era miembro del Partido Socialista Francés y
estaba bien informado de todo esto. Ahí fue cuando cedimos y
constituimos la Platajunta, a sabiendas de que se estaba haciendo para
que entrara en ella el PSOE, que sería el traidor. Pero más traidor
sería si estaba fuera. Y me di cuenta de que Santiago Carrillo, que era
muy listo para olfatear por dónde venían los aires políticos, quería
seguir completamente la política del PSOE».
En octubre de 1982, Felipe González consigue su objetivo y gana
las elecciones por mayoría absoluta. Un año después, José Mario Armero
le dedica un elogioso artículo en el que repasa, de forma muy elocuente,
los logros del Gobierno del PSOE. Armero era abogado en España de las
más importantes multinacionales norteamericanas y un hombre con muchos
contactos en el Departamento de Estado. También intervino, como
mediador, en las conversaciones que condujeron a la legalización del
PCE, después de negociar con Santiago Carrillo la aceptación de la
Monarquía. El 20 de octubre de 1983 escribe:
«La realidad demuestra que hoy en España gobierna un partido
socialdemócrata, europeo, occidentalista, pronorteamericano y
decididamente atlantista. En un año de gobierno, los hombres del PSOE
han cumplido un papel realmente singular: la casi destrucción de la
izquierda tradicional española, en buena parte marxista y
revolucionaria, que seguía una tradición muy distinta a los nuevos
derroteros que han tomado los jóvenes dirigentes socialistas. Realmente
nada tienen que ver con Pablo Iglesias, ni con Francisco Largo
Caballero, ni siquiera con Rodolfo Llopis. Y han conseguido sustituir lo
que siempre se ha considerado como izquierda por una socialdemocracia,
que es un amplio fenómeno donde cabe la libre empresa, la propiedad
privada, los europeos, los norteamericanos y la OTAN».