No es ético que políticos sin escrúpulos y empresas para enriquecerse, puedan hacer y deshacer con la naturaleza y el medio ambiente lo que quieran, mientras que al pequeño cultivador de la tierra le impongan leyes y normas.
No es ético la desforestación del pulmón del planeta como es el amazonas, áfrica central o en Asia, que se desmantelan más de 10 millones de hectáreas al año, desde la madera, muebles, puertas, a carreteras, pasando por otros negocios como las urbanizaciones, mineros, y lo peor que a veces es intencionado los fuegos para abaratar más los productos que se quieran conseguir.
No es ético que una empresa como Monsanto sea la mayor empresa transnacional que controla el 90% del mercado de semillas transgénicas, teniendo permisos de los países para obligar a los agricultores a venderles sus productos al precio que estime la multinacional, que siempre ha conseguido salirse con la suya, sea de formas ilegales, sobornando a funcionarios y políticos, violando la leyes, contaminando o encontrando cualquier vacío legal.
Y claro que tampoco es ético que me digan que no puedo plantar un tipo de hierbas incluso para consumo propio, mas viendo los antecedentes que solo les interesa la producción masiva que les da intereses a los poderosos.